Fran Álvarez Gómez es uno de los hombres y de los nombres de la semana en el mundo del corazón. Tras más de cinco años de silencio, el exmarido de Belén Esteban ha hablado alto y claro sobre su relación pasada, los episodios más oscuros de la pareja y el infierno de las adicciones que padeció junto a la Princesa del Pueblo.
Fran todavía acude a tratamiento

En portada para la revista ‘Lecturas’, Fran Álvarez ha confesado que se está sometiendo a un tratamiento de desintoxicación para superar sus problemas de adicción al alcohol. El proceso es largo y costoso, y aún se encuentra en el camino, aunque tal y como se puede ver en las imágenes, está muy repuesto y bastante más recuperado.
Tal y como ha pedido saber ‘Cotilleo’ en exclusiva el camarero ha elegido la clínica Tavad, un centro de rehabilitación que utiliza un método revolucionario en el campo de la desintoxicación. La clínica posee unos índices altísimos de éxito. Este exclusivo centro cuesta 8.000 euros al año, una cantidad muy elevada para una familia humilde como la de él, pero que con total seguridad podrá sufragar con la ingente cantidad de dinero que se ha embolsado por la entrevista en la publicación estrella de RBA.
El tratamiento de Fran Álvarez

Fran Álvarez se ha mostrado sincero en su primera entrevista en prensa escrita. El que fuese marido de Belén Esteban ha declarado, entre otras cosas, que, tal y como ya hizo Belén hace unos años, él también ha decidido acabar con las adicciones que tenía y someterse a un tratamiento de desintoxicación en una prestigiosa clínica.
Tan prestigiosa que puede ser el motivo por el que se ha visto “obligado” a hablar por primera vez a una publicación. ¿Lo veremos próximamente en un plató de televisión?
Un centro con todo tipo de lujos

Se trata del centro Tavad, que consta de dos edificios diferenciados. Una primera unidad hospitalaria, donde los pacientes ingresan unos días para la primera parte del tratamiento, en la que reciben constante medicación; y otra clínica, mucho más pequeña, donde siguen en tratamiento psicológico y terapéutico hasta su total recuperación.
En el caso de Fran, ya está en la segunda fase del tratamiento y sólo tiene que ir a la clínica, situada en el barrio de Mirasierra, un par de veces a la semana. Cuenta con dietista, preparador físico, psicólogo, “mind found” (orientador que enseña a meditar) a los que visita en sus diferentes sesiones.
Fran, en el buen camino

No es de extrañar que Fran y su familia hayan elegido este centro, ya que los resultados son excelentes. El 100% de los pacientes que inician el tratamiento para dejar la cocaína, lo consiguen sin abandono. Y un año después, siete de cada diez evoluciona favorablemente, presentando notables mejoras en todos los aspectos de su vida.
Eso sí, el tratamiento (un revolucionario método de desintoxicación ultra rápida) no es precisamente barato. Aunque no tienen publicados sus precios en la página web, un año de tratamiento ronda los 8.000 euros al año, una elevada cantidad que, para una familia modesta como la de Fran, seguro que no está siendo fácil sufragar.
Una decisión familiar

Eso sí, los resultados de la clínica, avalados además por el Ministerio de Sanidad, hablan por sí solos. Tanto Fran como su familia están más que dispuestos a que el camarero solucione su situación y lo han puesto en las mejores manos.
El propio Álvarez comentaba que «en mi familia están felices». Según el camarero, ellos han sido los impulsores para dar este gran paso. «El camino es largo. Yo sigo con mi tratamiento. Aún no ha terminado. Llevo una rutina muy sana. Tengo preparadores físicos, voy al gimnasio todos los días, tengo un nutricionista que me hace una tabla semanal. El ejercicio ha sido muy bueno para mí», declaraba Fran en ‘Lecturas’.
Las adicciones del matrimonio

Los jefes de Belén Esteban, viendo hacia dónde la llevaba su situación respecto al delicado tema de sus adicciones, hablaron con ella y la ayudaron a entrar en razón. Meses más tarde, Belén Esteban se sentaba en el plató del desaparecido ‘Sálvame Deluxe’ para confesar que había sufrido un grave problema de adicción a la cocaína, por suerte, ya superado.
En la línea de las adicciones, Fran Álvarez se sincera y explica en esta entrevista que “cada uno tenía el suyo. Cuando nos casamos, los dos llegamos con nuestros problemas, con nuestros coches dañados y nos fuimos igual. Así que la responsabilidad, en mi caso, es mía”.
La vida actual de Fran

De momento, como decíamos, va un par de días a la semana a la clínica, después de estar ingresado unos días en el centro hospitalario de Tavad. Lo hace siempre en el coche de su padre, que se lo presta a su hijo cuando lo necesita. Y los días que no tiene sesiones en el centro, sigue, como siempre, ayudando a su padre en el bar que regenta en el madrileño Barrio de la Concepción.
Allí lo vimos, recogiendo mesas, llevando y trayendo cosas al almacén… En definitiva, las tareas propias de un local de hostelería. Y, aunque compaginar un tratamiento de desintoxicación con la vida en un bar no suele ser recomendable, parece que el método de Tavad es tan bueno y eficaz, que Fran no tiene problema en pasarse la vida en el restaurante.
Recuerdos del pasado

Lo que no pasó desapercibido para nuestra cámara fotográfica es que el camarero sigue luciendo en el antebrazo derecho el tatuaje que se hizo en honor a su antiguo amor, en el que se puede leer claramente “Belén”.
Pero tampoco un tratamiento de láser es precisamente barato, por lo que, aunque seguro que no es el mejor recuerdo que quiere tener de la colaboradora de televisión, no le queda otra que mantener esa marca durante al menos unos años más.
¿Se someterá Fran Álvarez a un tratamiento para quitarse el nombre de la mujer con la que se arrepiente haber contraído matrimonio?
Fran, arrepentido de su matrimonio

Pese a que la vida son capítulos y experiencias que te hacen madurar y crecer, Fran Álvarez lo tiene claro: “Aunque Belén y yo nos casamos enamorados, creo que fue un grave error por parte de los dos.Hubo buenos momentos, muy bonitos, pero hubo más malos”, explicaba en ‘Lecturas’. Belén Esteban, por su parte, ha rehecho su vida junto a Miguel, un conductor de ambulancias, algo de lo que Fran se alegra.
Profundamente religiosa y tradicional, la Esteban desea contraer matrimonio con su novio por la iglesia, pero sin la nulidad de la boda con Fran, es imposible: “¿Qué nulidad? Ella dijo que había dejado los papeles en el bar de nuestro amigo Chema y es mentira. Nunca me los ha mandado. Desde aquí digo que si la quiere, yo se la firmo”.