A la hora de hacer un postre, ya sea un bizcocho o cualquier otro, lo que más se busca a la hora de prepararlo es que la receta a hacer sea sencilla, porque de lo contrario los chef más inexpertos tiran pronto la toalla. En este caso la de este de chocolate, además de fácil y riquísimo, es ideal como base para tartas y pasteles. Se puede rellenar y decorar al gusto de cada uno o se puede disfrutarlo así tal cual. Es una receta en sólo dos pasos: mezclar, hornear y listo, sin ninguna complicación que te sacará de más de un apuro. Queda húmedo y muy esponjoso, con un sabor a chocolate que hará las delicias de los paladares más exigentes, por lo que triunfarás seguro.
Ingredientes del bizcocho

Para hacer esta receta de bizcocho de chocolate lo más complicado quizás, y sin llegar a un alto nivel, sea la búsqueda de los ingredientes, que serían 75 gramos de cacao en polvo, y un poco más para espolvorear el molde, 180 gramos de harina de todo uso, 300 gramos de azúcar, cucharadita y media de bicarbonato sódico (6 gramos), 3/4 partes de cucharadita de polvo de hornear (4 gramos), 3/4 partes de una cucharadita de sal fina (4 gramos), dos huevos grandes, 180 ml de leche, 180 ml de agua caliente, 3 cucharadas de zumo de limón, 3 cucharadas de aceite de girasol u oliva suave, una cucharada de esencia de vainilla y mantequilla para engrasar el molde.
El molde del bizcocho

A la hora de empezar con la receta de este bizcocho de chocolate, lo primero es precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Luego se prepara una buttermilk y se añade el zumo de limón, o vinagre blanco, a la leche y mezcla. En unos minutos estará lista para usar en el bizcocho. Hay que preparar entonces el molde, a ser posible uno desmontable de 22 centímetros de diámetro. Se coloca papel vegetal en la base, se cierra el molde, y se recorta el sobrante. Se puede utilizar un molde que no sea desmontable y cortar un disco de papel vegetal para ponerlo en la base. Se engrasa con un poco de mantequilla la base y las paredes del molde que hayamos elegido y se espolvorea un poco de cacao en polvo hasta cubrir la base y paredes del mismo, para que luego sea fácil de extraer.
Cómo mezclar los ingredientes

El siguiente paso de la receta de bizcocho de chocolate sería mezclar los ingredientes sólidos en un bol. A través de un tamiz, se añade el cacao, la harina, el azúcar, la sal, el bicarbonato, la levadura química o polvo de hornear y se mezclan bien todos los ingredientes y se añade el buttermilk. Llegado este momento se añaden los ingredientes líquidos: los huevos, el aceite, la esencia de vainilla y el agua caliente, y se bate todo con unas varillas. Es mejor empezar por una velocidad baja y luego verter al molde cuando esté todo bien mezclado.
Pasos para acabar la receta

Ya nos quedarían pocos pasos para acabar nuestro sencillo bizcocho de chocolate. Habría tan solo que volcar la mezcla en el molde e introducir el mismo en el horno. Un buen consejo para este paso es colocar éste en el segundo de los cinco niveles que suelen tener esos electrodomésticos. Debería hornearse el bizcocho durante unos 45 minutos. Transcurrido ese tiempo sólo habría que abrir el molde y pasarlo a una rejilla para que se enfríe. Y a disfrutar con su sabor y esponjosidad.
Bizcocho al microondas

Si te ha gustado esta receta de bizcocho de chocolate prueba también con ésta que paso a explicar en microondas. Coloca los huevos en un bol, añade el azúcar, y bate ligeramente con las varillas eléctricas o de forma manual, a velocidad baja. Cuando la mezcla empieza a espumar, añade la leche, la mantequilla derretida, una pizca de sal, y tamiza la harina junto con el cacao el polvo y la levadura química o polvo de hornear. Bate de nuevo y cuando la masa está integrada pásala al molde. Engrasa primero éste con el spray desmoldante o mantequilla, vierte toda la masa en el molde e introduce el bizcocho al microondas a 700 vatios, durante 5 minutos. Con la ayuda de un plato, desmolda dándole la vuelta, no lo dejes enfriar dentro del molde y cuando esté frío se puede espolvorearlo con azúcar glas o dejarlo sin ningún tipo de decoración.