El monarca abdicado está delicado de salud y su movilidad se ha visto muy reducida en los últimos años. Para colmo, el rey Juan Carlos acaba de sufrir un tremendo accidente y ha requerido asistencia médica. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Juan Carlos no levanta cabeza
> El padre de don Felipe VI no pasa por su mejor momento en lo que a la salud se refiere. El pasado verano tuvo que se operado del corazón a consecuencia de una complicada obstrucción en una de sus arterias principales. Poco después, se dejó ver en público con una tremenda cicatriz en su rostro, y Casa Real justificó la lesión asegurando que había sufrido un accidente doméstico sin importancia. Además, sus dolencias en la cadera han mermado considerablemente su movilidad en los últimos años. Don Juan Carlos ya no se separa de sus muletas, y cuando fue a visitar al hospital a su sobrina, Simoneta Gómez-Acebo, todo el mundo pudo ver que necesitó la ayuda de sus escoltas para poder llegar al coche, que lo esperaba a escasos metros de la puerta. Ya no puede desplazarse por su cuenta.
Para colmo, el suegro de doña Letizia acaba de sufrir un aparatoso accidente que ha hecho saltar todas las alarmas en Zarzuela. Por lo visto, el percance ha alcanzado tal gravedad que ha necesitado, incluso, asistencia profesional. ¿Quieres saber qué ha pasado y cómo se encuentra don Juan Carlos I? Sigue leyendo, te lo contamos todo en la página siguiente.
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El accidente de don Juan Carlos I
> Durante su reinado, fueron frecuentes sus traspiés ante la opinión pública. El monarca abdicado tropezaba con facilidad y las cámaras allí presentes recogían el momento, que no pasaba de ser un percance sin gravedad. Sin embargo, cuando se han superado los ochenta años, caer al suelo puede suponer un riesgo mucho mayor para la salud, y es lo que a don Juan Carlos le acaba de pasar. Según ha publicado Paloma Barrientos en Vanitatis, “al salir del coche que le trasladaba a un almuerzo con amigos, el emérito tropezó y cayó al suelo. Afortunadamente, el escolta pudo aminorar el golpe”.
Una vez más, el padre de don Felipe VI se hadado de bruces contra el asfalto, y a pesar de su avanzada edad, el accidente no ha alcanzado mayor gravedad. Eso sí, ha necesitado asistencia médica para comprobar que no ha sufrido daños. “Una vez pasado el susto, al emérito le recomendaron contar con la opinión de un experto por si existía alguna complicación”, sostiene la periodista.
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Juan Carlos, abandonado por su familia
> Más allá de sus problemas de salud, lo cierto es que don Juan Carlos tampoco pasa por un buen momento a nivel emocional. Aunque nunca ha sido muy familiar, el hecho de que cada uno vaya por su lado es algo que le duele. Culpa del desarraigo a Letizia. Está convencido de que no ha parado hasta conseguir condenar al ostracismo a sus hijas y a él. Al parecer, la reina no olvida ni perdona algunos feos que, según ella, sufrió nada más aterrizar en Zarzuela.
Juan Carlos, Elena y Cristina no son bien recibidos en palacio. Los prefieren bien lejos. Sin duda, una victoria de doña Letizia, que siempre ha priorizado a los suyos sobre su familia política. Se ha salido con la suya, y lo que es peor, don Felipe la apoya totalmente. El monarca está de acuerdo con la desaparición de su padre y hermanas de la vida institucional. Les ha condenado al exilio.
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Juan Carlos huye de Zarzuela
> Si ha existido un nexo de unión entre don Juan Carlos y doña Sofía ha sido doña Pilar. Es por eso que su muerte les dejó muy tocados. El rey ha decidido alejarse de Zarzuela, donde sabe que no le quieren, y pasa la mayor parte del tiempo en Sanxenxo. Allí ha hecho buenos amigos que le quieren de verdad y le cuidan. Es en casa de uno de ellos donde se hospeda habitualmente, Pedro Campos.
La decisión de abandonar Zarzuela ha sido motivada, según Pilar Eyre, porque el lugar “ha llegado a convertirse en una prisión siniestra y hostil, en la que no soportaba estar más de un día”. En cambio, en la localidad gallega, don Juan Carlos está feliz: “En Sanxenxo, se siente querido y respetado, además de que lo rodea un círculo de discreción máxima”. La periodista resalta sobre el círculo de amigos del rey emérito que “son tan fieles que aceptan los gastos onerosos que representa tener al abdicado rey como huésped sin una sola queja”.