El torero lleva meses protagonizando la actualidad de la prensa del corazón y es que su divorcio con Paloma Cuevas y su posterior relación con Ana Soria tiene a la opinión pública con los ojos abiertos las 24 horas al día, los siete días a la semana. Esto está mermando la paciencia de Enrique Ponce, que ha pasado a ser un torero de éxito a víctima de la opinión pública.
Un divorcio muy sonado
> Se ha convertido, sin duda, en una de las noticias del verano. El amor de Enrique Ponce y Paloma Cuevas ha llegado a su fin y van a formalizar esta ruptura en forma de divorcio. Mientras ella ha tomado una postura más comedida ante los medios de comunicación, el torero se ha dejado ver sin problemas junto a su nueva pareja, Ana Soria, la joven de veintipocos años que parece haberle robado el corazón. Esta sobrexposición podría no haber sentado muy bien a la empresaria, a quien preocupa que sus hijas puedan verse afectadas por ver a su padre en actitud muy cariñosa con otra mujer.
Así, desde que Paloma le hizo llegar estos reproches, parece que Enrique ha cambiado de actitud y ahora sigue un camino basado en la discreción junto a Ana Soria. No hay duda de que la decisión del torero por hacer pública su relación con una mujer mucho más joven que él, le está provocando muchos dolores de cabeza. Enrique Ponce ha pasado de torero de éxito a víctima de la opinión pública.
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“No me dejáis en paz”
> Fue a principios del verano cuando el torero se vio en la obligación de intervenir en Sálvame y rogar que se dejara de hablar de él y de su relación con Ana Soria. “Pido por favor que nos dejéis en paz. Dentro de unas semanas tengo varias corridas y tengo que estar centrado. No puedo con tanta presión, os estáis pasando”, sentenciaba el torero. Unas declaraciones que de poco sirvieron, pues unos meses más tarde aún siguen siendo el centro de atención. Y es que no es para menos: Enrique Ponce ha pasado de ser un reconocido torero español a víctima de la opinión pública.
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Insultos y vejaciones
> Ana Soria y Enrique Ponce aseguran estar viviendo uno de los mejores momentos de su vida. Se han ido juntos de vacaciones y aunque con su expareja, Paloma Cuevas, ha llegado a un acuerdo para no publicar fotografías que hieran los sentimientos de las niñas que tienen en común, en más de una ocasión han publicado imágenes en las que se representa lo mucho que se quieren.
Pero como en todo, las redes sociales también tienen su lado malo y la pareja, desafortunadamente, lo está viviendo con creces. Hoy, el torero no ha querido ni abrir su teléfono móvil, pues su nombre ha sido objeto de críticas durante todo el día en Twitter. Los chistes acerca de la edad de Ana han ocupado la actualidad del día, algo que no ha hehco ninguna gracia al torero. ¿Tomará medidas legales al respecto?
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Un amor que el torero se niega a olvidar
> Los primeros días tras hacerse pública su separación, algunos medios publicaron que el torero había ‘borrado’ a su entonces pareja de su vida porque eliminó de su cuenta de Instagram todas las fotos en las que aparecía junto a ella, pero nada más lejos de la realidad. No hay más que escarbar un poco en sus publicaciones más antiguas de la red social para caer en la cuenta de que Ponce no se ha desprendido tan fácilmente de estos recuerdos que tiene con Paloma Cuevas. De hecho, la imagen que pueden observar sobre estas líneas, en las que el entonces matrimonio presumía de su amistad con Antonio Banderas, se puede encontrar en el perfil del diestro y se remonta a 2018.