Belén Rueda es una de las actrices más queridas de España. En su trayectoria ha protagonizado grandes series y películas en los que ha demostrado ser una increíble profesional. Aunque sus hazañas laborales son más que conocidas, lo cierto es que ha tenido que superar momentos personales muy complicados que no todo el mundo conoce. La actriz es una luchadora y ha superado grandes barreras que le han dado una fortaleza sin igual.
El susto de salud de Belén Rueda
En la vida de Belen Rueda ha habido muchos momentos que han marcado un antes y un después. Uno de los episodios más delicados fue el ictus que sufrió. La actriz se sinceró en ‘El hormiguero’ sobre lo que supuso este problema de salud: “Pensé que era una lipotimia, que te da un mareo y pierdes el conocimiento durante un tiempo muy cortito, pero llamé a mi hermana que vive al lado. Está acostumbrada a verme, vino a mi casa y me vio rara, y fue ella la que decidió llamar en ese momento a la ambulancia”, explicó por primera vez.

Para que todo quedara en un susto, fue fundamental la rápida actuación de su hermana y del equipo médico: “Mi hermana me decía que sonriera, que hinchara los mofletes de aire y que cerrara los ojos e intentara tocarme la nariz. Dependiendo de la zona de la cara que te tocas, el ictus te está afectando a una parte del cerebro u otra», explicó. Belén Rueda reveló cuáles fueron los pasos para el tratamiento: “Vino la ambulancia rapidísimo y me llevaron al hospital, fue un ictus transitorio. Te pegas un buen susto. Y me dijeron que era estrés. También es verdad que me descubrieron un aneurisma y tengo un stent”, revelando su estado médico.
Los desengaños amorosos de Belén Rueda
Belén Rueda dio a luz a tres hijas junto al productor Daniel Écija. Estuvieron juntos más de 15 años, hasta que en 2004 se separaron. La hija mayor de ambos, que también es actriz, habló durante la celebración del Festival de cine de Málaga. Después de trabajar juntos en un proyector profesional, veinte años después de su ruptura y Belén Écija contó cómo fue este momento: “Están muy contentos y ha sido muy bonito verles juntos”, con satisfacción.

Belén Écija reveló cómo vivió la separación de sus padres: «Es muy sano, porque te das cuenta de que no todo es que tus padres tienen que estar juntos. Te puedes divorciar porque no tienes la misma vida, y es bonito ver que las personas se pueden seguir queriendo. En el trabajo siempre han funcionado”. Además, Belen Rueda ha contado en repetidas ocasiones que tiene buena relación con el productor y ha sido muy sencillo trabajar con él.
Una pérdida irreparable
El peor momento de Belén Rueda fue el fallecimiento de su hija María cuando solo tenía once meses a causa de una cardiopatía. Recientemente, en el podcast de Vicky Martín Berrocal, se ha sincerado como nunca sobre este capítulo tan difícil de su vida: “Pasas por fases. Al principio es negación absoluta de que eso haya ocurrido, tienes la sensación cada día que te levantas de que va a estar; de que no puede ser verdad, te enfadas y tienes mucha rabia contra todo el mundo en general, piensas que es injusto. Porque no es natural”. Con el paso del tiempo, se ha dado cuenta de la importancia de pasar el duelo y hablar del tema, siendo la única forma de poder vivir con la pérdida.

El fallecimiento de su hija coincidió con la pérdida de su padre al poco tiempo. Belén Rueda se vio sobrepasada por las circunstancias y ahí fue cuando tomó la decisión de empezar su proceso psicológico: «Es curioso, no fui a terapia cuando faltó mi hija pero al poco tiempo falleció mi padre también y dije: ‘Demasiado’. A veces crees que la vida se te va contigo”. Desde el podcast de Vicky Martín Berrocal, mandó un consejo para quien se encuentre en una situacion similar: “El dolor tienes que sentirlo, tienes que vivirlo, es necesario expresarlo, compartirlo, vivirlo sola… Pero cuidado con alargarlo demasiado porque sientas que estás traicionando a esa persona que físicamente ya no está contigo. Porque hay una cosa que es verdad: ella sigue conmigo pero de otra manera”, concluyó.
Para Belén Rueda, fue especialmente desagradable al tener a su primera hija gestionando también la pérdida. La actriz no sabía como hacer para que la pequeña entendiense la situación con solo tres años: “A esa edad los niños no entienden la totalidad. El ‘nunca volverá’ no les sirve, al día siguiente te preguntan dónde está. Entonces te das cuenta más profundamente de la injusticia de algo así. No pasa eso si a lo mejor es un abuelo el que ha cubierto su faceta de vida y desaparece. No preguntan de la misma manera”. De esta forma, la intérprete se dio cuenta de que hay formas muy diferentes de vivir este suceso.