Alba Recio llegó a nuestras vidas para enseñarnos una realidad y cambiar la vida del actor que se esconde bajo su peluca, Víctor Palmero. Un joven que siempre ha soñado con dedicarse al mundo de la interpretación y que tras años de trabajo en distintas series de altas audiencias como Física o Química hizo un parón de un año en el que se dedicó a una profesión alejada de los escenarios. Un hombre sencillo, de gran corazón y con mucho que dar al mundo, nos disponemos a conocer al reputado actor de la exitosa serie La que se avecina, un poco más a fondo.
El trabajo que desempeñó antes de volver a la televisión
> Desde bien pequeño soñaba con ser actor y con tan solo 16 años consiguió un papel en series de éxito como Con el culo al aire, Física o Química o Bajo Sospecha tras estas intervenciones, Víctor Palmero tuvo que abandonar el mundo de la interpretación durante un año en el que dedicó su tiempo a una profesión muy distinta, en el sector hostelero, fue camarero.
Una cafetería situada en un sótano de unos grandes almacenes, la cual, como él mismo ha dicho en alguna entrevista, hasta tenía cucarachas, fue su lugar de trabajo durante un periodo que terminó con la llamada de su representante ofreciéndole una prueba de maquillaje y vestuario para un nuevo personaje que saldría en contadas ocasiones y de forma muy esporádica en La que se Avecina. Dos días después y sin apenas tiempo para preparar su intervención en la serie, Víctor se lanzaba a la pantalla con Alba Recio, que se convertiría en un icono y una representación de la realidad social de un gran colectivo.
Siguiente: Su personaje convertido en icono
Su personaje convertido en icono
> Su papel como Alba Recio, antes Álvaro Recio, convertida ahora en hija de Antonio y Berta en La que se avecina, pasó de ser una simple idea, como personaje esporádico, a ostentar un protagonismo en la serie que ha dado lugar a tramas de todo tipo durante tres temporadas. Desde romances con el concejal, Enrique Pastor, hasta enamorarse del cura Alejandro o enrollarse con el hermano dj de Amador, nos ha dado momentos de todo tipo.
El personaje de Alba le ha otorgado un poder que nunca podría haber imaginado, el de representar a un colectivo como es el transexual. «Gracias a Alba he conocido a transexuales que me han dicho que el personaje les ha dado cierta visibilidad», contaba el actor que le da vida para una entrevista a El Periódico. Un papel en el que siempre tiene presente que Alba es una mujer y que no quería hacer de él una parodia sino una representación del mundo real desde el más profundo respeto.
Siguiente: Víctima de graves insultos y terribles amenazas.
Las amenazas con las que ha tenido que lidiar
> Lamentablemente, en pleno siglo XXI, estas situaciones ocurren y Víctor ha tenido que enfrentarse a ellas en múltiples ocasiones, las cuales, ha denunciado siempre a través de redes sociales. Hablamos de amenazas homófobas e insultos contra él por representar al personaje transexual que le ha otorgado todos sus éxitos profesionales. Faltas de respeto como «Maricón de mierda, hijo de puta, ojalá te peguen, travesti», ha sido lo peor que ha tenido que escuchar el valenciano, actos que retratan la lacra que aún está obligado a soportar el colectivo LGTBI, al que siempre ha mostrado todo su apoyo.
Por ello, llevó a la policía todas las pruebas de las amenazas que sufrió y consiguió que cerraran la cuenta a su acosador, tras agradecer todo el apoyo ante esta situación tan desafortunada lanzó un alegato contra el bullying: «Ellos tienen sus razones, pero no tienen razón, ellos no van a ganar, porque merecemos ganar nosotrxs, porque no importa en absoluto quién eres o lo que lleves puesto, lo que quiera que seas, él o ella, hombre o mujer, género fluido, binario, transexual, pansexual, demisexual, intersexual…porque al final todo es lo mismo cuando te desnudas«, sentenciaba.
Siguiente: El lado más humano de Víctor Palmero
El lado más humano de Víctor Palmero
> Pero Víctor no es solo un gran actor, una gran persona se esconde detrás de la larga melena de Alba. En la dura situación que hemos vivido por la pandemia él no supo quedarse con los brazos cruzados y no se lo pensó dos veces: se ofreció a colaborar como voluntario en uno de los hoteles convertido en hospital para personas sin hogar enfermos de Covid en los meses más duros.
Después de darse cuenta de que ahí fuera necesitaban muchas manos para ofrecer ayuda a los más necesitados, Víctor aportó todas sus ganas en una experiencia que le ha cambiado la vida y a descubierto su lado más humano, una actividad que no dudará en repetir en el momento que se le requiera. Es en ocasiones como ésta cuando las personas muestran su verdadero yo, quitándose todas las caretas y dando a conocer a grandes valores. Algo que ha hecho a Víctor más grande de lo que sabíamos de él.