La llegada de Letizia Ortiz a la vida del príncipe de Asturias estuvo rodeada por una operación orquestada para poner a los españoles ante un hecho consumado. Se trataba de que no hubiera margen de maniobra para que la elección sentimental de don Felipe fuera reprobada. Y a partir de aquí se empezó a escribir la historia de doña Letizia. Quedan muchas preguntas por responder sobre su vida anterior. Descubrimos los secretos mejor guardados de la periodista que desapareció tras la Reina Letizia.
El manto de silencio

La Operación Zilencio que se diseñó para evitar que trascendiera a la prensa la relación sentimental entre don Felipe y Letizia Ortiz se extendió a otros aspectos. El más importante guarda relación con el pasado de la periodista. Es muy difícil bucear en la vida anterior de doña Letizia. Es como si se hubiera impuesto un manto de silencio que nadie osa levantar por temor a represalias.
“Las dificultades para escudriñar en el pasado de Letizia Ortiz choca con todas las personas que han convivido con ella los primeros años. Una cadena internacional de noticias ofreció en su momento miles de dólares por hacerse con el vídeo y las fotografías de la boda de Letizia en Almendralejo sin éxito alguno. Otros periodistas, como Joan Jolís, de la revista Pronto, viajó a Asturias con el fin de entrevistar a las antiguas compañeras de la Princesa de Asturias del colegio La Gesta I de Oviedo”. Quien así habla es Isidre Cunill, que se atrevió a abordar este peliagudo asunto del secretismo sobre el pasado de la periodista que se convirtió en princesa.
Y volviendo a la búsqueda del testimonio de alguna de las antiguas compañeras de colegio de la Reina Letizia, Cunill explica: “Me encontré con verdaderos problemas para hablar con ella, y cuando localicé a una que se atrevió a dialogar conmigo (Joan Jolís), me dijo que habían hecho un pacto de silencio para elevar a «secreto de Estado» todo lo relacionado con la princesa de Asturias. Y que si alguna de ellas hablaba, la sacarían del grupo de ex alumnas que suele reunirse una vez al año en una cena de confraternización”.
México lindo y querido

Aunque Letizia Ortiz siempre ha mantenido que cumplió su sueño cuando le concedieron una beca para realizar el Doctorado en México, la realidad es que su primera opción era Estados Unidos. Sin embargo, su bajo nivel de inglés hizo que tuviera que conformarse con el país azteca. Una de las personas que mejor conoce esta etapa de la vida de la reina es el periodista Fran Ruiz. Así recuerda la primera vez que la vio, en la redacción de la revista Tentaciones: “Ella apareció con un currículum en la mano, fue a ver al jefe, no sé cómo sería el acuerdo pero al parecer fue muy rápido”.
En opinión de Fran Ruiz, la Reina Letizia es: “una persona ambiciosa, muy inteligente, que sabe lo que quiere. Es una mujer guapísima que amaba el periodismo”. El periodista respondió así a la pregunta de si la Letizia que él conoció era una mujer abierta: “Muy espabilada, inteligente, y excepcionalmente bella, tenía unos ojos bonitos. Creo que supo aprovecharse de esa condición, era bonita y se dejaba querer. Ella llegó en plena juventud, y con las pilas cargadas, muy guapa, llamaba la atención. El momento más claro que tengo de ella es cuando la vi por los pasillos del periódico, y todos debimos voltear porque no se podía evitar verla. Nadie pudo imaginar que ella, nuestra Letizia, pudiera ser la futura reina de España”.
Guadalajara, living la vida loca

Fran Ruiz asegura que compartió mucho con doña Letizia: “Fuimos muy buenos amigos, muy cercanos. Sobre todo teníamos muchas cosas en común. Inquietudes muy parecidas, nos dedicamos a disfrutar al máximo esa aventura mexicana o americana, es decir venir desde España, de una provincia, y acabar en Guadalajara, era otro mundo, y para colmo haciendo lo que más nos gustaba. Además nos tocó estar en un periódico que en esa época era referencia de frescura, de innovación y de un periódico muy dinámico. Fuimos a caer en el lugar perfecto. Estuvo poco tiempo, nueve meses, pero me consta que lo gozó bastante”.
Quienes conocieron a doña Letizia cuando era periodista se sorprendieron al saber que iba a casarse con don Felipe. Sin embargo, a Fran Ruiz no le extrañó: “Desde la idea española, cualquier mujer de 30 años que se acerque al príncipe, podría dejarlo todo si el príncipe se fija en ella. Es un dulce demasiado atractivo para rechazarlo”.
Letizia Ortiz disfrutó la aventura mexicana al máximo, así lo confirma su antiguo compañero de redacción: “Te puedo decir que Letizia hizo lo que se espera de una periodista joven española llegada a México, conocer el país, conocer a la gente, integrarse. Además éramos buenos amigos, pero sus intimidades no me las contaba”.
El primer matrimonio de Letizia

