Solo existe una Rossy de Palma, eso es más que seguro. Una mujer fuerte, con personalidad y muy segura de sí misma, una mujer que nos sorprende y que nos enriquece cada vez que habla en una entrevista. Rossy es, sin duda, una de las grandes mujeres de nuestro siglo.
Rosa Elena García Echave, que es el verdadero nombre de la polifacética actriz, es una mujer de bandera y una de las más queridas de España. ¿Quieres conocer siete motivos por lo que la queremos tanto? Pues quédate y sigue leyendo ya que no hay dos como Rossy, de eso estamos más que seguros.
Rossy de Palma, mujer valiente

Rossy de Palma es una luchadora nata, de eso estamos seguros, y es que tuvo que empezar a luchar con los demás cuando era bastante pequeña. Una de las cualidades que más resaltan en esta mujer tan polifacética es su nariz, que provocaba cierto desagrado en algunas personas, pero no en ella.
Confiesa que muchos se metían con ella por el tamaño de su nariz y que consiguió hacer oídos sordos en su etapa más juvenil. Eso sí, ahora, en la actualidad, ha confesado que siente que empatiza mucho con las personas y que, cuando le dicen algo referente a su físico -desagradable, claro está-, piensa en cómo se tiene que sentir esa persona para transmitir tan mala energía.
Rossy se acepta tal y como es y, lo que es mejor aún, se quiere y se adora. Sin duda alguna, una lección que todos deberíamos tener en cuenta.
Por ser un icono de la Movida Madrileña

Rossy de Palma dejó el instituto sin acabar BUP porque le aburría tremendamente, no soportaba estar ni un segundo más en las aulas, y no porque no le interese el conocimiento, sino porque no veía claro cómo se lo contaban. La cuestión es que decidió formar junto a unos amigos un grupo musical llamado Peor Impossible, y triunfó.
Esto les hizo trasladarse a Madrid para convertirse en uno de los iconos de la Movida Madrileña. Es cierto que no podía ganarse así la vida, de hecho trabajaba de camarera, que fue el momento en el que Pedro Almodóvar la descubrió, en la misma época, pero se divertía y era lo que importaba ya que realmente era lo que estaban buscando.
Por ser la mujer de las mil y una profesiones

No puede estarse quieta y, aunque no la hemos visto de cajera en el supermercado, sí que es cierto que Rossy ha desempeñado muchos trabajos, como el de camarera que ya hemos comentado o el de vendedora de ropa ambulante en su juventud. La cuestión es que esta mujer no sabe quedarse quieta y siempre tiene proyectos en mente.
La hemos visto modelar, actuar, dirigir, cantar, bailar, escribir..., vamos, que no podemos decir que Rossy de Palma sea una mujer aburrida. Además, hay que añadir que Rosa Elena nunca ha buscado el éxito total ya que, como bien dice, el éxito no te lleva a ningún lado, te puede incluso destruir. A ella le interesa más la energía y si esta es auténtica, entonces todo será perfecto.
Rossy de Palma, una mujer reivindicativa y feminista

Si hay algo que siempre ha defendido Rossy de Palma es el feminismo y el papel de la mujer. Siempre aprovecha para comentar que las actrices ganan menos dinero que los actores y que las propias mujeres deberían escribir papeles para mujeres y no para hombres.
Además, su estilo de vida siempre nos ha causado una gran fascinación y es que ha vivido siempre como ha querido, sin importarle demasiado el qué dirán, algo que no se ve demasiado.
Ha criado a dos hijos sola, sin padre, y los ha educado de la mejor manera posible, siempre dentro de una ideología feminista en la que ambos se sentían libres de escoger sus caminos.
Por llevar la moda a su terreno personal

Cuando a Rossy de Palma le preguntan si es importante seguir la moda ella tiene una contestación perfecta: ‘en el mundo de la moda, los que triunfan son siempre los que rompen las limitaciones’, ¿Qué quiere decir esto? Pues que vistas como quieras y que te pongas lo que realmente te guste.
Rossy, por ejemplo, confiesa que hubo épocas en las que llevaba mucho un vestido de noche con bambas o cazadora de cuero, algo que hoy en día, por otra parte, es una auténtica tendencia.
Hay que tener en cuenta que esa forma de ser, y de vestir, ha llevado a Rossy a ser la musa de más de un diseñador, incluido Jean Paul Gaultier.
Por ser una madraza en toda regla

Aunque esto es algo desconocido para muchos, Rossy de Palma tiene dos hijos a los que adora y a los que ha criado ella sola. Gabriel y Luna Mary son la luz de sus días, según cuenta la mallorquina, y es que confiesa que los mayores tesoros de su vida son sus hijos, a pesar de haberlo tenido que criar sola.
A su vez, sus hijos, que son ya mayores de edad, confiesan que no han sentido la falta de una figura paternal en casa, Rossy se ha encargado de asumir todos los papeles, tanto el de madre como el de padre, a la vez que asumía otros papeles en el mundo del cine.
Ambos tienen ambiciones muy parecidas a la de la chica Almodóvar. Gabriel siempre va acompañado de una libreta ya que le fascina crear. Luna Mary, por otra parte, ha heredado su pasión por la interpretación y ya está haciendo sus pinitos en el cine.
Y, cómo no, por su carisma

La mujer de las largas piernas, y es que si hay algo que destaca en Rossy, además de su rostro que recuerda a las pinturas de Picasso, son sus piernas. Ella siempre cuenta que en el momento del parto su padre preguntaba todo el tiempo que ‘cuándo se iban a acabar esas piernas’. Pero no es eso lo que nos conquista de Rossy (que también), sino su lado más carismático.
Rossy es una mujer que consigue conectar con todo el mundo, y quizá es por eso por lo que Almodóvar la busca siempre para sus películas. Además, también consigue acercar al público lo imposible, y eso lo vemos en sus obras de teatro. En definitiva, Rossy de Palma es una mujer que se puede sentir muy cercana y eso a nosotros nos encanta. ¡Qué viva Rossy!