Mila Ximénez ha vuelto a desaparecer. La colaboradora lleva unos días sin acudir a su puesto de trabajo, y el público está muy preocupado por ella. La última vez que habló sobre su enfermedad, confesó que estaba pendiente de unos resultados médicos. Y, depende de cómo reaccionara su cuerpo al nuevo tratamiento, tomaría una decisión que le podría cambiarle la vida para siempre. Según contó, ha pasado unas semanas muy complicadas, y prefiere vivir menos tiempo, pero de una forma más cómoda. Recientemente, la revista Semana ha descubierto que Mila ha recuperado la ilusión gracias a su hija Alba Santana, quien está siendo su mayor apoyo en este duro trance. ¿Quieren saber la última hora sobre su estado de salud?
Alba Santana: la única razón por la que Mila sigue luchando
> Mila Ximénez sembró el pánico con sus últimas declaraciones. Después de estar más de un mes sin dar señales de vida, decidió volver a su puesto de trabajo. Lo primero que hizo fue desvelar cual había sido el motivo de su ausencia. Según contó, los médicos le habían cambiado el tratamiento, y su estado de salud era cada vez más débil. Las últimas semanas fueron un infierno para la colaboradora, y aseguró que no pensaba seguir sufriendo. Mila consideró oportuno reunirse con su equipo médico para tomar una decisión de vital importancia. En el caso de que no encontraran un tratamiento menos agresivo, estaría dispuesta a renunciar a la medicación porque “prefiero una vida más corta, pero más vida”. Estas palabras alertaron a su hija Alba, quien viajó desde Ámsterdam, su ciudad de residencia, para reunirse con su madre.
Alba Santana y Mila Ximénez están pasando unos días en Madrid. La colaboradora ha recuperado la ilusión gracias a su hija, quien le ha recordado lo que prometió en su día. “Me voy a curar porque se lo he jurado a Alba, y todo lo que le juro lo cumplo”, aseguró después de anunciar su enfermedad. Lamentablemente, madre e hija viven en países diferentes y, aunque se esfuerzan por mantenerse unidas, no pasan tanto tiempo juntas como les gustaría. Alba Santana se casó con un empresario israelí, Abiv Miron, y, desde entonces, ha estado separada de su madre. Primero se instaló en Londres y, más adelante, se compró una casa en Ámsterdam, donde vive junto a sus dos hijos, Alexander y Victoria.
Mila Ximénez pensaba que había ganado la batalla contra el cáncer. “Volver significa que estoy bien. He estado casi un mes sin moverme de la cama. La gente estaba muy preocupada, y yo también”, confesó después de estar un tiempo desaparecida para centrarse en su recuperación. Pero, cuando parecía que había pasado lo peor, tuvo una recaída, y Alba Santana no tardó en viajar para estar a su lado. Desde entonces, siempre que los médicos han tenido que comunicarle una mala noticia, la hija de Mila ha estado presente. “No tengo cuerpo, tengo fuerzas, pero cada vez me cuesta más”, comentó la colaboradora muy afectada. Tras escuchar estas palabras, Alba Santana ha vuelto a viajar desde Ámsterdam para conseguir que la tertuliana recupere la sonrisa.
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Madre e hija están más unidas que nunca: comida y confidencias en Madrid
> Alba Santana está muy preocupada por su madre y, siempre que puede, viaja para acompañarla a sus revisiones médicas. La colaboradora ha estado desaparecida unos días y, gracias a la revista Semana hemos descubierto cual ha sido el motivo. Afortunadamente, en esta ocasión no hay ninguna noticia mala de por medio. Alba solo ha visitado a su madre para recordarla lo importante que es seguir luchando. Mila está a punto de renunciar a su tratamiento porque “los setenta es una edad muy elegante para morir”. Pero, su hija no consiente este desánimo, y le ha demostrado que siempre ha sido una luchadora. “Valoro mucho el sacrificio que hizo mi madre, me marcó de por vida”, declaró en una ocasión. Y es que, madre e hija han superado episodios muy turbulentos gracias a la valentía de la tertuliana.
Alba Santana y Mila Ximénez han sido fotografiadas paseando por las calles de Madrid. Para sorpresa de todos, la colaboradora de Sálvame ha recuperado la sonrisa. Agarrada del brazo de su hija, ha disfrutado de una tarde entrañable que, posiblemente, le haya recordado lo bonita que es su vida. Desde que saltó la noticia de su enfermedad, Mila ha tenido que luchar contra una gran presión mediática. Siempre ha tratado a la prensa con un gran respeto, pues entienden que hacen un trabajo del que ella misma participa. Pero, en los últimos días, les ha pedido que la den un respiro. “No puedo más. Es que me tenéis frita. Yo entiendo tu trabajo, pero estoy agotada. Agotada de que no puedo ir a ningún sitio, agotada de que ayer me fui a comer y os tengo en la puerta preguntando cómo estoy”, declaró la tertuliana en las puertas de Telecinco.
Los periodistas continúan vigilando muy de cerca los pasos de Mila, pero esta presión no le ha impedido disfrutar de la compañía de su hija. Alba y la tertuliana han almorzado en un restaurante madrileño especializado en carne a la brasa. Gracias a esta visita, Mila acudirá a su cita médica mucho más animada y, posiblemente, decida seguir luchando. “En dos semanas tomaré una decisión importante”, confesó en Sálvame. Este periodo ya ha terminado, y cada vez falta menos para que conozcamos cual es la última hora sobre su estado de salud. ¿Dará la noticia acompañada de su hija, Alba Santana?