En los últimos meses, los rumores de una posible crisis entre Letizia y Felipe VI han cobrado más fuerza de lo habitual. Cuando salen por las puertas de Zarzuela aparentan normalidad y complicidad, pero la realidad podría ser bien distinta, teniendo en cuenta que algunas de las costumbres de la reina consorte han enfadado, y mucho, al hijo de Juan Carlos. ¿Quieres saber de qué se trata? Te contamos todos los detalles, a continuación.
¿Divorcio a la vista?

> Sus diferencias y desacuerdos les han llevado a vivir situaciones límite en varias ocasiones. Una de las últimas tuvo lugar el pasado mes de agosto, cuando Letizia se fue a un misterioso lugar, mientras que su marido se quedó unos cuantos días más en Mallorca con el resto de la familia. El panorama fue tan tenso que algunos expertos en realeza empezaron a temerse un posible divorcio. “Tiempo al tiempo”, espetó Jaime Peñafiel.
Lo cierto es que, a pesar de la estricta tradición monárquica, la reina Letizia no siempre encaja en el protocolo que se le exige como Reina. De hecho, son muchas las ocasiones en las que Letizia ha demostrado ser un ser libre e independiente a todas las tradiciones de la institución, que para ella vive anclada en el pasado. Ya no solo por sus ideales republicanos, que también, sino por detalles como el hecho de escribir un diario, algo que, según el experto en casa real, empezó a hacer en su momento.
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La decisión de Letizia que enfada a Felipe

> «Nada más casarse quiso escribir un diario. No hay que olvidar que era periodista», contó Peñafiel. Felipe se percató de lo que estaba haciendo y rompió con aquel efímero deseo: «Felipe la sorprendió escribiendo. Y se lo prohibió. Cuando entonces podía. Craso error». No sabemos qué habrá pasado con aquellas páginas que consiguió escribir, pero el periodista le animó hace unos meses a volverlo a intentar: «¡Adelante, querida! Un diario, si es sincero y se escribe no para ser leído por los demás, sino como un desahogo puntual e íntimo, como un onanismo de les hechos de cada día, puede llegar a ser tan valioso como la propia memoria». Sin duda, ese diario cobraría un valor incalculable con el paso de los años, ya que estamos seguros que en sus páginas se revelarían importantes secretos de la Corona, que a día de hoy se desconocen por completo.
Cabe recordar también que, hace algunos años, Letizia tuvo otro gesto que enfadó muchísimo a su marido. Y tiene que ver con la Princesa de Asturias. Felipe VI echó el freno de mano al enterarse de que su mujer quería hacerle un emotivo regalo a Leonor. Te contamos de qué se trata en la siguiente página.
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La prohibición de Felipe VI
> Ocurrió hace cuatro años, pero ha sido ahora cuando nos hemos percatado de lo mal que le sentó a su marido. Con motivo de la Primera Comunión de la princesa de Asturias, doña Letizia decidió regalarle su primera mascota, un pastor labrador que bautizó con el nombre de Sara. ‘¿Qué tiene esto de malo?’, se preguntarán ustedes. Nada, salvo que fue la consorte la que, en 2004, cuando todavía era una recién llegada a Zarzuela, decidió “poner de patitas en la calle” a “Puskin, el schnauzer de color negro que, durante muchos años, formó parte de la vida de Felipe”, recalca Jaime Peñafiel en LOC.
Por lo visto, el rey sentía mucho aprecio por su mascota, tanto que sus padres tuvieron que llevarlo con ellos cuando fueron a visitarlo al otro lado del charco. “Doña Sofía decide darle una gran sorpresa: llevarle a su perro. La reina advirtió que el pobre animal, acostumbrado a que Felipe le diera de comer todos los días, se negaba a ello y se pasaba todo el tiempo buscándole por la casa”, relata el periodista experto en Casa Real. Entonces, ¿por qué permitió que Letizia se saliera con la suya y que dejara a Puskin a su suerte? Te lo contamos en la página siguiente.
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Felipe no perdona
> Felipe tenía tanto cariño a Puskin que incluso evitaba avisar al servicio cuando la mascota vomitaba, sino que lo limpiaba él mismo. “Nadie de los Borbones amaba al perro tanto como él”, insiste el periodista experto en Casa Real. Entonces, ¿por qué permitió que una recién llegada pusiera a su fiel amigo “de patitas en la calle”. El escritor lo tiene claro: “Cierto es que eran otros tiempos. Ella acababa de entrar en la casa mandando mucho y él debía estar, entonces, muy enamorado para permitirle echar a su perro de la casa. Dicen que el pobre debió ser devorado por las alimañas del monte de El Pardo”.
Bajo el punto de vista de Peñafiel, don Felipe “nunca perdonó” que Letizia tomara esta “cruel” decisión; y a ojos de muchos resulta incomprensible que, quince años más tarde, la consorte regale a su hija un perro que sí es bienvenido en Zarzuela.
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Letizia, desesperada
> No son pocas las fuentes cercanas a Casa Real que aseguran que los reyes no pasan por su mejor momento. Las cosas entre los monarcas no iban muy bien, pero según un reputado periodista, la pasión entre ellos se reavivó a raíz del discurso que el soberano entonó con motivo del referéndum ilegal por la independencia de Cataluña. “El día que salió Felipe y paró ‘el golpe de Estado’, Letizia se volvió a enamorar. Porque ella tiene que admirar a un hombre para quererlo», aseguró Jiménez Losantos en Es la mañana de Federico. Bajo su punto de vista, la determinación que mostró el Borbón volvió loca a la consorte y, desde entonces, “están los dos en un estado psicológico de felicidad”.
Mejor para doña Letizia que hayan conseguido acercar posturas. Por lo visto, el contrato que don Juan Carlos I la obligó a firmar antes de su boda con Felipe VI la dejaría muy mal parada en caso de divorcio. ¿Quieres saber qué pasaría con la consorte si los peores presagios se confirmaran? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
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¿Quién es el peor parado en caso de divorcio?
> Según reveló David Rocasolano, el primo de la reina, en su polémico libro Adiós, Princesa; los reyes eméritos obligaron a doña Letizia a firmar un contrato prematrimonial para poder formar parte de la familia real. Por lo visto, las condiciones de ese documento dejarían muy mal parada a la consorte en caso de divorcio. Para empezar, Ortiz perdería todos sus títulos y tendría que abandonar su residencia oficial. Algunos rumores señalan que disfrutaría de una pensión vitalicia por su condición de madre de la heredera, pero nada que ver con los privilegios de los que ahora disfruta.
Sin embargo, lo que más dolor produciría en la reina sería perder a sus hijas. Al parecer, en el contrato se estipula que, en caso de divorcio, Letizia perdería la custodia de la princesa Leonor y la infanta Sofía, cuya tutela recaería de forma exclusiva bajo el rey Felipe y Casa Real. Sin embargo, algunos abogados todavía debaten la legalidad de esta supuesta clausula. En cualquier caso, parece que las cosas entre los monarcas se han relajado y, de momento, no se vislumbra la separación en su horizonte. Pero recuerden, Peñafiel avisa: “tiempo al tiempo”.