Albert Álvarez ha conseguido mantener su pasado lejos de las pesquisas de Telecinco. Hasta ahora. El que fuera concursante de Mujeres, Hombres y Viceversa, y Supervivientes, ha tenido que enfrentar la prueba de El Espejo del Alma en La Casa Fuerte 2, y afrontar públicamente los secretos que tanto se afanó en ocultar en sus anteriores participaciones en Mediaset. Además de sus flirteos con la cárcel y las malas compañías, su pasado está lleno de oscuros secretos más allá de su éxito deportivo. ¿Qué hay en su pasado que ha intentado ocultarlo por todos los medios? ¿Qué es lo que ha revelado el espejo de Telecinco?
UN DEPORTISTA DE ÉLITE EN EL UNIVERSO MEDIASET
La primera vez que conocimos a Albert Álvarez fue en Mujeres, Hombres y Viceversa, donde se presentó como un ex deportista de élite. Durante muchos años fue campeón de España en salto de pértiga, modalidad en la que estuvo incluso luchando por llegar a las olimpiadas.
Sin embargo, como todos los deportistas de élite, el éxito deportivo tuvo un lado oscuro, que relató en El Espejo del Alma de La Casa Fuerte 2. Por un lado, su separación temprana de su familia, algo que incluso ahora no ha logrado superar del todo. Por otro, la frustración de no conseguir los objetivos. «Para ser siete veces campeón de España, tuve que perder mil veces y ser el hombre más triste del mundo en esas ocasiones«, reconocía.

UN ACCIDENTE LO CAMBIÓ TODO
La vida de Albert Álvarez cambió por completo el día que sufrió un grave accidente. A partir de ese momento, su sueño olímpico se esfumó. Y con él, todos los aduladores y falsos amigos que se acercaban a él cuando estaba en la cima. El resultado de esa soledad en un momento tan crítico fue dejarse guiar y frecuentar las ‘malas compañías’. Estas malas compañías y la sensación de haber fracasado en su vida le llenaron de rabia y marcaron los siguientes años de su vida.

A PUNTO DE ENTRAR EN LA CÁRCEL
«Cometí muchos errores cuando era joven. no entré en la cárcel, estuve muy cerca de la cárcel. Me junté con personas que no me hacían bien, me olvidé de quién era”, admitía Albert Álvarez durante su ‘sesión’ de reconocimiento público de las palabras que iba imprimiendo el Espejo de Mediaset. «La sociedad siempre te pone una etiqueta y, cuando era estudiante, me dijeron que no era lo suficientemente bueno; luego tuve problemas en la cárcel y un tribunal dijo que no era suficientemente malo y por eso me salvé», añadía. En esto tuvieron que ver mucho sus amigos de toda la vida.

LA POBREZA EN CASA EN LA FAMILIA DE ALBERT: UN BOCATA PARA NAVIDAD
A medida que Albert Álvarez se iba abriendo a los espectadores, estos no podían creer el pasado tan complicado y duro que había superado el joven. Y es que aún quedaba lo más gordo y lo que hasta ahora nunca había contado: el hambre que durante un tiempo sufrió su familia: “Mi madre se encontraba con una enfermedad que no podía tirar hacia delante. Recuerdo un fin de año donde solo teníamos para un bocadillo, había inviernos muy duros… no fue fácil, fue difícil, pero hay una cosa a la que siempre estaré agradecido. Recuerdo la honradez de todos los vecinos que sin decir quienes eran, encontrábamos una bolsa de comida en la puerta”, dijo muy emocionado

EL INFLUENCER QUE SE CANSÓ DE VENDER PUBLICIDAD
Tras su gran éxito en MYHYV, el número de seguidores en su perfil de Instagram, donde firma como Albert Iceman, subió como la espuma. Por supuesto, llamó la atención de las marcas relacionadas con entrenamiento y moda deportiva. Él mismo ha reconocido en diversas entrevistas que las ofertas económicas como influencer han sido una importante fuente de ingresos. Sin embargo, llegó un punto en el que dijo basta y se plantó. Según explicó, no se sentía cómodo teniendo que promocionar productos que él mismo no probaba. «Durante mucho tiempo me vi envuelto en el engaño de la publicidad y promocionaba todo aquello que me ofreciera una buena suma de dinero. Sin embargo, algunos de aquellos productos parecían no funcionar y por cuatro duros, sin saberlo, os engañaba», explicó Albert.