Si en tiempos de guerra todo hueco es trinchera, que no busquen refugio en el de Jaime Peñafiel la reina Letizia y doña Sofía. Y es que el periodista les asesta el golpe definitivo hablando muy claro sobre ellas. De ninguna tiene buena opinión Peñafiel, que las acusa de ser culpables de la desmembración de la monarquía en España. Es la historia de una familia, la Real, que se desangra por las luchas internas. Sigue leyendo porque te sorprenderás de las tramas que ocurren en palacio.
Una boda sin amor
Jaime Peñafiel está muy de actualidad por la publicación de Los ochenta de Sofía (Grijalbo Ilustrados), un libro donde repasa la trayectoria vital de la reina emérita. Una vida donde las espinas han ganado la partida a las rosas. Ni en el que tendría que ser un otoño plácido encuentra consuelo a su desconsuelo la madre de don Felipe. Según el periodista, gran parte de la culpa es suya por no haberse divorciado cuando debía. Estuvo a punto de hacerlo en aquella espantá a La India donde se refugió junto a la reina Federica y la princesa Irene. Los consejos maternos hicieron que regresara a Madrid junto a don Juan Carlos, que hizo propósito de enmienda que fue agua de borrajas.
En entrevista concedida a El Mundo, Peñafiel habla así de la reina emérita: “Sofía fue una sufrida esposa que llevo su sufrimiento con mucha dignidad, no como Letizia. Nadie la ha visto sufrir en público pese a que lo ha pasado fatal y tenía que haberse divorciado. Ese fue su gran error. Es de esas mujeres que está muy enganchadas a un hombre que las hace sufrir, siempre estuvo muy enamorada de don Juan Carlos y nunca fue recíproco, porque no fue una boda por amor”.
Historias de pasión
Las revelaciones sobre los amores de don Juan Carlos y doña Sofía que hace Peñafiel sorprenden por su contundencia: “Ambos (reyes eméritos) tuvieron sus amores verdaderos, Sofía con Harald de Noruega y Juan Carlos con la princesa María Gabriela de Saboya, pero no pudo ser. Harald tenía otro amor oculto y Franco, que era quien decidía en la vida de Juan Carlos, vetó a María Gabriela porque era demasiado moderna. Así que acabaron juntos aunque hubieran sido más felices por separado. Ese desamor humanizó mucho a Juan Carlos”.
En alguna que otra ocasión la reina emérita se ha referido a ese coqueteo con Harald de Noruega y no lo recuerda como algo importante. Doña Sofía asegura que existía interés por parte de su familia y la del entonces heredero al trono noruego pero que entre ellos no saltó la chispa necesaria para iniciar el romance. El rey Olav quería romper la relación que entre Harald y Sonia existía. Ella no era aceptada por sus orígenes, su padre era comerciante. La hoy reina amenazó en diferentes ocasiones con suicidarse y, al final, la boda pudo llevarse a cabo, dando como fruto a Haakon y Marta Luisa.
Letizia no engaña
Cuando se habla de momento dulce entre don Felipe y doña Letizia, la opinión se basa en las últimas muestras en público de cariño entre la pareja, Jaime Peñafiel opina que el rey “es una persona triste y amargada” por el fracaso de su matrimonio. Sobre la reina, lo tiene claro y así se manifiesta en El Mundo: “Letizia no ha engañado a nadie. El primer día, el que anunciaron su compromiso, ya mandó callar a Felipe y no ha cambiado un ápice desde entonces. Es su carácter, que está fenomenal, pero se olvida de que ella es la consorte. No son el Rey y la Reina: son el Rey y su consorte”.
En 2003, don Felipe y doña Letizia atravesaron una fuerte crisis de pareja que a punto estuvo de acabar con su unión. Eran frecuentas las malas caras en público y la reina parecía decidida a empezar una nueva vida. La voz de alarma saltó cuando en agosto abandonó apresuradamente Palma de Mallorca dejando a su marido y sus hijas. Se dijo entonces que había regresado a Madrid, donde tenía temas personales que resolver. Fue entonces cuando desde Zarzuela movieron ficha y dejaron ver a la reina el futuro que le esperaba si persistía en su idea de divorcio. El hecho de que sus hijas quedaran bajo la custodia de la familia real la llevó a recapacitar y el asunto se saldó sin consecuencias.
El gran fracaso de Sofía
Las elecciones sentimentales de Elena, Cristina y Felipe no han sido acertadas para Peñafiel, que culpa a doña Sofía y don Juan Carlos de descalabros que podría haberse evitado: “los padres han sido culpables del fracaso de los matrimonios de sus tres hijos. No les supieron convencer de que se habían enamorado de quien no debían y, luego, doña Sofía intentó ayudarles en el matrimonio a los tres con un rotundo suspenso. Doña Sofía ha fracasado como madre y como esposa”.
