La mujer de Iker Casillas se encuentra afincada en Portugal desde que su marido se fue a Oporto para jugar como portero. Allí están viviendo felices momentos y de momento Sara ya ha dicho que, de regresar a España, no tiene intención de trabajar.
Las joyas de Sara
Estas declaraciones las ofreció la propia Sara Carbonero durante la presentación de su colección de joyas de la firma Agatha Paris. Dentro de la colección «saudades» (nostalgia en portugués), Sara ha hablado de todo lo que está sucediendo en el mundo y, en especial, en torno a ella.
Entre las declaraciones más demoledoras que ha ofrecido, está la de su intención de no tener que volver a trabajar. Dice que no echa de menos la televisión y que, por tanto, no entra en sus planes trabajar. Así aprovecharía para estar en casa con sus retoños, sentada en el sofá de su casa mientras ve ‘Sálvame’ por las tardes.
Y no solo ha soltado esas perlas… Atención a lo siguiente.
«No echo de menos la tele»
Así lo decía Sara en declaraciones a los medios. «No tengo especialmente ganas de volver a la tele», pero reconoce que «lo que sí echo de menos es el día a día, los compañeros, el trabajo en la redacción. En eso sí tengo un poco de saudade como dice la colección. No echo de menos la tele específicamente, pero sí el trabajo en una redacción. Así que si cuando vuelva no es a la tele tampoco pasa nada».
Tampoco ha dicho a qué se dedicaría, pero teniendo en cuenta que su principal profesión a la que se ha dedicado desde que salió de la Facultad de Ciencias de la Información es a la televisión. ¿Podría esto hacer que su carrera se condenara al fracaso? ¿Puede que utilice esta estrategia para pasar más tiempo con su familia? ¿O preferirá que sea su marido quién la mantenga económicamente mientras ella está a los quehaceres del hogar?
Su marca de moda, no triunfa como dice
La propia Sara Carbonero, junto a algunas excompañeras de Telecinco, se lanzaron a crear una marca de moda, llamada Slowlove. En esta marca, las tres compañeras que la lanzaron empezaron teniendo unos resultados económicos horribles, a pesar de la fama que las tres cosechan. Y es que, en el ejercicio del año pasado, dijeron que habían ganado más de millón y medio de euros, pero la realidad es bien distinta.
Según el informe de cuentas al que han podido acceder los medios de comunicación, el pasado año cerraron con un beneficio algo superior a los 30.000€, nada que ver con la cifra que anunciaron. Por lo menos, ha dejado atrás los números rojos de las cuenta de la empresa, aunque tal y como van sus negocios nadie puede afirmar que no vuelva a perder dinero con su ropa.
Sin novedades en el frente
Para Sara todo sigue igual en Portugal, o incluso mejor, según ella mismo ha dicho. «Es el tercer año, y ya como si estuviéramos en casa. Muy contentos y felices. Cerca de España para acercarnos a ver a la familia y recibir amigos. La palabra que mejor lo define es tranquilidad».
De hecho, ya se consigue manejar con fluidez en portugués. «Desde el año pasado estoy intentando expresarme siempre en portugués, lo haga bien o regular, porque es la única forma de soltarte. A nuestros amigos de allí, aunque hablen el español les decimos que nos hablen en portugués para aprenderlo bien, y ahora ya lo domino».
Una nueva maternidad en el futuro
Sara ha dicho que por ella sí que tendría otro hijo, algo que Iker también comparte, aunque todavía no es el momento. «Nos gustaría, más adelante…Hay fotos muy traicioneras y el otro día cuando me vi la foto con el vestido amarillo, me dije ‘pero si yo no tengo esa barriga…'», decía Sara.
De hecho, en su nueva casa, en la que habitan desde agosto, podría tener las dimensiones adecuadas para alojar al nuevo retoño si la pareja se lanza. «Tiene unas vistas muy bonitas, es el mismo barrio de antes porque nos gusta mucho. Despertarte con el Atlántico es un lujo y el tiempo que vivamos allí teníamos claro que queríamos estar cerca del mar».
No ha sufrido abusos sexuales
Es uno de los temas del momento y del que se pregunta a todos los famosos. Por suerte para ella, ha dicho que no ha tenido que pasar por ese calvario. Sin embargo ella quiere «mostrar toda la solidaridad y hay que ir a la raíz del problema, que es muy grave».
De momento, la paz sigue reinando en la casa de Sara Carbonero e Iker Casillas, a la espera de que se confirme si el jugador renueva una temporada más con su actual equipo, o si decide trasladarse a otro club. Y quién sabe si le volveremos a ver por España.