Desde que Irene Rosales llegó a la vida de Kiko Rivera, la joven se ha convertido en uno de sus pilares fundamentales, luchando a contracorriente para mantener a su familia unida. A pesar de las dificultades, Irene siempre ha mantenido una buena relación con sus cuñadas, Lourdes Montes y Eva González. Especialmente notable es su complicidad con Eva González, que aunque ha pasado desapercibida hasta ahora, es más fuerte de lo que muchos imaginarían.
La faceta más familiar de Irene Rosales

Irene Rosales ha hecho todo lo posible para que sus hijas, Ana y Carlota, y el hijo mayor de Kiko Rivera, Fran, mantengan una relación cercana con sus primos. Esta dedicación a la familia viene de su propia experiencia, ya que Irene proviene de una familia numerosa, algo que ha moldeado su carácter y sus valores. Incluso tras la separación de Eva González y Cayetano Rivera, Irene ha seguido cultivando su amistad con la presentadora.
Aunque Irene y Eva no presumen de su amistad, tampoco la esconden. Las dos mujeres a menudo intercambian comentarios en sus redes sociales, mostrando públicamente su afecto y apoyo mutuo. Un ejemplo conmovedor de esta relación fue cuando Eva González le dedicó un tierno mensaje a Irene tras la muerte de su madre: «Mil besos cuñá, ella os cuida cariño», escribía la presentadora de ‘La Voz’. Estas muestras de cariño son frecuentes, y más recientemente, Eva felicitó a Irene por su 33 cumpleaños con unas bonitas palabras: «Felicidades, preciosa», acompañado de varios emojis de corazón rojo.
Una amistad desconocida

La amistad entre Eva González e Irene Rosales es especial. No mantienen un contacto diario, pero siempre ha habido una conexión particular entre ellas que ambas han reconocido en diversas ocasiones. Esta relación, visible en los comentarios públicos y las interacciones en redes sociales, se ha consolidado con el tiempo, mostrando un orgullo mutuo por el vínculo que han construido.
Irene siempre ha intentado mantener unida a toda su familia, valorando especialmente la relación con la madre del hijo mayor de Kiko Rivera, Fran. Durante su paso por ‘GH VIP’, Jessica Bueno reconocía la positiva influencia de Irene en la vida de Kiko. «Kiko es muy buena persona y su mujer me cae genial. Es estupenda. Le ha hecho mucho bien a Kiko. Le ha dado estabilidad y la seriedad que necesitaba», afirmaba la modelo, sorprendiendo a muchos con sus palabras en un momento en que se sabía poco sobre la relación entre ellas.
Además de su relación con Eva González, Irene Rosales ha demostrado ser un puente de unión entre Kiko Rivera y su familia. Hace unos días, Isabel Pantoja sorprendía a todos al llorar durante un concierto en Illescas, dedicando una canción a sus cuatro nietos, pese a no tener relación con ellos. Esta situación ha sido motivo de lamento para Irene, quien siempre ha intentado mediar entre su marido y su suegra para evitar que las niñas sufran por las disputas familiares.
Isabel Pantoja no se porta bien con sus nietos

Isa Pantoja, hija de Isabel Pantoja, también se pronunció sobre el asunto, calificando las lágrimas de su madre como «absurdas» y criticando la falta de contacto con su nieto, el pequeño Alberto. «Menos dedicatorias y más llamadas, es absurdo», decía Isa, abriendo la puerta a una posible reconciliación familiar.
La psicóloga Lara Ferreiro ofreció una interpretación de las lágrimas de Isabel Pantoja, sugiriendo que podrían estar motivadas por sentimientos de culpa y arrepentimiento. «Podría tener arrepentimiento y culpa, te genera como que ha fallado, como madre o como abuela. También está la nostalgia y pérdida, la distancia emocional. La sensación de que ha perdido una familia porque ella era como la matriarca. La soledad también te desgarra por dentro», explicaba Ferreiro.
Ferreiro también subrayó la importancia de la relación entre abuelos y nietos para el desarrollo y bienestar de ambos. «Al final, la relación entre abuelos y nietos es de gran importancia para el desarrollo y bienestar tanto de los abuelos, como de los nietos y de todos. Los abuelos transmiten valores, tradiciones, experiencias. Son una fuente de amor incondicional. Es una segunda oportunidad para ella de crear como unos segundos hijos», analizaba la psicóloga.
La situación actual de la familia Rivera-Pantoja es complicada, pero la presencia constante y el apoyo inquebrantable de Irene Rosales siguen siendo un pilar fundamental. Su relación con Eva González, aunque discreta, es un ejemplo de cómo la amistad y el respeto pueden prevalecer a pesar de las adversidades. Irene continúa esforzándose para mantener a su familia unida, demostrando una vez más su fortaleza y dedicación. Aunque el futuro es incierto, su compromiso con sus seres queridos es una luz de esperanza en medio de la tormenta.