El periodista se expresa con vehemencia cuando afirma que la reina emérita: “No educó bien a sus hijos y no supo divorciarse. Juan Carlos la maltrató públicamente. Sin embargo, a diferencia de Letizia, ha sido una buena reina. Nunca ha exteriorizado su tristeza, ni su dolor. Letizia salta y Felipe se asusta, le tiene miedo. Así no se comporta una reina. Sofía es una profesional que ejerce cada minuto el oficio de reina y ese ha sido el único éxito de su vida”.
Amor y fracaso en palacio
Jaime Peñafiel siempre ha mantenido su juancarlismo y tiene buenas palabras para el rey emérito en cuanto a que supo tomar decisiones importantes en momentos claves para el país. Empezar de cero le ha conferido unos valores que no tiene don Felipe: “Juan Carlos es un hombre que ha sufrido muchísimo. Infinidad de humillaciones en la época de Franco. Vivía con 75.000 pesetas para todo. Comer, vivir… Cuando me fichó ¡Hola! me llamó para preguntarme cuánto me iban a pagar y comparar. Le controlaban desde las Coca Colas hasta las llamadas a Sofía a Atenas. A otro, eso le hubiera convertido en un tirano, pero a él lo humanizó. Entiende el sufrimiento y la humillación porque él las sintió. Pero Felipe nació, creció y vivió como hijo de reyes. Es todo lo que ha sido. Y no sabe lo que es la vida real”.
En tiempos, la relación de Peñafiel con don Juan Carlos fue estrecha. Sin embargo, todo cambió con la entrada en palacio de Letizia Ortiz. El periodista se ha convertido en auténtico azote de la reina, que se vio tan sobrepasada que hasta intentó un acercamiento. El problema fue que Jaime lo entendió como una regañina y la cosa se complicó todavía más. Hay que reconocer que no está solo en sus críticas hacia la reina, que no consigue empatizar con una buena parte de la sociedad española y eso desdibuja su trabajo.
La venganza de Sofía
Dijo el rey Faruq, tras ser derrocado del trono egipcio, que en unos años solo iban a quedar cinco reyes, los cuatro de la baraja y la reina Isabel II de Inglaterra. Esto nos lleva al futuro de la monarquía en España. Así se expresa Peñafiel en entrevista para El Mundo: “La monarquía no tiene razón de ser. No sé cuándo le tocará, pero la monarquía española tiene su tiempo tasado”. Los primeros años del reinado de don Felipe están resultando convulsos: “Ha tenido muy mala suerte. Yo creo que él mismo no esperaba la situación que estamos viviendo. Felipe no tiene la capacidad que tenía su padre, ni la mano izquierda, ni la experiencia vital. Es buena persona sin esfuerzo, pero le veo preocupado, triste… Es el jefe del Estado que está lidiando el peor toro de la democracia, con tantos partidos…”.
Sobre cómo se fraguó la abdicación del rey Juan Carlos existen muchas teorías. Desde hace un tiempo se habla del papel decisivo que jugó doña Sofía movida por un deseo de venganza. Apoyar a su hijo habría sido su desquite a tantos años de sufrimiento matrimonial. En aquellos días, Corinna le decía al rey emérito que no dejara el trono porque en casa le estaban haciendo la cama. ¿Qué opina el periodista sobre esta espinosa cuestión? “A Juan Carlos le empujaron a abdicar entre Sofía, Letizia y el propio Felipe, y ahora se arrepiente. Fue un complot familiar. La reina Sofía por los motivos conocidos y ellos dos, por poder”
¿Reinará Leonor?
Hace algún tiempo, Henar Ortiz dio que hablar por manifestar que “Mi sobrina no llegará a reinar”. Idéntico futuro augura Jaime Peñafiel a la princesa Leonor: “He leído hace poco que Leonor va a ser una gran reina… Eso es una tontería. Lo que hay que preguntarse es si va a ser siquiera reina. Felipe puede ser rey cuatro, seis… ocho años más. Pero dentro de poco tiempo España no existirá como nación ni existirá la monarquía”.
Y mientras ya se ha acuñado una moneda con la cara de la heredera y está previsto que lea un fragmento de la Constitución públicamente en nada, el periodista le vaticina un futuro bastante negro: “Es ridículo hablar de Leonor como futura reina porque nunca lo va a ser. Rotundamente: no. Dejemos en paz a la niña, aunque sea la propia Letizia la que la está promocionando. La monarquía se acabará, lo veremos y no será una tragedia”.