La libertad de Isabel Pantoja podría tener los días contados. Desde que Kiko Rivera decidió destripar los secretos de Cantora, la tonadillera está recluida en su finca, y ha decidido guardar silencio ante las acusaciones que se están vertiendo sobre ella. Lo cierto, es que la situación cada vez es más complicada, y puede ser un juez quien le pida explicaciones. Isabel Pantoja ha sido acusada de cometer cuatro graves delitos por los que podría ser condenada hasta seis años de cárcel. La artista, quiso esquivar el problema emitiendo un comunicado donde eludía responsabilidades. Pero, Juan Luis Alamillo, abogado de la parte demandante, quiere verla entre rejas, y no está dispuesto a consentir que siga mintiendo. Así que, le ha concedido una entrevista a Ángela Portero en la que descubre la última mentira de Isabel. ¿Quieren saber de qué se trata?
Paloma García-Pelayo descubrió la última presunta estafa de la tonadillera

> Kiko Rivera desapareció de la lista de enemigos de Isabel Pantoja en cuanto Paloma García-Pelayo entró en escena. La periodista descubrió que la tonadillera había sido acusada de cometer tres grandes delitos: apropiación indebida, falsedad de documentos y alzamiento de bienes. Algunos colaboradores de Telecinco siguieron investigando, y llegaron a la conclusión de que Isabel podría pasarse una buena temporada entre rejas. “Parece ser que hay una serie de sociedades tapadera que han estado detrás de ciertas cosas”, anunció Emma García en Viva la vida. Para entender los hechos hay que remontarse a 2018, cuando un juez se puso en contacto con la artista para aclarar unos movimientos sospechosos en sus cuentas bancarias.
“48 horas antes que se cumpliera el plazo para entrar, probablemente por un delito penal, en busca y captura, Isabel declarara in extremis en el juzgado de Chiclana”, asegura Paloma García-Pelayo. Al parecer, la tonadillera fue condenada a indemnizar con 92.000 euros al constructor que realizó las obras del restaurante que montó en Fuengirola. Pantoja no hizo frente a esta condena, y el juez embargó parte de Cantora. Pero, cuando todo parecía perdido, una tercera persona se ofreció a comprar la deuda, y los problemas de Isabel se resolvieron mágicamente. Sin embargo, la fiscalía no confía en la legalidad de esta operación, y lleva tres años investigando las cuentas de la cantante. “El cambio de deudor no se registró y, de ahí, viene el error”, asegura la periodista.
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La Operación Malaya vuelve a salpicar a Isabel Pantoja

> Isabel Pantoja contrajo una deuda muy importante con la empresa que se encargó de su complejo de restauración. Tal y como contó Paloma García-Pelayo, el juez embargó parte de Cantora para hacer frente a la deuda. Pero, según el programa Viva la vida, la justicia también se quedó con parte de Mi Gitana, una vivienda de lujo que la viuda de Paquirri compró con Julián Muñoz en Marbella. En 2015 la artista se tenía que hacer frente a sus problemas con la justicia y, al parecer, no tenía liquidez para saldar la condena. Por ese motivo, se vio obligada a deshacerse de su mansión marbellí. Pero, si la compra de este chalet estuvo envuelta de polémica, su venta no se ha quedado atrás. Isabel Pantoja se enfrenta a un nuevo delito, pues el juez no confía en la transparencia de esta operación. “El problema es que esto ensucia la venta de Mi Gitana y y nos retrotrae a la operación malaya”, comenta Isabel Rábago.
La periodista Ángela Portero ha hablado con el abogado de la parte demandante, Juan Luis Alamillo, y según ha contado, la libertad de Isabel Pantoja tiene los días contados. La tonadillera vendió Mi Gitana en marzo de 2015. Pero, antes tuvo que solventar las cargas que había sobre este inmueble. Según la información de Ángela Portero, la artista llegó a un acuerdo previo para solucionar el embargo antes de vender la vivienda y, al haberlo hecho al margen de la justicia, el juez considera que, detrás de esta transacción, podría haber un grave delito. Más aún, cuando el constructor con el que Isabel tenía la deuda, y debería haber recibido el dinero, jamás vio un euro en su bolsillo. “Intentaron hacerlo todo fuera del juzgado para que mi cliente no se enterara y no recibiera el dinero. Ahí está, precisamente, el delito”, comenta el abogado de la acusación.
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La artista hace responsable del supuesto delito a su hermano Agustín