Doña Letizia conoció a su primer marido, Alonso Guerrero, en el instituto Ramiro de Maeztu, en Madrid. Este fue el retrato que hizo de la pareja David Rocasolano, primo de la Reina: “Cuando iniciaron su relación, se puede decir que Letizia era una niña. Ella tendría diecisiete o dieciocho años y él rondaría ya los treinta. Siempre he pensado que Letizia, más que una pareja, buscaba entonces un profesor particular las 24 horas al día. Un tío que le abriera los ojos a todo aquello que desconocía. Porque su relación, por lo que yo compartí con ellos, se basaba en eso”.
Según David Rocasolano, “Alonso hablaba, disertaba, razonaba, y Letizia escuchaba en silencio. O, como mucho, preguntaba… En lo ideológico, Alonso siempre me pareció un revolucionario de chaise-longue. Un radical de izquierdas que riega las macetas, respeta los semáforos, paga sus impuestos y no levanta la voz. Anticlerical furibundo, no sé cómo valorará la conversión al catolicismo más purpurino de su ex mujer Letizia. Presiento que con una ironía distante”.
Una relación inestable

David Rocasolano siempre tuvo claro que lo de Alonso y su prima no tenía futuro: “Aquella relación siempre funcionó desde el desequilibrio. Letizia no comprendía la falta de ambición literaria de Alonso, que escribe unos libros invendibles, experimentales, de vocación decididamente minoritaria. Y Alonso despreciaba los impulsos arribistas de Letizia por alcanzar el éxito periodístico, la fama, el dinero y la consideración social”.
Ciertamente, poco tuvo de tranquila la relación: “Su noviazgo duró casi diez años, pero estuvo jalonado de innumerables rupturas. Vivían juntos, se separaban, se volvían a reconciliar, se daban un tiempo…”. Visto lo visto, no es extraño que cuando a Letizia le salió la oportunidad de irse a México para realizar el Doctorado, aceptara. Así lo vivió su primo: “Cuando Letizia me anunció que le habían concedido una beca en México para realizar el Doctorado, ni siquiera le pregunté por Alonso. Supuse que aquello era la conclusión natural de una relación extraña, dispareja, más pygmalioniana que amorosa”.
La mujer fría e indestructible

En una de esas reconciliaciones, Alonso y Letizia anunciaron que se casaban. Fue una boda por lo civil en Almendralejo que coincidió con la noticia de la separación de los padres de la novia. Eso ocurrió en 1998 y el divorcio llegó en octubre del año 2000. David Rocasolano fue el abogado escogido por la pareja para llevar adelante los trámites: “Su ruptura fue fría. No hubo ningún tipo de discusión económica porque no había nada que repartir. Ya habían vendido la casa. Cada uno se había llevado su dinero a partes iguales. Más o menos, 24.000 euros por cabeza. Lo sé bien porque yo era quien le llevaba las cuentas a mi prima”.
En aquellos días, doña Letizia, según su primo, “tendría unos 36.000 euros ahorrados. Suficiente para empezar otra vez”. Una vez firmado el convenio de separación en el juzgado, “Letizia salió de Arganda como alma que lleva al diablo, pasando página lo más rápido que pudo. No sin dolor. Pero manteniendo esa actitud hierática de los acostumbrados a los reveses, a las hostias de la vida. Es una sufridora. Pero una sufridora interior. Fría, orgullosa, cabeza alta, indestructible”.
Don Felipe sintió un regusto amargo cuando rompió con Eva Sannum. Estaba profundamente enamorado pero fue consciente de que debía seguir el consejo de quienes le rodeaban. Lo peleó llegando, incluso, a enfrentarse con su padre. Sin embargo, le hicieron ver que el pasado de la noruega era algo que no aceptaría el pueblo y dio su brazo a torcer. Y entonces llegó Letizia. Lo de Eva, comparado con lo suyo, era una tontería. Sin embargo, en esta ocasión, el entonces príncipe de Asturias no estaba dispuesto a ceder. Quería casarse con la periodista. Fue entonces cuando empezó la Operación Letizia
Deprisa, deprisa

