Kiko Rivera se ha sentado en el programa ‘Juntos’ de Telemadrid para hablar sobre sus últimos grandes éxitos musicales, como ‘Malibú’ y ‘El Mambo’, dos temas que han logrado convertirse en las canciones del verano. Sin embargo, la entrevista no se limitó a su carrera profesional, ya que el DJ también abordó aspectos personales de su vida, ofreciendo una visión sincera y emotiva de su situación actual.
La confesión de Kiko Rivera

«Posiblemente, estoy en el mejor momento de mi vida», confesó Kiko, reflexionando sobre cómo ha cambiado su vida en los últimos tiempos. Yo ahora entiendo por qué me daban esos ataques de gota. He llevado una vida de excesos que han hecho un daño del que todavía me estoy recuperando«, añadió, reconociendo los problemas de salud que ha enfrentado debido a sus decisiones pasadas.
El cantante también habló sobre el papel crucial que ha jugado su esposa en su transformación personal: «Tuvo que llegar mi mujer para salvarme de todo, y no entiendo cómo todavía puede seguir conmigo porque hemos pasado mucho, yo he sido un tremendo mamonazo. Estoy enamoradísimo de mi mujer, y creo que ella de mí igual. Después de diez años ahí seguimos y con unos hijos maravillosos«.
Sin embargo, la conversación tomó un giro menos positivo cuando se mencionó a su madre, Isabel Pantoja. Kiko Rivera no pudo ocultar su desaprobación ante las lágrimas de su madre en pleno concierto, donde dedicó una canción a sus nietos. «Discrepo con que fuera un momento bonito, sin querer entrar en polémica. Pero, llama. La realidad es que mi madre no llama a sus nietos, esa es la única realidad. Que tú lances cuatro lagrimillas y le dediques una canción a tus nietos, a mí no me vale. A mí me vale que llames a tus nietos», dijo contundente.
Añadió con firmeza: «Yo me habré equivocado en ciertas maneras, pero a día de hoy lo que a mí me ha hecho seguir adelante es perdonar todo lo que ha sucedido. Yo he perdonado, pero tú allí y yo aquí«. Kiko dejó claro que, aunque ha perdonado a su madre por su propio bienestar, la relación entre ellos sigue siendo distante.
El atrevimiento de Isabel Pantoja

El reciente concierto de Isabel Pantoja en Almería se convirtió en un momento emotivo que capturó la atención de muchos. La tonadillera, conocida por utilizar sus actuaciones para transmitir sus sentimientos, dedicó una de sus canciones más famosas, ‘Hasta que se apague el sol’, a sus nietos. «Se la dedico a mis cuatro. No hace falta que diga más, a mis cuatro», dijo visiblemente emocionada, lo que provocó una reacción sentimental en el público presente. Mientras cantaba, Isabel no pudo contener las lágrimas, demostrando que cada palabra de la canción iba dirigida a sus nietos, Francisco, Ana, Carlota y Alberto, los hijos de Kiko Rivera e Isa Pantoja.
La emoción de Isabel fue tal que su voz se resquebrajaba durante el estribillo, lo que hizo que la actuación fuera aún más conmovedora. Al finalizar la canción, recibió una ovación del público, aunque rápidamente se secó las lágrimas, mostrando la intensidad de sus sentimientos.
La tensión en la familia Pantoja no es nueva. Durante meses, tanto Kiko Rivera como su hermana Isa Pantoja han declarado públicamente que su madre no mantiene ningún tipo de contacto con sus hijos. Este distanciamiento también se extiende a la relación de Kiko con Isa y su hijo, el pequeño Albertito. La polémica se reavivó cuando Kiko celebró efusivamente la noticia del embarazo de su prima Anabel Pantoja, lo que provocó críticas de sus seguidores por no mostrar el mismo entusiasmo con el hijo de Isa Pantoja. «Ya tienes un sobrino del que pasas bastante», le recriminaron en las redes sociales. Kiko respondió: «Eso es mutuo por las dos partes», y recordó que tenía otros sobrinos, los hijos de Cayetano y Fran Rivera.
¿Quién es la única que apoya a la Pantoja?

Anabel Pantoja parece ser la única que ha logrado mantener buenas relaciones con todas las partes del clan. No solo mantiene una buena sintonía con Kiko, sino que también está muy unida a Isa y a Isabel Pantoja.
La entrevista de Kiko Rivera en ‘Juntos’ ha dejado claro que, a pesar de haber perdonado a su madre por su propio bienestar, la relación entre ellos sigue siendo complicada y distante. Las lágrimas de Isabel Pantoja en el escenario, aunque emotivas, no han sido suficientes para sanar las heridas y reestablecer la conexión familiar que tanto parece faltar.