> Isabel Pantoja ha decidido pronunciarse después de las acusaciones que estaba recibiendo. La artista ha emitido un comunicado donde asegura que no tuvo nada que ver en la venta de Mi Gitana, pues en aquella época se encontraba en prisión. Tal y como contó su representante legal, quien se encargó de todo fue Agustín Pantoja y, antes de efectuar la venta, se ocupó de solventar el embargo que había sobre el inmueble.
Sin embargo, el abogado del constructor con el que aún no ha resulto la deuda, asegura que Agustín jamás podría haber hecho nada sin el permiso de Isabel, por lo que la responsabilidad recae únicamente sobre ella. “Yo pienso que él no está implicado, aunque eso lo tiene que determinar un juez. Actúa como un mandatario, como un brazo ejecutor, él no tenía opinión”, le cuenta el abogado a Ángela Portero en La razón.
Isabel Pantoja ha intentado eludir responsabilidades culpando a su hermano, Agustín, del posible delito. Pero, el abogado de la acusación no está dispuesto a que la tonadillera no haga frente a sus responsabilidades legales. “A Agustín le dieron órdenes precisas de a qué persona se vendía, por cuanto dinero, las deudas que había, etc”, defiende Juan Luis Alamillo. El constructor que debería haber percibido el dinero por el que se embargó Mi Gitana, no ha recibido ni un solo euro de esta venta, y va a hacer todo lo posible para que Isabel vuelva a prisión. Ha interpuesto una demanda en la que acusa a la cantante de haber cometido cuatro posibles delitos. Es decir, uno más de los que ya había descubierto la periodista Paloma García-Pelayo: alzamiento de bienes, estafa, insolvencia punible y apropiación indebida.
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Agustín Pantoja, en el punto de mira por culpa de su hermana

> El abogado del constructor, Juan Luis Alamillo, quiere mantener la presunción de inocencia de Agustín Pantoja. Según su opinión, el juez no le va a pedir responsabilidades por esta causa. Aunque, en un futuro podrían llamarle a declarar por otros supuestos delitos. Ángela Portero no ha logrado averiguar a cuantos años de prisión se enfrenta Isabel Pantoja. “Hasta que no esté el escrito del fiscal, no podemos saber cuántos años la pueden caer”, asegura el abogado de la acusación. Además, defiende que la tonadillera podría haber ganado 50.000 euros con la venta de Mi Gitana, y que a su cliente todavía no le han pagado la deuda.
Ángela Portero ha descubierto que la estrategia que Pantoja ha mantenido para salir impune de este escándalo no ha funcionado. Y Agustín se ha visto salpicado por las acusaciones de muchos periodistas. Al parecer, el hermano de la artista recaudó 880.000 euros para pagar la fianza de la tonadillera y conseguir que no entrara en prisión. Pero, Kiko Rivera, asegura que fue él quien pagó esa multa, y no sabe que ha podido hacer su tío con tanto dinero.
Después de estas declaraciones, algunos amigos de la tonadillera están indignados con Agustín. No entienden donde ha metido el dinero que recaudó y, algunos periodistas, como Antonio Rossi, aseguran que hay gente dispuesta a llevar este asunto a los tribunales. Las denuncias se acumulan en la puerta de Cantora, e Isabel Pantoja sigue sin dar la cara. Lo único que la preocupa es volver a entrar a prisión. Por ese motivo, se ha puesto en contacto con Paloma García-Pelayo, quien descubrió su último escándalo, para intentar ganarse su apoyo y conseguir que deje de investigar el asunto. ¿Cómo se habrá tomado Agustín la traición de su hermana?