Juan Carlos I ha reinado en España durante casi cuarenta años. Cuatro décadas que le dejan una escuela de poder que el emérito sabe utilizar a la perfección. Puede que no ostente la supremacía estatal que posee Felipe VI en estos días, pero el Borbón conoce muchas formas de ejercer la presión y el poder real desde la sombra.
Juan Carlos I Versus Felipe VI
Hace apenas unas semanas nos hacíamos eco de la noticia de que Juan Carlos I exigía, con buenas palabras, una celebración oficial por su 80 cumpleaños. El emérito llegó al mundo en las mismas fechas que los monarcas de Oriente, el 5 de enero. Para ese momento, don Juan Carlos solicitó a su hijo que se celebrase un cumpleaños de carácter oficial, así como el que tuvo lugar en Oslo para festejar la misma redonda edad del que fuera rey de Noruega, su colega Harald.
En aquel momento, y de forma más íntima, Juan Carlos confesó este profundo secreto a su círculo más próximo, amigos que además consideraban que era de ley rendirle un merecido homenaje, no solo por sus 80 años sino por los casi 40 en los que se encontró desempeñando una labor impecable y un durísimo trabajo al frente de la Corona de España. No obstante, Felipe VI tenía otros planes…
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El freno de Felipe VI, el rey de la austeridad
La costosa salida de la crisis económica, las constantes indecisiones del gobierno, el conflicto con Cataluña… No ha sido un año fácil este 2017. El rey Felipe no encuentra demasiado de recibo la idea de organizar un cumpleaños de forma tan ostentosa y oficial. No es España un país demasiado apegado a la Monarquía como lo es Noruega o Reino Unido.
En un principio, tal y como recogía la revista ‘Más y más’ «sus deseos (los de don Juan Carlos I) no estarían en consonancia con los planes que tiene su hijo, Felipe VI, que prefiere que los festejos de este día tan importante para su padre se celebran en la intimidad del palacio de La Zarzuela, como ya viene siendo habitual en los últimos tiempos». En cambio, la idea del jefe del Estado, por imposición de don Juan Carlos, ha sufrido una radical modificación…
Sí habrá celebración
Como se dice vulgarmente: «ni para ti, ni para mí». Ambos monarcas han convenido una forma de celebración que toca los puntos clave dadas las fechas tan especiales que quedan por venir. No solo cumple 80 años el rey don Juan Carlos I el próximo 5 de enero, sino que también lo hace doña Sofía, algo más adelante, el 2 de noviembre.
Además, es el 40 aniversario de la Constitución Española, un hecho que influye en la última decisión del rey de España, la de mirar hacia otro lado y cumplir los caprichosos deseos de su progenitor, ávido de loa y reconocimiento tras unos últimos años de de escándalo, y por consiguiente, escarnio público. Ha sido precisamente Felipe VI, quien ha comunicación a través de la Casa Real de su Majestad el Rey que finalmente sí habrá un homenaje para los reyes Eméritos por su 80 cumpleaños, pero que estará revestido de tributo al 40 anivesario de la Constitución Española. Las actividades homenaje que realizará Casa Real son las siguientes…
Juan Carlos I acudirá a la Pascua Militar
Algo más reconciliado con la (ya no tan nueva) Familia Real, don Juan Carlos I tiene previsto, previa confirmación oficial por parte de Casa Real, aparecer junto a su esposa, doña Sofía, su hijo Felipe y su nuera Letizia el próximo 6 de enero con motivo de la Pascua Militar en el Palacio Real. Se contará, además, con el Gobierno, con Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal al frente, las altas instituciones del Estado y la cúpula de las Fuerzas Armadas.. El emérito se reencuentra con un evento al que no acudía desde su abdicación en junio de 2014.
Por otro lado, Zarzuela no ha querido brindar más detalles en torno a los siguientes homenajes que tendrán lugar en honor a los reyes eméritos de España. Lo que sí han querido subrayar es que durante todo el año venidero, 2018, “desde Zarzuela se organizará una serie de iniciativas y actividades públicas a través de distintos ámbitos de la sociedad española”.
Quitando la paja y llegando al grano, ¿por qué ha cedido Felipe VI ante las presiones de su padre? ¿Cuál ha sido el motivo que lo ha llevado a aceptar su imposición real? Sabemos la respuesta.
40 aniversario de las primeras elecciones democráticas
El hecho de que don Felipe haya cedido a las presiones de su padre en esta instancia no está basado en otra cuestión más que en el chantaje emocional de un progenitor a su vástago. Juan Carlos I no deja de ser un señor quasi octogenario, que, a fin de cuentas, ha deshecho grandes nudos en la historia de la democracia de nuestro país.
El pasado 28 de junio, en la celebración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas, el antiguo Monarca recibió un zasca del que aún se está recuperando: fue privado de acudir al gran homenaje de los primeros comicios celebrados en 1977, del que él formó parte activa en su origen. El Congreso de los Diputados celebró en ese mencionado día un acto con todos los honores que merecía el 40º aniversario de las primeras elecciones democráticas, donde se reunieron, además, los grandes protagonistas de la Transición Española. Todos, menos don Juan Carlos.
La respuesta de Zarzuela molestó profundamente a don Juan Carlos… ¿Qué expuso Casa Real para levantar tantas ampollas en el ámbito familiar?
«Solo hay un Rey»
«No hay dos reyes, jefe del Estado solo hay uno, Felipe VI«, exclamó Zarzuela en el último desquite del Monarca para con su padre, que fue considerado «una humillación» por parte del entorno más íntimo de don Juan Carlos. Después de este monumental cabreo, que además, se hizo público, el antiguo Rey no estaba dispuesto a soportar ni una más.
Fuentes cercanas al Monarca hablaban de don Juan Carlos como una persona «dolida» por haber sido «el camión de la Transición» y no haber sido invitado al 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas. «Es una humillación», concluían. Además, sus hijas, Elena y Cristina también se mostraron del lado de su padre y en contra de la decisión de su hermano Felipe y su esposa, Letizia, quien también pincha y corta en lo referente a palacio.
El padre ha vencido al niño. El emérito ha ganado el pulso al jefe del Estado.