El hecho de que Letizia Ortiz Rocasolano fuera divorciada suponía un gran inconveniente. En Zarzuela consideraron que la periodista no iba a pasar la prueba de fuego y decidieron poner a los españoles ante un hecho consumado. Se saltaron los meses de noviazgo pertinentes en otros amores reales y anunciaron directamente el compromiso matrimonial. Los implicados sabían que estaban corriendo demasiado. De hecho, don Felipe manifestó en aquellos días: “Hubiéramos necesitado más tiempo para preparar esto…”.
El tiempo era algo vital para la pareja. Tras el anuncio del compromiso, empezó una carrera frenética por aportar datos sobre Letizia Ortiz. Su pasado en México, su primera boda, sus orígenes familiares, sus relaciones laborales… Sin embargo, quedaban detalles más importantes por resolver.
Días de furia

En su libro Adiós, Princesa, David Rocasolano explicó cómo vivió el día en que don Felipe y su prima le llamaron a Zarzuela. Ambos estaban francamente preocupados por un detalle ocurrido en la vida de ella que, de conocerse, podría significar el fin de la relación. Se trataba de algo que la Reina Sofía no aceptaría, así como tampoco la iglesia y otros sectores de lo más conservador.
Al igual que muchas jóvenes de su edad, doña Letizia se quedó embarazada, siempre según David Rocasolano, y decidió abortar. La intervención se produjo en una clínica madrileña. La pareja le encomendó a David la misión de hacer desaparecer el expediente médico. Todavía no se había anunciado el compromiso matrimonial por lo que quedaba cierto margen de maniobra.
Durante los días en que David resolvía el asunto, doña Letizia le llamó varias veces muy alterada. Era consciente de que aquello podía dar al traste con todo. Al final, su primo lo consiguió. Los papeles que contenía el expediente médico que le abrieron en la clínica donde se le practicó a la periodista la intervención del embarazo, acabaron convertidos en ceniza. Pero, ¿aseguró eso su total eliminación? ¿Seguro que nadie tendría copia de tan comprometidos documentos?
Operación Letizia

La naturalidad con la que se comunicó que Letizia Ortiz estaba divorciada no se hizo extensiva a la segunda parte del asunto. En Zarzuela estaban muy nerviosos con la posibilidad de que alguno de los asistentes a la boda pudiera caer en la tentación de vender las imágenes del enlace. Así las cosas, a los invitados se les hizo comprometerse a no entregar fotografías o vídeos a los medios.
Doña Letizia fue la encargada de requerir a sus familiares que le enviaran cualquier recuerdo del día en que se casó con Alonso Guerrero, el profesor universitario que fuera su primer amor. Por supuesto, nadie se negó. Sin embargo, es posible que hicieran copias, como hizo su primo David de los documentos que le encargó destruir.
En cuanto a la sentencia de divorcio de la Reina y Alonso Guerrero se ha comentado hasta la saciedad que se habilitó una caja fuerte especial para guardarla. Sin embargo, todo esto tiene pinta de ser un bulo, ya que son varias las personas que tienen una copia en su poder. La resolución es como cualquier otra cuando se trata de un mutuo acuerdo.
Boda por sorpresa

La Reina quería controlar al máximo a los suyos para que no metieran la pata. Era consciente de que su origen social sería objeto de críticas, y no se equivocó. Aquello de “La nieta de un taxista” se pronunció y escribió hasta la saciedad. Ella misma se encargó de hablar con sus familiares para pedirles discreción.
Al final, los Ortiz Rocasolano ya no podían más con la presión de doña Letizia, que estaba de los nervios. Quería que nada escapara a su control. Así las cosas, a su padre, Jesús Ortiz, no le quedó más remedio que casarse con Ana Togores, con quien llevaba años de feliz convivencia sin firmar papel alguno. La pareja ya tenía una hija.
Quizás fuera un guiño a doña Sofía, muy estricta y observadora de las costumbres, que no ve con buenos ojos que las parejas compartan lecho sin antes pasar por la vicaría. Sea como fuere, el caso es que a Jesús y Ana les tocó hacer el paripé y celebrar una boda a toda prisa antes de la don Felipe y doña Letizia. A pesar de todo, Ana Togores se quedó fuera del enlace. Es cierto que han contado con ella en otras ocasiones familiares. Eso sí, la premisa es que no sea captada por los medios. Así las cosas, Ana permanece en una sala hasta que se han marchado cámaras y fotógrafos. Lógicamente, cuando se reúne con la familia, lo mejor ya ha pasado. Ha ocurrido en los bautizos de las infantas Leonor y Sofía.
Letizia se desdibuja

