La intensa relación entre María Teresa Campos y Jesús Mariñas ha dado mucho que hablar. La presentadora y el periodista comenzaron a trabajar juntos en Pasa la vida, magazine matinal de TVE. Más adelante ambos se reencontrarían en Día a día de Telecinco, en Cada día de Antena 3 y en ¡Qué tiempo tan feliz!, otra vez en Mediaset. Pero no siempre la relación ha sido excelente, sobre todo por los dardos en forma de artículos que Mariñas le dedicó a su amiga tras acabar la etapa de ambos en Atresmedia, aunque finalmente la sangre no llegó al río y ambos se volvieron a encontrar en un plató.
Mariñas, casi siempre lenguaraz, había sido muy cauto en sus colaboraciones periodísticas en La Razón y Tiempo respecto a la relación de la ex reina de las mañanas con Bigote Arrocet, apedreado al alimón por prácticamente toda la profesión por dos razones: sus supuestas relaciones con otras mujeres y los hipotéticos problemas económicos que arrastrarían, dardos que dibujaban una relación por puro interés.
En la última edición de Tiempo Mariñas confirma que María Teresa no está de acuerdo con el fichaje de su novio por el reality-show y señala que la presentadora se marchará a Málaga mientras Bigote Arrocet corretea por las playas de Honduras: «Buena están liando porque Bigote va a Supervivientes contra el criterio de madre Teresa: “Es su decisión, yo no me meto. Pero aprovecharé su ausencia en Honduras –mejor no meterse en ellas–, para mudarme temporalmente a Málaga ya sin el compromiso televisivo del fin de semana”. Especulan, calculan y disparatan sobre qué podrá pasar o resultar».
Pero lo más sorprendente del artículo es el capote que le lanza a su amiga: «Hasta vaticinan ruptura fulminante desconociendo lo mucho que hay, ata y une a la maestra televisiva con un Bigote del que personalmente tengo una imagen que no responde a tales reparos. Pese a sus bien llevados 68 y baqueteo artístico lo veo cálido, entregado y nada calculador». Ni frío, ni calculador. Mariñas, que conoce el percal porque ha trabajado junto al cómico chileno durante más de un año en ¡Qué tiempo tan feliz!, cree en el amor más controvertido del momento.
El gallego recuerda con cariño su etapa en el programa tras su cierre: «Desde Karina forever eurovisiva al eterno Raphael, Helena Bianco o Los Manolos con Amigos para siempre, casi réquiem. Más optimista pareció el mix de las dos rubias, una recordando Será maravilloso, viajar hasta Mallorca, eco de uno de los festivales que abundaban en una España que vivía cantando, como defendió Salomé. Karina optó por El baúl de los recuerdos. Parecía a la medida del programa».
Todavía se desconoce el futuro de María Teresa Campos, pero también será una de las primeras veces en tres décadas que Mariñas se quede sin colaboraciones televisivas tras el cierre de ¡Qué tiempo tan feliz! y su salida de programas como Espejo Público, donde brillaba escasamente, o sus efímeros pasos por Sálvame diario y La Mañana de La 1 de TVE.
