De sobra es conocido que por la vida del monarca abdicado han pasado infinidad de amantes y mujeres. La reina Sofía lo sobrelleva como bien puede, pero no pasa por que su propia hermana, Irene de Grecia, también tenga su historia con Juan Carlos I. ¿Quieres conocer más detalles sobre este bombazo? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
El mal de amores de la reina Sofía
> El matrimonio de los eméritos hacía agua casi desde el principio. Los cercanos a Casa Real aseguran que la griega estuvo profundamente enamorada de su esposo durante los primeros años, pero la cosa cambió cuando el Borbón mostró su faceta de don Juan, nunca mejor dicho. Las amantes se sucedían y a la reina Sofía no le quedaba otra que callar y soportar los engaños de su marido, siempre por el bien de la Corona. En aquel momento, la sociedad no hubiera consentido un divorcio de los soberanos.
De puertas de Zarzuela para afuera, todo parecía ir bien entre ellos. Juan Carlos y Sofía no borraban la sonrisa de sus caras, pero cuando llegaban a Palacio, hacían vidas separadas. Empezaron a vivir en alas diferentes poco después de que Franco muriera, tal y como reveló Pilar Eyre en su columna de Lecturas. La griega ha tragado con estoicismo todas las aventuras de su marido, pero le duele profundamente que su propia hermana, la princesa Irene, también tenga un pasado junto al Borbón. Sigue leyendo para conocer más detalles.
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Juan Carlos se fijó primero en Irene de Grecia
> Por lo visto, ninguna de las dos pudo resistirse a los encantos del entonces príncipe español, y aunque el Borbón se terminó casando con doña Sofia, parece que primero puso sus ojos en la hermana pequeña, la princesa Irene. La griega “se hizo ciertas ilusiones con el irresistible don Juanito”, que coqueteaba con ella antes de decidirse por la que se convirtió en madre de sus hijos, tal y como revela Pilar Eyre en su columna de Lecturas. De seguro que la emérita tiene esta espinita clavada en su corazón. A nadie le gusta ser el segundo plato, y menos cuando la primera opción ha sido alguien de la familia.
Lo cierto es que la reina Sofía no ha tenido suerte en el terreno amoroso. No hace falta explicar lo mal que le ha ido con don Juan Carlos, pero antes de él hubo otro hombre que tampoco la trató como es debido. La griega ha sufrido mucho en sus relaciones sentimentales… ¿Quieres conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo en la página siguiente.
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El novio que utilizó a la reina Sofía
> Corrían los años 60 y la reina Sofía irradiaba la juventud y vitalidad de todo veinteañero. Eran otros tiempos y ya daba la sensación de que se le pasaba el arroz: había que buscarle un príncipe europeo para casarla. Su madre, la reina Federica, puso sus ojos en el apuesto hijo de los condes de Barcelona, Juan Carlos de Borbón, pero Sofía ya había echado el anzuelo a un atractivo nórdico: Harald de Noruega.
Sofía estaba completamente enamorada del altísimo y guapo príncipe, tal y como publica Pilar Eyre en su columna de Lecturas. De hecho, la prensa de entonces daba por sentando que entre ellos había algo más que amistad. “Los dos príncipes sostienen un tierno idilio con todo el esplendor de sus veinte años”, escribían los titulares de aquellos años. Sin embargo, como ya saben, su romance no llegó a buen puerto y la griega terminó con Juan Carlos de Borbón. ¿Por qué no funcionó su relación con el príncipe Harlad? Sigue leyendo, te lo contamos en la página siguiente.
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Harald engañó a la reina Sofía
> Al parecer, el noruego usaba a la griega para esconder su verdadero amor por una plebeya, quien terminaría convirtiéndose en reina de la tierra del norte. “La reina Sofía sufría horriblemente porque Harald de quien estaba enamorado de verdad era de una sencilla modistilla de Oslo llamada Sonia, y a ella la utilizaba solamente de tapadera”, publicó Pilar Eyre en su columna de Lecturas. La entonces princesa era la mujer de buena cuna con la que le interesaba dejarse ver, pero solo sentía por ella poco más que algo de cariño.
Por desgracia, a la reina Sofía le tocó correr la misma suerte en su matrimonio con Juan Carlos I. Oficialmente, era la perfecta esposa con la que el Borbón formó su familia real, pero en la intimidad que ofrecen los muros de Palacio, el emérito caía rendido a los pies de otras mujeres. La vida le ha dado muchas cosas a la reina Sofía, pero la suerte en el amor no ha sido una de ellas.