La Operación Letizia también ha afectado al aspecto de la Reina. No es casualidad que su rostro haya mutado. Quien diseñó este apartado, lo hizo con la intención de suavizar los rasgos de doña Letizia para que resultaran menos agresivos. Se sometió a una rinoplastia y su nariz prominente desapareció. En cuanto a la redondez de su óvalo facial, eso se ha conseguido a base de medicina estética. También se puso especial hincapié en borrar las arrugas tan llamativas que antes de casarse tenía alrededor de los ojos, lo que se conoce como patas de gallo.
Poco a poco, la periodista fue desdibujándose hasta parecer en otra persona. No cabe duda que ha ganado con el cambio. Sin embargo, algunas voces han señalado que ha acabado convirtiéndose en un clon de Rania de Jordania. A pesar de todo, con el paso de los años, la Reina pisa fuerte, tanto que han tenido que llamarle la atención.
Este verano, doña Letizia tiene una prueba de fuego en Palma. Allí tendrá que dejarse ver y compartir con su familia política. La metedura de pata con doña Sofía le ha hecho perder enteros y se ha tenido que diseñar una estrategia de cara a la galería para que recupere los puntos perdidos. ¿Saldrá victoriosa? Disciplinada es, y mucho. Por tanto, hará lo que se espera de ella. Otra cosa es que transmita, su auténtico talón de Aquiles.
Y ahora ¿el divorcio? Sin duda, una de las noticias más candentes y que más revuelo están causando son la posible separación entre Felipe VI y Letizia Ortiz.
Las especulaciones, llevan vigentes desde hace muchos meses, pero sin duda, empezaron a cobrar mayor fuerza desde el famoso suceso de Palma. Pese a que todo el mundo pone la mano en el fuego y afirma que la presunta separación es cuestión de poco tiempo. Nosotros afirmamos que no todo es plata lo que reluce.
Letizia separada de Felipe en su aniversario

Son muchos los rumores que se han desatado, como consecuencia de la revelación, de que por primera vez Letizia y Felipe están separados en su aniversario.
Las especulaciones sobre que se están dando un tiempo, para replantearse si la separación es buena opción, han ido creciendo. Pero nosotros creemos que no es así.
Seamos realistas. Los reyes son una institución, y la agenda que tienen lleva planteada y prevista mucho tiempo. Y sí, pese a que hacen 14 años de matrimonio, el 22 de mayo, la reina se encontrará en el Caribe, mientras que el rey estará en Madrid.¿Por qué esta separación?
El motivo de la separación entre Letizia y Felipe

Letizia según la agenda prevista, se encontrará en un compromiso real relacionado con temas de de la igualdad de género, el desarrollo rural… empezará su viaje el 20 de mayo y volverá el 24 de mayo. Cuatro días de ausencia en las que su aniversario se encuentra en la mitad de ese viaje.
Pero bueno, lejos de lo que se ha especulado, estamos seguros que su aniversario, será celebrado por lo grande, días más tarde o incluso antes de este viaje.
Letizia y Felipe: Una historia de amor poco convencional

Como muchos ya saben, Letizia y Felipe se conocieron cuando ella estaba cubriendo un acto como periodista, la química entre ambos fue inmediata. Las miradas furtivas, las sonrisas… empezaron algo que, hoy todavía, sigue vigente.
La oposición por parte de la familia real ante su compromiso, fue inmediato. Sofía de Grecia tenía una clara oposición, el motivo principal fue que: Letizia era una mujer divorciada.
Y eso, no le agradaba a Sofía. La relación entre ambas, siempre ha sido un poco como una montaña rusa. De puertas para fuera, una sonrisa. De puertas para dentro, mirada para otro lado.
Letizia Ortiz: Un largo matrimonio

Felipe VI desoyó los consejos que le dió su familia, y hizo caso a su corazón. ¿Por qué iba a tener que perder al amor de su vida? ¿Por estar divorciada?La respuesta que tuvó Felipe VI fue clara. No.
Así pues, decidió dar un pasó más en su relación y el compromiso fue real. Así, año tras año, han ido sumando momentos juntos. Incluso una pequeña familia: Leonor y Sofía. Que le han hecho replantearse un poco, las pocas ganas incluso de ser madre. ¿Quién la iba a decir que iba a formar parte del trono real?
¿Letizia y Felipe en proceso de separación?

Por tanto, a lo rumores que alegan que Letizia y Felipe van a iniciar una separación silenciosa como la que llevaron acabo los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía de Grecia; decirles que esto no tiene que ser así.
Las alarmas aunque parecen sonar, no lo están haciendo. La relación entre ambos puede haberse distanciado un poco, pero el divorcio es inviable. Ambo pierdes, pero sus hijas también, por no hablar de como quedaría la figura de la monarquía.
Nosotros, a pesar de las declaraciones que algunos antiguos amigos de la Familia Real han hecho. Como es el caso de Jaime Peñafiel, sólo podemos alegar que no todo lo que se dice es verdad, y de momento, sólo hay especulaciones sin fundamento.
Así empezó todo. Sensacionalismo barato.

