Que Álvaro de Marichalar no se calla no es ninguna novedad. Y que cada vez que habla sube el pan, tampoco. Esta vez ha decidido volverse a pronunciar sobre la situación en Cataluña, y sus palabras han vuelto a ser envueltas en la polémica.
El «golpe de Estado» en Cataluña
Así es como el hermano de Jaime de Marichalar ha considerado que está siendo el denominado «próces» que busca la independencia de Cataluña de España. Como siempre, le ha mandado un mensajito a Felipe VI para que actúe.
«Hay que declarar el estado de excepción; suspender la autonomía catalana; hacerse con el control efectivo de los medios de comunicación y de la policía regional y convocar elecciones en toda España dentro de dos meses» ha declarado en Facebook. «Es una tarea contra reloj en la que tenemos que participar 44 millones de españoles capitaneados por nuestro Rey», dice su mensaje.
Las polémicas de Álvaro de Marichalar
El nombre de Álvaro de Marichalar siempre ha estado directamente relacionado con el de las polémicas en las que se suele ver inmerso.
En más de una ocasión se ha pronunciado sobre la situación de Cataluña o sobre el escándalo de los duques de Palma. Además, tuvo un encontronazo con una usuaria de BlaBlaCar que le llevó a los tribunales.
La ley de desconexión de Cataluña, según Álvaro de Marichalar
Una vez que se aprobó la ley de desconexión que iniciaba el proceso de independencia de Cataluña el pasado mes de septiembre, Álvaro de Marichalar decidió mandarle una carta abierta a Carmen Forcadell, preisdenta del Parlamento de Cataluña.
En la carta se dirigía a ella como «poco respetable presidenta del Parlamento». «La iba a tutear (que es lo que gusta a los fatuos republicanos) en esta carta, pero como al final de cuentes usted es nuestra empleada, resulta más apropiado mantener la normal educación, consideración y distancia».
En la misma, además, califica a los compañeros de cámara de Forcadell de «deplorables compinches», y le acusa de «violentar nuestra democracia». Para terminar la carta, Álvaro le anima a que «pida perdón, dimita por funesta y después encomiéndese a la Virgen del Carmen».
Problemas antes en Cataluña
La historia de Álvaro de Marichalar con Cataluña viene de atrás. Ya tuvo un conflicto previo con la alcadesa del pueblo de Sant Mori para que colgara la bandera de España en la fachada del Ayuntamiento.
Para Álvaro supuso hacer «de tripas corazón» el poder ir a hablar con la alcaldesa a su despacho. Allí le instó a la edil con que cumpliera con la ley. De allí salió, lleno de «terror y miedo» por el «innoble, ilegal, anárquico, propotente, ilegítimo, estéril y pobre proceder».
Además, la alcaldesa le contestó directamente en catalán cuando Álvaro se dirigió a ella en castellano, provocando aun más al hermano de Jaime de Marichalar. Para hacer ver todo esto, y como suele ser su forma de actuar, Álvaro remitió una carta en la que le dirigía estas y otras muchas palabras a la alcaldesa de San Mori.
El viaje más largo en BlaBlaCar
El pasado año el excuñado de la infanta Elena decidió usar este servicio de transporte comunitario para hacer un viaje de Soria a Madrid. En el mismo coche se encontraba Sabina Urraca, una periodista y escritora que contó el viaje más surrealista de su vida.
Según narró Sabina, el viaje con Álvaro fue una locura. No paraba de hablar, tanto con los que le acompañaban en el coche como por teléfono. Al parecer, según narra Sabina, hablaba de negocios, marcas, inversiones y de Soria con un tono elevado de voz. Cuando colgaba, aprovechaba para seguir hablando de él mismo.
Tras una parada, Álvaro se adueñó del asiento del copiloto y, sin ponerse el cinturón, continuó el viaje. «Me están llevando a Madrid» dijo por teléfono.
Las consecuencias del viaje
Tras haberse publicado esto, él mismo contestó días después. «La envidia y el odio es rentable en nuestra sociedad enferma de cobardía». «Los insultos y falsedades que vomitas aquí, te han hecho famosa en dos días: ¡¡Enhorabuena!!» le decía en su respuesta Álvaro.
«Supongo que ganarás algún vil dinero con todo esto a cambio de asesinar mi realidad y robarme la reputación tan rápida y fácilmente». Para despedirse, Álvaro le dijo «No tengo miedo de ti; lo siento por ti. Dios te ayuda. Te perdono ahora y mañana».
Ni perdona ni olvida
Este escándalo lo cierto es que terminó en los tribunales. Álvaro de Marichalar le pidió 30.000€ en los juzgados a Sabina Urraca. Tal y como ella misma contaba, pensaba que era una broma, pero no era así.
El excuñado de la infanta Elena denunció a la peridoista por su artículo, en el que le calumniaba. Tras no haber llegado a un acuerdo en el acto de conciliación, ahora tocará esperar a que la justicia cumpla con su labor.
Sabina, por su parte, ya ha dicho que no tiene ningún tipo de intención de pagarle ni un euro al hermano de Jaime de Marichalar. Entre otras cosas, porque no posee esos 30.000€ que se le estrarían reclamando.
Su relación con la Familia Real
En una entrevista concedida a ‘Vanity Fair’, Álvaro de Marichalar comentó cómo era su relación con la Familia Real. «No tengo más relación con la Familia Real que la de otro español que vea en la institución de la Monarquía todo lo positivo que ejerce para la correcta, necesaria y mejor representación de nuestra patria», decía.
Sobre su vida como aristócrata, afirma sentirse orgulloso. «Descender de esos aristócratas nobles y ejemplares me gusta mucho y además me obliga a seguir su ejemplo y estela; algo que también me gusta mucho».
Además, considera que los aristócratas son los mejores por el hecho de ser aristócratas: «Desde la revolución francesa se viene intentando criminalizar a los mejores por el solo hecho de ser los mejores».
Álvaro de Marichalar, contra la Infanta Cristina
El hermano de Jaime de Marichalar también ha hablado sobre la situación de los duques de Palma con el caso Nóos. En una entrevista a ‘El Mundo’, afirmó que «La Monarquía es una institución que pertenece a todos los españoles. Los miembros de la Monarquía sirven a los españoles».
«La infanta Cristina se ha equivocado. En las veces que la he podido ver me ha demostrado lealtad a su papel histórico y compromiso a la institución de la Monarquía que ella encarna. Todo eso hasta el momento en el que su consorte se equivocó gravemente».
Además, para Álvaro, la infanta debería de haber renunciado antes, cuando su marido mintió para evitar hacer el servicio militar, fingiendo un problema de oído.