La infanta Cristina ha llegado a Madrid dispuesta a recuperar su lugar dentro de la familia real. Y es que la hija mediana de los reyes eméritos cree que ya ha purgado la pena que le impuso don Felipe tras estallar el escándalo Noos. Sin embargo, las cosas se complican para la díscola Cristina, en el ojo del huracán tras confirmarse algo bastante escandaloso. Mientras tanto, la fiesta de cumpleaños de doña Sofía puede acabar convertida en polvorín porque algunos asistentes no se hablan entre sí. Así están las cosas en la familia real. Sigue leyendo porque no tiene desperdicio.
Trato de favor para la infanta Cristina
Era algo que se comentaba pero de lo que no se tenía confirmación. ¿Recibe la infanta Cristina trato de favor durante sus visitas a prisión? Ciertamente, extrañaba que nunca fuera captada ni a la entrada ni a la salida de Brieva. Pues bien, las preguntas de un senador de En Comú Podem han sido respondidas por un portavoz del Ministerio del Interior y se ha armado el belén. La infanta dispone de un permiso especial para acceder directamente al parking de la cárcel. Tampoco tiene que esperar para ver a Iñaki en la sala de visitas donde aguardan turno los familiares para comunicar.
La sorprendente información ha sido recogida por LOC. Para muchos, incomprensible que Cristina goce de semejantes privilegios tras su comportamiento poco ejemplar. Esto ha hecho que desde Interior se apresuren a señalar que la infanta no recibe trato alguno de favor. Simplemente se trata de un protocolo que se activa para evitar altercados que pudieran producirse por enfrentamiento entre familiares.
La entrevista más esperada
La infanta Cristina sigue convencida de que Iñaki Urdangarín es la víctima inocente de un complot con misión ejemplarizante. Así las cosas, no es extraño que presente a su marido, y a ella misma, como damnificados de una situación que se ha tergiversado a interés de algunos. De hecho, cuando la tormenta arreciaba con fuerza entre Zarzuela y Ginebra, la mediana de los reyes eméritos amenazó con conceder una entrevista donde daría pelos y señales de todo lo que acontecía alrededor del tsunami Noos.
En ningún momento, la infanta aceptó renunciar al título de Alteza Real, tal como le aconsejó don Felipe. Eso hizo que la brecha entre ambos se volviera insalvable. Ni el rey ni la reina quieren saber nada de Cristina. Lo que ocurre es que van a tener que tragar con ella el dos de noviembre, fecha en que se celebra el ochenta cumpleaños de doña Sofía. Sin duda, puede armarse la marimorena.
Una fiesta que puede acabar en pelea
El próximo cumpleaños de la reina emérita puede convertirse en un polvorín. Por un lado, don Juan Carlos, con quien doña Sofía ha dejado claro que no desea coincidir. Ese fue el motivo por el que no acudió al bautizo de Carlitos, el hijo de María Zurita. Aprovechó la ocasión para viajar a Londres y disfrutar del anonimato que allí goza para ir de compras con su hermana Irene, entre otras cosas. Estas dos hermanas están muy unidas. La princesa Irene se instaló en Zarzuela para apoyar a doña Sofía, cuya vida personal ha sido complicada y difícil.
Ha sido deseo de la reina emérita que Cristina y sus hijos estén presentes en su fiesta de cumpleaños. La infanta desea formar parte de la foto familiar que, a buen seguro, se ofrecerá a los medios como se hizo en el cumpleaños de don Juan Carlos. En aquella ocasión, Cristina de Borbón no pudo asistir porque un compromiso se lo impidió. Debió ser de mucho peso para no acompañar a su padre en un día tan señalado.
Felipe y letizia, muy contrariados
Doña Letizia y don Felipe están escandalizados con la exhibición pública de doña Cristina. Cuando tan solo habían transcurrido unas horas de su llegada a Madrid, la infanta acudió a ver un musical junto a su hermana. Fue inmortalizada y se la veía feliz y encantada con la situación. Ella está convencida de que su presencia tiene muy buena acogida por gran parte de la sociedad y que están equivocados los reyes en su deseo de opacarla porque contamina a la Corona.
Los reyes saben que tendrán que compartir con Cristina de Borbón el próximo dos de noviembre. No querían pero no pueden hacerle eso feo a doña Sofía, que sueña con la reunificación familiar. Es muy posible que ni doña Letizia ni don Felipe crucen ni una palabra con la infanta. Ya ocurrió en Londres durante la celebración del cincuenta cumpleaños de Pablo de Grecia. Allí estaban los ex duques de Palma y el rey pero no coincidieron en ningún momento. Lo impidió un plan previamente trazado para evitar una más que incómoda situación.
Don Felipe no se fía de Elena
Cada vez parece más claro que la reinstauración de doña Elena como representante de la familia real en actos ha sido flor de un día. Es cierto que la infanta fue parte activa en el veraneo palmesano y formó parte de las imágenes que se facilitaron con intención de disipar el soniquete de crisis familiar que persigue al clan Borbón. Sin embargo, quedó claro que la relación es inexistente más allá de lo estrictamente necesario.
Don Felipe no se fía de su hermana mayor porque sabe de su adhesión total a Cristina. En este sentido, Elena cree que es injusto el trato que se le ha dado a su hermana y la apoya al cien por cien. Aquí también entra en juego la no relación que mantiene con doña Letizia. Ambas mujeres no se soportan desde hace mucho. Ni cruzan saludo alguno cuando se encuentran. Una difícil situación imposible de reconducir.
Los griegos no tragan a Letizia
Otra de las patatas calientes de la fiesta en honor de doña Sofía tiene que ver con doña Letizia. Se trata de la incómoda situación que podría producirse si Marie Chantal Miller asiste a la celebración. Y es que la esposa de Pablo de Grecia no dudó en afirmar tras suceder el rifirrafe entre reinas que Letizia había mostrado “su verdadera cara”. Además, añadió que ninguna abuela merecía soportar algo así.
Por algún motivo desconocido, el caso es que la reina no ha conectado con la familia de su suegra. Constantino de Grecia no ha dudado en apoyar a Cristina públicamente. “Es una madre”, pronunció como excusa para que no se la imputara. Por otro lado, en el clan de los griegos no son ajenos a los impedimentos que doña Letizia pone a doña Sofía para ver a sus hijas. Por todo esto, y mucho más, la reina no goza del cariño de los familiares más directos de la reina emérita.