No hay semana en la que Rocío Carrasco y Antonio David Flores no sean noticia por cuestiones relativas a su litigio judicial o, de forma indirecta, por cualquier otro asunto que envuelva a los miembros del clan Mohedano-Jurado.
Los negocios de Rocío Carrasco
La revista ‘Lecturas’ publica esta semana en exclusiva, «el gran negocio de Rocío Carrasco«. La publicación ha destapado y descubierto de dónde provienen los ingresos y beneficios de la hija de Rocío Jurado para hacer frente a las altas costas judiciales que le están suponiendo sus pleitos contra Antonio David Flores.
La primogénita de La Más Grande mantiene una descarnada afrenta contra su ex marido y padre de sus hijos desde hace más de diecisiete año. El pasado mes de marzo, Carrasco ratificó dos querellas contra Flores, una por alzamiento de bienes y otra por maltrato psicológico continuado. En ambas se solicita pena de prisión por los presuntos delitos cometidos.
Rocío es administradora única de dos empresas
Pese a que esto pueda sonar positivo, ciertamente no es así. Rocío Carrasco es administradora única de dos empresas: ‘Rochipín SL’, sin actividad desde el año 2001 y ‘Promoción de espectáculos SL’ cuyo saldo, en los últimos años, es negativo.
El as bajo la manga del matrimonio Albiac-Carrasco es la empresa ‘Yamaguchi Producciones Artísticas SL’, donde el administrador único es Fidel y cuyos resultados en los dos últimos años han sido 91.677’21 euros (2015) y 470.000 euros (2016), es decir, la empresa en la que consta Fidel Albiac como responsable principal facturó, en el año de su boda, casi 380.000 euros más.
La boda de Rocío Carrasco y Fidel Albiac
El enlace entre Rocío Carrasco y Fidel Albiac tuvo lugar el 7 de septiembre de 2016 en Madrid. Al evento acudieron multitud de amigos de la pareja, gente del mundo del espectáculo, presentadores de televisión, colaboradores, directivos de la productora en el que colaboraba Rocío…
Pero ni un miembro de su familia a excepción de su prima, Rosario Mohedano, que está propuesta como testigo para declarar en el juicio contra Antonio David Flores.
Rocío Carrasco no quiere dejarse nada en el tintero y no solo ha recurrido al ámbito civil en su lucha judicial contra Flores sino que en lo penal hay dos complicados asuntos que preocupan profundamente al ex Guardia Civil.
Maltrato psicológico continuado

No hay duda de que Rocío Carrasco con esta actitud (que algunos llamarán revanchista y otros hablarán del amparo de sus derechos fundamentales) pretende ver a Antonio David Flores entre rejas. La primera querella que interpuso a su ex marido estaba basada en maltrato psicológico continuado.
Y se habla y se subraya esa ‘continuación’ en base a las entrevistas, apariciones televisivas y declaraciones públicas que el ex Guardia Civil ha realizado a lo largo de estos últimos diecisiete años en los que despotricaba públicamente de la actitud de la madre de sus hijos.
Alzamiento de bienes
La heredera universal de Rocío Jurado acusa a Flores de un delito de alzamiento de bienes por declararse insolvente entre los años 2011 y 2015. En un acto de defenderse e incluso victimizarse, Antonio David explicaba ante el juez que «a mi me llama la atención el intentar de todas las maneras posibles hacer ver que tengo una situación económica bastante holgada y ya no se ni de las cantidades que hablan ahí».
Y es que el propio juez maneja unas estratosféricas cantidades económicas que Antonio David habría cobrado a través de sociedades: “30.000 euros por una entrevista en la revista ‘Lecturas’ (facturado con otra sociedad de su representante), otros 50.000 euros por dos nuevas apariciones en prensa, 4.500 euros abonados por ‘¡HOLA!’ a una sociedad de terceros (que Flores niega haber recibido), actos y eventos en discotecas…”, tal y como firma ‘El Español’.
Presunta insolvencia punible

Según publicó en exclusiva el diario ‘El Español’ el pasado 21 de junio, Antonio David Flores reconoció en presencia del juez haber utilizado testaferros para cobrar bolos y e importantes cantidades de dinero provenientes de entrevistas exclusivas tras haberse declarado insolvente en el año 2012.
En presencia judicial, insistimos, y tras una hora declarando en los juzgados de Alcobendas, Flores “reconoció que, mientras era reclamado por varios juzgados por deudas que suman más de un millón de euros, utilizaba las sociedades de su mujer y de su representante para canalizar exclusivas e ingresos televisivos. Un dinero que llegó a sus manos de espaldas a los juzgados”, según publican los periodistas Daniel Montero y Alejandro Requeljo.
La celebración del juicio
Atrás quedó aquella Rocío Carrasco que defendía de plató en plató a su entonces marido cuando lo acusaban de «no trabajar» y de «vivir del cuento». Hoy, la Carrasco lleva a los tribunales a su primer marido y lo acusa de delitos que conllevan pena de prisión, una obsesión manifiesta que según el propio David es una realidad.
«Vive obsesionada con meterme en prisión», confesaba el colaborador de Telecinco. En estos días, se ha podido saber que la juez que instruye el caso llamará próximamente a Rocío Carrasco y Antonio David Flores en calidad de demandante y demandado para completar la declaración por la querella interpuesta por presunto maltrato psicológico continuado. La situación económica de Carrasco no es boyante pero de momento, gran parte de lo ganado, está invertido en cavar la tumba personal del padre de sus dos únicos hijos.
La presencia de sus hijos en el juicio
Rocío Carrasco está dispuesta a sacar toda la artillería para luchar contra Antonio David Flores. Lo que ella no esperaba es que su hija, que lleva su nombre y el de su madre, está preparada para defender a su padre en el foro que se le ponga por delante, incluyendo los juzgados de Alcobendas.
Algo que a Flores le causaría un tremendo dolor es que Rocío solicitase la presencia de su hijo David como parte activa de este entramado, algo que de momento no está contemplado. «Si Rocío cree que va a llevar a mi hijo a juicio está muy equivocada«, comentaba Antonio David en favor de la protección y la defensa de su único hijo varón.
En definitiva, esta guerra, no se encuentra, ni mucho menos, cerca de llegar a buen puerto.