Raquel Mosquera manifiesta que participar en Supervivientes es una de las mejores decisiones que ha tomado. Ciertamente, su concurso está gustado. A pesar de no destacar en las pruebas de equipo, lo intenta hasta el final y no tira la toalla. Sin duda, lo suyo es pura resiliencia. Sin embargo, su regreso a Madrid se producirá envuelto en la polémica. Te contamos los motivos.
Raquel versus Rocío
Raquel Mosquera y Rocío Carrasco mantenían una buena relación cuando la peluquera se ennovió con Pedro Carrasco. Ambas tienen edades similares y una forma divertida de ver la vida. Al menos, entonces. Sin embargo, cuando falleció el querido boxeador, todo se derrumbó.
Los problemas empezaron en cuanto al reparto del legado de Pedro. Según Raquel expresó entonces, la conminaron a abandonar la casa de Paseo de la Habana donde vivía con su marido. Posteriormente, llegaría el encuentro en una notaría. Todo muy frío. Según la peluquera, aquella no era la Rocío que había conocido. No obstante, afirma que no quiso meterse en líos y firmó lo que le pusieron delante ya que su estado anímico era delicado. De hecho, estuvo dos años al cuidado de sus familiares, que se turnaban para que no durmiera sola.
Dulce pájaro de juventud
Según Paloma García Pelayo, que pasa por ser íntima amiga de Rocío Carrasco, la joven ha tomado la determinación de demandar a Raquel Mosquera a consecuencia de lo que expresó en una de sus entrevistas que más titulares ha dejado en el Deluxe. Entre otros: “Pedro Carrasco falleció por la discusión tan grande que tuvo con su hija”. Posteriormente a la pelea, el querido boxeador, siempre según la peluquera, le habría dicho en relación a su hija: “A esa hija de puta no la quiero ver más”. Sin duda, palabras muy fuertes pero que hilan con lo que Mosquera contó en su momento: “Cuando mi marido falleció, no se hablaba con su hija”.
Así relató Raquel lo que ocurrió: «He visto llorar a Pedro por las discusiones con su hija. El último día que se vieron, tuvieron una muy grande. Después de una conversación que mantuvieron, cuyo contenido no voy a revelar, la cosa terminó así. Rocío le dijo a su padre: ‘Todo lo que tengo es gracias a este señor (Fidel Albiac). Ni a ti ni a mi madre os debo nada. Yo no soy médico pero esa noche a Pedro se le partió el corazón y me dijo: ‘A esta hija de puta no la volveré a ver en la vida’. Eso me lo he callado durante 15 años. Y ahora, Rocío, demándame si quieres. A los pocos días mi marido falleció”.
Los problemas crecen
Las declaraciones que realizó Mosquera datan del mes de octubre de 2016. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que Rocío Carrasco ha decidido demandarla. Quizás tenga algo que ver el hecho de que Fidel Albiac ya es abogado en ejercicio y puede encargarse del caso. Se sabe que trabaja en un bufete pero no ha trascendido su especialidad. Como siempre, un muro de silencio en todo lo relativo a una de las parejas más herméticas del panorama nacional.
Y como no hay una sin dos, Raquel también tendrá que pisar el juzgado por un contencioso monetario que le ha interpuesto su socia en relación a un negocio de extensión de pestañas. Ángela Beck le reclama 23.000 euros. Así lo relató la damnificada en Diez Minutos:
“Raquel Mosquera me arruinó. Desde hace años, me he labrado un prestigio en el alargamiento de pestañas. Tenía mi negocio en la misma zona donde ella tiene su peluquería y me buscó para que iniciáramos una colaboración entre su negocio de peluquería y el mío. En principio, todo era maravilloso, hasta que llegó el momento en que tenía que hacer su aportación económica y no la hizo”.
¿Raquel Mosquera morosa?
Según la versión de Ángela Beck, Mosquera es como la gota malaya:” Hasta que me convenció fue muy insistente, me llamaba todos los días para convencerme. Había un local vacío pero había que reformarlo. Ella adelantó el alquiler y la fianza, yo le aboné la mitad. Nos metimos en la reforma con la condición de que ella asumiría el cincuenta por ciento, pero nunca me lo pagó. A pesar de reclamárselo amistosamente, siempre tenía la disculpa de que no tenía dinero, que estaba esperando un pago que nunca le llegaba. Lo tengo todo documentado”.
Ángela Beck corrió con todos los gastos de la reforma del local donde establecieron el negocio de extensión de pestañas: “A Raquel le gusta mucho el dinero y sólo piensa en ella. Sólo aportó una lámpara de noventa euros, ésa fue su aportación al negocio que compartimos”. La esteticista asegura que hizo todo lo posible para evitar llegar a los tribunales. Así lo relató:
“Intenté arreglar este asunto de forma amistosa, pero su respuesta era siempre la misma, ‘espera, espera’. El negocio empezó a funcionar y ella cobraba, pero mi parte la dejaba para pagármela otro día y ese día nunca llegó”.
Una relación en entredicho
Supervivientes ha servido también para abrir otra herida en el corazón de Raquel. El hecho de que le hayan dejado caer que su marido se entretenía con otras mientras ella está en Honduras, no le ha hecho ninguna gracia. Aunque en público sostiene que cree en la fidelidad de su pareja, la procesión va por dentro.
Recordemos que cuando se conoció que esperaba un hijo de Isi, surgió la noticia de que el caballero había sido padre recientemente fruto de una relación que compaginó en el tiempo con la de Raquel. Sin duda, todo esto perjudica a la peluquera, cuyas circunstancias requieren tranquilidad y buenos alimentos. La bipolaridad que ella ha confesado padece no es amiga de situaciones que puedan alterarla.
Mientras tanto, su ex socia señala de ella: “Raquel es una mujer muy lista, utiliza un tono muy cordial, lo pide todo por favor, pero es una pose para conseguir sus objetivos”. Y en cuanto a su participación en Supervivientes, lo tiene muy claro: “Está haciendo un papel, es una gran actriz. Raquel hace de buena y siempre quiere dar pena, pero todo es un papel. Ella tiene otra cara que sí nos ha mostrado a los que la conocemos”.
Ahora solo resta esperar que Raquel Mosquera regrese a la civilización y de respuesta a estos frentes abiertos. Los suyos han optado por un mutismo absoluto porque creen que es la peluquera quien debe ofrecer su testimonio si lo cree conveniente. Seguiremos informando.
Desde que se acabara Qué tiempo tan feliz, no hemos vuelto a ver a la presentadora liderar un programa en televisión. Algo que le preocupa bastante, ya que su deseo, según le comentó a Bertín Osborne, sería seguir en antena hasta que la 
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