La actriz y presentadora Miriam Díaz-Aroca se ha reinventado como han hecho muchísimos artistas que pertenecen al mundo de la farándula. Bien sea por el reciente confinamiento, o simplemente como a Miriam, la edad, hacen que no siempre tengas temporadas de trabajo. Por eso la necesidad de buscar ese plan B. Y el de la actriz de la Belle Epoque nos ha sorprendido…
Sus inicios fueron ‘in crescendo’

>Miriam Díaz-Aroca siempre se ha mostrado como una actriz polifacética. Empezó su carrera en televisión con el Bote de Don Basilio, aunque su salto a la fama le llegó con lo que ella denomina «su programa fetiche»: Cajón Desastre. Sin embargo, su gran éxito llegaría como copresentadora del Un, dos, tres… Hasta que dio el salto a la gran pantalla.
Haciéndose hueco como actriz, uno de esos pequeños papeles que se te quedan en la mente vino de la mano de nada más y nada menos que de Pedro Almodóvar. Junto a Victoria Abril, las dos protagonizaron una de las escenas más míticas de Tacones Lejanos. Pero su consagración en el séptimo arte lo consiguió con la Belle Epoque, de Fernando Trueba.
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La profesión que tilda de «diosa caprichosa»

>Pero como se suele decir, todo lo que sube… baja. Y es lo que le ha pasado a la actriz. Tal y como ha confesado a la revista Semana, Miriam siente que un poco olvidada por la profesión. «Hay temporadas en las que me pregunto cómo es posible que con este potencial y esta capacidad no vean que puedo hacer algún tipo de formato, que lo puedo defender, no solo como presentadora, sino también como periodista o actriz», expresaba para la revista.
Además, no duda en calificar a su profesión como «la diosa caprichosa». «Es la profesión que va y viene, te encumbra y te hace invisible, y nunca sabes por qué y cuando», afirmaba para Semana. Incluso ha confesado que el verdadero premio de su trabajo es «saber mantenerse». Aunque esa ‘diosa caprichosa’ ha querido que vuelva estar delante de las cámaras y podamos verla en la segunda temporada de Toy Boy.
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Su nuevo proyecto profesional

> Pero ya lo veníamos comentando. Miriam Díaz-Aroca ha comprendido que necesita un plan B. Aunque tenga el cariño del público, como bien recoge Semana «el cariño de la gente no te da ingresos. Yo soy mamá de dos hijos y los sujeto a ellos y a mi casa sola. Hay épocas que no son tan boyantes y tienes que aprender a gestionar».
De ahí que para conseguir que su autoestima no se quede por los suelos, haya emprendido una nueva aventura profesional. Se ha formado en el desarrollo del crecimiento personal, del que también es mentora. Con su propia página web, mimentoring.com, «doy servicios online de mentorías a todos aquellos seres humanos que están estancados».
Mi Mentoring («Me regalé valentía, honestidad y acción. El mayor acto de amor por mí misma. Salté a mi encuentro, solté apegos, dependencias. Me di permiso para expresar mis emociones sin juicios ni críticas.» «te conviertes en el amor de tu vida»)