Hace ahora justo un año, en la Navidad de 2018, Belén Esteban afirmaba estar muy cerca del día en el que vería como su exrepresentante saldría de su vivienda familiar por la puerta de atrás. La colaboradora se encontraba inmersa en un proceso judicial que, según su versión, resultaría favorable para ella casi con total seguridad, y que culminaría en el desahucio de Toño Sanchís. Un año después, y a pesar de haberlo anunciado en infinidad de ocasiones, el desahucio aún no se ha producido, y Toño continúa viviendo en su domicilio familiar. ¿Se trata todo de una mentira? ¿Se cumplirá algún día la palabra de Belén Esteban?
Un proceso que parece interminable
> Hace algo más de tres años saltaba la noticia: Belén Esteban denunciaba públicamente que su representante –e íntimo amigo- le había estafado gran parte de su fortuna. La colaboradora hablaba de elevadas sumas de dinero que, al parecer, el que fuera su mano derecha habría tomado de manera fraudulenta a través de innumerables “chanchullos”. Comenzaba entonces un proceso judicial en el que la madrileña interponía varias demandas al representante para conseguir lo que decía, “era suyo”.
Un trámite que, a priori, sería de poca dilatación en el tiempo: todo consistía en saber llegar al acuerdo adecuado. Sin embargo, y lejos de lo que ella imaginaba, Toño Sanchís no se resignaba a perder su reputación profesional y su colchón económico tan fácilmente. La colaboradora de Sálvame y él iniciaban entonces una guerra que se extendería en el tiempo sin un final a la vista.
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Su entrevista más esperada en el Deluxe
> Como si de un reality show se tratase, Belén Esteban anunciaba de manera detallada cada paso judicial (o personal) que daba en la guerra con Sanchís. El tema se convertía en contenido estrella de Sálvame, y Toño, por su parte, acudía a El Programa de Ana Rosa, en la misma cadena, para contar su versión de lo ocurrido. Un periplo en el que ambos se recriminan su “mala praxis” profesional, y que deriva en el Deluxe definitivo. La de Paracuellos se sienta en “su programa”, como ella misma lo denomina, y concede su entrevista más esperada: “He ganado a Toño Sanchís”.
Comienza así a detallar la suma económica con la que su exrepresentante deberá compensarla, tal y como dictamina una sentencia a su favor. No obstante, a pesar de tratarse de una cantidad considerable, la cifra no parece encajar con los datos que varios de los colaboradores manejan. Explica entonces que, dada la inexistencia de esa cantidad en las cuentas de Toño, entra en juego la propiedad de su vivienda.
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La batalla judicial continúa
> Meses después de la sentencia que obligaba al mánager a indemnizar a la tertuliana, la casa de Toño Sanchís en Villanueva del Pardillo salía a subasta. Sucedía en el mes de noviembre de 2018, cuando la colaboradora revelaba una nueva jugada legal en su programa de cabecera: ella había sido la última persona en pujar por el chalet de Toño.
Conseguía comprar la vivienda por 375.000 euros, sin embargo, debería hacerse cargo también de la hipoteca de la casa, así como de la comunidad de propietarios, deudas que arrastraba la residencia consigo. ¿Resultaba entonces rentable la adquisición? Sea como fuere, el pulso continuaba: Sanchís se declaraba en quiebra y su empresa, Lorant S.L., entraba en concurso de acreedores. De este modo se imposibilitaba el traspaso de la vivienda, y Toño, tal como anunciaba meses antes, continuaba residiendo en su hogar.
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Belén Esteban asegura estar a punto de conseguir la casa
> La ex de Jesulín acudía al notario para poner la casa a su nombre tras comprarla en subasta, sin embargo, toda posibilidad de desahucio quedaba bloqueada, pues el proceso que vinculaba la vivienda de Toño con su empresa, ahora en concurso de acreedores, paralizaba cualquier movimiento judicial. Cabe la posibilidad, tal y como apuntan los allegados al representante, de que la subasta se invierta y sea la empresa de Toño, o lo que es lo mismo, el propio Toño, el que puje de nuevo por su casa y salde las deudas de su empresa, ahora en bancarrota.
De este modo, el que fuera íntimo amigo de Belén conseguiría de nuevo la propiedad de su vivienda. Como si de una partida de ajedrez se tratase, llegaba el turno de la colaboradora, que movía ficha de nuevo: el Juzgado número 2 de Torrejón de Ardoz mandaba un comunicado al Juzgado de El Escorial donde se solicitaba comenzar con los trámites de desalojo. La notificación, según apunta la revista Semana, podría producirse en los próximos días. Desde la fecha en la que esto le fuera comunicado, el mánager contaría con un mes para abandonar el domicilio junto a su familia.
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El 2020, el año decisivo
> En medio de todo este entramado legal y personal solo hay un dato claro: el 2020 es el año decisivo. Tanto si Belén consigue hacerse con la casa de Toño como si no, lo cierto es que todo debe decidirse en el próximo año. El proceso legal no debe demorarse más de los siguientes doce meses. La colaboradora más polémica de la televisión parece estar convencida de que se trata de un mero trámite, algo que no le llevará más de un par de meses: “Todos los juicios los he ganado y ahora estoy esperando a que me pongan fecha en el juzgado para que él abandone la casa. Cuando le den una fecha tiene un mes para dejar la vivienda voluntariamente y si no, al día siguiente ejecutan el desalojo”.
Tan convencida está de que la casa será finalmente suya, que ya atisba a planear un destino para la vivienda: “La alquilaré o la venderé porque yo no quiero vivir ahí”, explicaba en exclusiva para la revista Semana. Aunque, si nos ceñimos estrictamente a los hechos, la realidad es que Toño Sanchís aún continúa viviendo en su casa junto a su familia y Belén, por más que lo lleva anunciando desde hace tres años, sigue sin disponer del chalet. Desde luego, no están siendo unas navidades precisamente felices para la de Paracuellos, al menos, en lo que a la guerra con Toño se refiere.