Mar Torres no está pasando por su mejor momento profesional en el mundo de las redes sociales y es que desde que rompió su relación con Froilán el pasado abril, la lujosa vida de la influencer ha dejado de interesar a sus seguidores, los cuales bajan día a día. ¿Conseguirá Mar remontar y vivir de su sueño o su paso como creadora de contenidos tiene inminente fecha de caducidad? Pronto lo sabremos.
El éxito que alcanzó Mar Torres se desvanece
> Mar Torres y Froilán de Marichalar se conocieron en el internado Colegio Episcopal Sagrada Familia de Sigüenza en Guadalajara, donde ambos estudiaban. Pronto se hicieron amigos y más tarde comenzaron una relación sentimental en secreto que pronto se haría pública y que pasaría por algunos baches pero también por muy buenos momentos.
Lo que peor llevaba Mar de su relación con el hijo de la infanta Elena eran las críticas, pero ello no fue un impedimento para que la joven se interesara por las redes sociales y el mundo de la moda. Su novio fue un trampolín y Mar no desperdició la oportunidad, los seguidores crecían como la espuma, y en un solo día conseguía reunir hasta 10.000 followers más en su cuenta de Instagram.
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Quiere ser influencer a toda costa
> Aunque en una entrevista para Europa Press en la pasarela 080 de Barcelona aseguró que no le gustaba que le llamaran influencer, pronto nos regaló unas declaraciones que hacían ver que en realidad este término le encantaba: “Ten en cuenta que es todo nuevo, no sé, me gusta mucho pero no sé, todo es distinto de ser nadie, a de repente vivir de las redes, no sé es distinto todo”, a lo que la periodista le respondía: “¿Pero quieres continuar en esto, ¿no?», a lo que Mar corroboraba: “Sí, me gusta, es lo que yo quiero”.
Todo es muy distinto ahora. Sus seguidores más fieles han abandonado su cuenta y los que quedan lo van haciendo paulatinamente, pues cada día suele perder casi 300 seguidores. Ella también lo está notando, por ello, lleva sin subir una fotografía nueva desde principios de noviembre y ya estamos a mediados… Sin duda está de capa caída.
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Las razones de su fracaso como influencer
> Tras seis años de noviazgo y de idas y venidas, el hijo de la infanta Elena y Mar Torres, ponían fin a su relación definitivamente en abril de este año quedando como supuestos amigos. “Yo tomé la iniciativa, pero fue algo de los dos”, respondía Mar ante las cámaras cuando los medios se interesaron por descubrir qué detonante causó la ruptura, aunque meses atrás afirmaba sin saber lo que ocurriría después: “Nuestra relación no se va a acabar nunca. Siempre vamos a ser amigos”.
Ser la novia del nieto del rey y su vinculación con la Casa Real le ha abierto en este tiempo muchas puertas. De tener su cuenta de Instagram en modo privado para preservar la intimidad de su pareja y la de ella, a subir más de 30.000 seguidores en tan solo un mes hay un gran paso. Sin embargo, su salida de palacio le ha salido muy cara y su lista de seguidores no para de descender sin poder hacer nada para remediarlo. No es esta la única razón por la que Mar Torres parece estar fracasando como influencer, sino que una vida llena de lujos, ostentación y egocentrismo podrían estar haciendo el resto, y es que a la gente de a pie le gusta ver perfiles sencillos en los que las instagramer recomienden actividades, productos o lugares que un bolsillo medio se pueda permitir. Lujos sí, pero en su justa medida.
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Cómo era antes Mar Torres
> Mar estudia marketing en la universidad The College For International Studies (CIS) de Madrid y sueña con montar algún día su propia boutique de moda, mientras tanto compagina sus estudios con otro de sus sueños, el de ser influencer, del cual finalmente no ha cosechado tanto éxito como pensaba en sus inicios. Para ello debía tener un perfil diferente y un estilo de vida acorde a lo que quería mostrar en su perfil, por lo que no dudó en someterse a varios retoques estéticos y cirugías como una rinoplastia, una bichetomía e infiltraciones de bótox en el arco de las cejas y en otras zonas del rostro para afinarlo, y ácido hialurónico para rellenar los labios.
Su cambio de imagen fue radical y repentino, en un abrir y cerrar de ojos parecía otra persona todo gracias a su clínica de confianza: Centro CEME, a la cual quiso dar las gracias desde su cuenta de Instagram y a través de una entrevista en una conocida revista, ante la que confesó todas y cada una de las operaciones que se había realizado en estos últimos tiempos.