La Familia Real no ha empezado el año con buen pie. El escándalo causado por la exhibición de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín ha causado un gran disgusto a los reyes. A esto se une que la infanta Elena haya dado de lado a su hermana. Y por si lo anterior no fuera suficiente, en Zarzuela se viven momentos de gran preocupación por la salud de uno de los integrantes del clan Borbón. Te lo contamos todo a continuación.
Los reyes, tocados y hundidos
> La infanta Cristina ha vuelto a hacerlo. Y es que parece que se ha propuesto poner contra la espada y la pared a don Felipe y doña Letizia. Lejos de guardar cierta discreción en sus movimientos familiares navideños, se ha dejado ver y retratar a placer, con cara de felicidad, junto a su marido por las calles de Vitoria. El asunto ha levantado gran polvareda porque se nota a la legua que la infanta quería enviar un mensaje a su hermano.
Desde que don Felipe apartara a su hermana del seno de la familia real, las cosas han ido a peor. Cristina no quiso renunciar al tratamiento de Alteza Real e hizo valer que había nacido hija de reyes. Ante esto, al rey no le quedó más remedio que aguantar el tirón. Eso sí, apartó a su hermana de las funciones institucionales y eso conllevó que se quedara fuera de la lista civil. Es decir, la infanta no recibe ni un euro del presupuesto que don Felipe destina a su familia en función de la representación institucional que tengan.
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Gran preocupación en la Familia Real
> En Zarzuela están más que preocupados por la salud de uno de los miembros más queridos del clan Borbón. Se trata de la infanta Pilar, hermana de don Juan Carlos. Doña Pilar tuvo que ser ingresada en el hospital el pasado domingo. Como se recordará, la infanta sufre un cáncer de colon que le ha ocasionado más de una visita al hospital.
Es habitual ver al rey emérito acompañando a doña Pilar a sus revisiones. Ambos están muy unidos. Algo que se hace extensivo a doña Sofía. Con el paso del tiempo, la infanta y la reina Sofía han limado asperezas y se llevan muy bien. Doña Pilar ha sido la roca de la reina emérita en momentos en que la relación con su marido iba muy mal.
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Doña Sofía sufre por sus hijos
> Nada le gustaría más a doña Sofía que sus hijos se reconciliaran. Las cosas cambiaron cuando estalló Noos y ya nada volverá a ser como antes. La infanta Cristina no se avino a las condiciones que le propuso don Felipe y la separación entre hermanos fue muy dolorosa. Dicen que el rey no se ha recuperado, pues su hermana mediana era uno de sus grandes apoyos. A ella recurría cuando las cosas iban mal dadas.
La infanta Cristina no solo se negó a renunciar al título de Alteza Real, sino que amenazó con dar una entrevista para sufragar los gastos domésticos y judiciales. Aunque cobra un buen suelo mensual, alegó que no le alcanzaba. Sin embargo, don Juan Carlos consiguió quitarse esa idea de la cabeza. Todo indica que se trató de otro pulso de la infanta a su hermano. Ha sido lo habitual desde que saltara el escándalo. Parece que Cristina también se quejó cuando la despojaron de la asignación anual de la Lista Civil, que don Juan Carlos repartía a su criterio.
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El problema que quita el sueño a doña Sofía
> No están resultando unas navidades fáciles para doña Sofía. Su mente está a muchos kilómetros de Zarzuela. Y es que la reina emérita está muy preocupada por la salud de su hermano. Hace ya tiempo que Constantino de Grecia está muy delicado. De hecho, este año no se ha trasladado a Londres para disfrutar de las navidades junto a su hijo Pablo. El primogénito de Tino y Ana María suele reunir a los suyos en su mansión inglesa. Un lugar de cuento de hadas con parajes incomparables.
Se supone que una vez pasados reyes, doña Sofía pondrá rumbo a Puerto Heli para estar con su querido hermano. La acompañará la princesa Irene. Tal como siempre fomentó la reina Federica, sus hijos son una piña. Fueron los excesos de don Juan Carlos los que hicieron que Constantino le llamara al orden. La entente se rompió. Tino no podía soportar más las humillaciones que doña Sofía sufría por parte de su esposo. Han hecho falta muchos años para que la relación entre cuñados se recompusiera. Al final, Tino aceptó firmar la paz como regalo a su hermana por su ochenta cumpleaños.
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Las confesiones de doña Sofía
> No cabe duda que la relación entre los miembros de la familia real está cargada de desencuentros. El más duro, el que mantiene doña Letiza con su suegra. Y es que algo ocurrió en el pasado que la reina no le perdona a doña Sofía. Las víctimas inocentes de esta historia, Leonor y Sofía. Hace algún tiempo que se hicieron públicos los ruegos de la reina emérita en relación a sus nietas: “No sé ni cómo están. No las veo nunca. No me dejan verlas. Yo, que vivo al lado, no puedo ir a su casa. Y sin embargo la madre de Letizia siempre está allí”.
La cuestión también afecta sobremanera a la heredera. Y es que la madre de unas de las compañeras de colegio de Leonor reveló a Jaime Peñafiel: “Mi hija me ha contado que Leonor se queja de que su mamá no le deja ver a su abuela y que papá (don Felipe) no podía hacer nada porque ella (Letizia) era quien manda”.
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