Kiko Rivera cumple 37 años, y lo hace en uno de los momentos más duros de su vida. Y es que este año, el dj no contará con la felicitación que más le importa, la de su madre. A estas alturas, es muy consciente de que es muy poco probable que Isabel Pantoja vaya a llamar a su puerta.
Además, debido a las restricciones asociadas con la pandemia, tampoco hay lugar para fiestas o celebraciones. Aunque, viendo el estado anímico en el que tanto Kiko como su esposa Irene se encuentran, está de más pensar siquiera en ello. Así, alejado de amigos, de su madre e incluso con proyectos profesionales aplazados, el hijo de Isabel Pantoja pasará uno de sus cumpleaños más solitarios y tristes.
Sin embargo, y por suerte, cuenta con la fortuna de poder disfrutar al menos de sus dos hijas, Ana y Carlota, que son la alegría de su vida.
Su mujer, Irene Rosales, una mujer destrozada que ya no puede más
> Irene Rosales ha tocado fondo, algo que se veía venir desde hace tiempo. Y es que coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de su madre, Mayte Vázquez, la mujer de Kiko Rivera ha terminado por explotar del todo. Y lo ha hecho en directo durante la emisión de Viva la vida.
Además, Irene ha admitido que ahora mismo está tan mal anímicamente, que no se siente capaz de ayuda a su marido, quien libra su propia guerra personal contra su madre, Isabel Pantoja. Mientras que, Kiko Rivera, que también se encuentra bastante hundido después de su última entrevista en el Deluxe, parece que no es capaz de levantar cabeza. Lo que le ha llevado a evitar pisar un plató televisión por el momento. Todo, por su propio bienestar mental.
Es en medio de este caos, en el que el dj da la bienvenida a los 37 años, aunque poco o nada tiene que celebrar. Y es que si bien el año pasado tampoco pudo disfrutar de este día especial, este año el dolor es todavía mayor. No tiene a su madre, ni a sus amigos ni tampoco motivos para saltar de alegría. ¿Se replanteará Kiko todo lo dicho en televisión?
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El cumpleaños más amargo de Kiko Rivera
> Cuando Kiko Rivera sople las velas este año, quizás pida volver atrás en el tiempo para no haber hecho en su momento la ya famosa ‘Herencia Envenenada’. Algo, que puede haber destruido la relación con su madre, Isabel Pantoja, para siempre. Y es que a estas alturas, la tonadillera no puede ni ver a su ‘pequeño del alma’, y mucho menos tendrá ganas de felicitarle en este día tan especial.
Sin embargo, no era igual en 1984, ya que su nacimiento se convirtió en uno de los acontecimientos del año. Hijo de una de las cantantes más famosas del momento y de uno de los toreros más aclamados, Francisco Paquirri, desde un inicio su vida estuvo marcada por la tragedia. El pequeño ‘Paquirrin’, como empezaron a apodarle los medios con cariño, perdía a su padre con tan solo cuatro meses. Un padre al que jamás llegó a conocer, pero al que aprendió a querer y por cuya herencia lucha a día de hoy.
Sin embargo, y a pesar de todo, Kiko creció feliz a la sombra de una madre famosa, que según él siempre fue más artista que otra cosa. «Isabel Pantoja es dos personas diferentes, porque como artista es intachable, pero como madre no ha sabido estar a la altura», es una de las incendiarias declaraciones que ha llegado a hacer en estos últimos meses. De pronto, al dj se le caía esa madre que tanto idolatraba y descubría a una mujer ambiciosa capaz de robarle a su propio hijo. Este año, seguramente será el primero en que Isabel Pantoja no felicite a su hijo, y Kiko sienta el dolor, tal y como el mismo dijo hace poco, de «ser huérfano sin serlo».
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El primer cumpleaños que Isabel Pantoja pasará alejada de su hijo
> Si bien todo empezó con un cumpleaños, y nos referimos al dos de agosto del año pasado, cuando supuestamente Kiko asegura haber descubierto las pertenencias de su padre en la ya famosa habitación secreta de Cantora, este año no será diferente. Y es que cuando Kiko sople las velas de su 37 cumpleaños, también supondrá un antes y un después en su vida. Isabel Pantoja no estará allí, aunque cuenta con el cariño y respaldo de sus hermanos, Fran y Cayetano Rivera, con los que ha acercado posturas.
Seguramente Kiko no espera esa llamada que no termina de llegar, y es que ya son más de cien días de silencio, y todo parece indicar que el asunto está peor que nunca. Por lo que se comenta, Pantoja no quiere ni oír hablar de su hijo, al que llama ‘ese’ para despreciarle. Además, parece que lo único que tiene en mente la tonadillera es limpiar su nombre, para lo que podría haber puesto a la venta su querida finca Cantora y otras propiedades.
Por su parte, Kiko ha recibido una suculenta oferta por su parte de la finca, aunque no sabemos si terminará aceptando o no. Aunque, no sería un mal regalo de cumpleaños recibir los casi dos millones de euros que sacaría con la venta. Pero, más allá del dinero o la herencia, al dj le pesará más que nunca darse cuenta que no va a recibir ninguna llamada o mensaje de su madre para felicitarle. Un hecho, que seguramente le pasará factura.
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La extraña y curiosa felicitación de cumpleaños que nos encantaría ver
> Aunque, siempre queda la esperanza de que Isabel Pantoja recurra al mismo truco que usó su hijo cuando no se hablaba con su hermana, y es que eso no impidió que Kiko le felicitara el cumpleaños a Chabelita de una forma un tanto peculiar.
Era en el año 2019 cuando Isa cumplía 24 años, y recibía una felicitación que seguro no ha olvidado. «No sabes lo que significa la palabra familia, tampoco has querido entenderlo. Aún así siempre fuiste mi ojito derecho. No nos hablamos y no creo que lo haga ya que me has fallado en lo más profundo de mi corazón. Pero como cada año tengo que felicitarte en el día de tu cumpleaños. Aunque sea por aquí y no me apetezca hablar contigo lo más mínimo», eran las duras palabras que Kiko le dedicaba a su hermana junto a una foto familiar de ambos junto a su madre.
¿Os imagináis a Isabel Pantoja haciendo algo parecido? Es muy poco probable, pero sería la guinda del pastel en una guerra televisiva que ya ha pasado a la historia. Y, sinceramente, nos encantaría verlo.