Si Neue Post está en lo cierto, la vida de doña Letizia daría un giro importante. El tema económico lo tiene resuelto de por vida ya que está previsto que reciba una más que generosa asignación. En cuestión de vivienda, ningún problema. Tendría dos a su disposición, acondicionadas a su gusto y con el servicio necesario para atenderla. Sin embargo, en cuanto a la custodia de sus hijas, renunció en el mismo momento en que firmó las capitulaciones matrimoniales.
Según relató el primo de doña Letizia en su libro Adiós, Princesa, cuando la hoy Reina le llamó para tratar el asunto de las capitulaciones, le aconsejó que no las firmara: “Esto no son capitulaciones matrimoniales, Letizia. Este documento no es ni tan siquiera legal, al menos en algunos aspectos”. David Rocasolano hizo hincapié en la cuestión de la custodia de los futuros hijos de la pareja: “En un contrato privado, ni en uno público, se puede pactar la custodia de un menor sin pasar por un juzgado”.
La custodia de las hijas de Letizia y Felipe

En las familias reales, el asunto de las capitulaciones es algo innegociable, así se lo hizo saber don Felipe a doña Letizia: “Hay que firmarlas tal como están redactadas. No se puede cambiar ni una coma”. Visto lo visto, si el divorcio sucediera, podría empezar un Kramer versus Kramer. De todos es sabido la dedicación de la Reina a sus hijas. No puede pasar sin ellas. En este punto, no cede. Leonor y Sofía son cosa suya y de ahí que se ocupe y preocupe en estar el mayor tiempo posible con ellas.
La Reina es de aquellas madres que va al colegio a hablar con los profesores y se sienta con las infantas para hacer los deberes. De hecho, tanta dedicación ha llevado a algunos maledicentes a criticarla sin fundamento alguno. Ella lo tiene claro, madre antes que Reina. Por tanto, las las niñas son lo primero en su vida.
¿Cómo será al vida de Letizia?

La de doña Letizia no será ni mucho menos la vida de una alegre divorciada. Como madre de la heredera, debe ser ejemplar y parecerlo. Por tanto, si volviera a enamorarse, tendría complicado casarse. La suya sería una existencia de perfil bajo y solo aparecía en la foto oficial en caso de celebraciones relacionadas con sus hijas: bodas, bautizos, comuniones, graduaciones…
Al deja de pertenecer a la Familia Real, Letizia no tendría obligaciones de representación. En caso de que don Felipe necesitara acompañante para algún acto, esa misión recaería en su hermana Elena o bien en su madre. Aunque, visto lo visto, el Rey se desempeña muy bien solo. Desde muy joven, ha acudido a tomas de presidencia y otros actos de gran envergadura social para los que estaba aconsejado acudir acompañado y se ha desenvuelto muy bien en solitario.
Agenda pública de Don Felipe y Doña Letizia

Nada más matrimoniar con don Felipe, doña Letizia intentó tener agenda propia. Sin embargo, eso se desaconsejó en Zarzuela porque podría no ser entendido y tampoco bien recibido. La entonces Princesa de Asturias comprendió las explicaciones que le dieron, y como lo que realmente quería era trabajar por España, se puso al servicio de la Corona.
A excepción de algunos actos, los Reyes siempre van juntos. Esto ha hecho que doña Letizia esté comprometida con muchas causas sociales pero con ninguna en particular. Quizás, en caso de divorcio, podría involucrarse en proyectos humanitarios que fueran de su agrado. Eso sí, siempre con el visto bueno de la Casa Real.

No es la primera vez que se habla sobre la posible separación de los Reyes. Hace algún tiempo se comentó que la situación entre ellos era tan tensa que hasta don Juan Carlos le aconsejó a su hijo que se divorciara. Sin embargo, si hubo crisis, se fue por donde vino porque ellos ofrecen la imagen de una pareja feliz y enamorada. Además, como dijo doña Sofía cuando le preguntaron sobre peleas conyugales, “¿Quién no discute alguna vez con su marido?”.
Todo indica que Neue Post se ha hecho eco de un rumor que se disparó a raíz de la filtración de las imágenes donde se veía el desencuentro entre doña Letizia y doña Sofía. Según algunos, no fue casualidad que el vídeo fuera servido tal cual a los medios. Pero esto no es más que un runrún que tampoco debe tomarse como verdad absoluta.