La fachada del chef Jordi Cruz aparenta ser dura, inquebrantable, de hierro forjado. Sus problemas en cocinas, con otros chefs, o en la exigencia que demuestra en su trabajo, le han llevado a dar una sensación que en el fondo no le corresponde. Un lado romántico y muy personal poco a poco se descubre. Nada es lo que parece cuando pensamos en Jordi Cruz. Empeñado en ser un ejemplo para quien venga detrás lleva por bandera una coraza, en ocasiones, muy difícil de descifrar. Quienes mejor le conocen aseguran que es una grandísima persona, sin embargo, muchas polémicas han girado entorno a su persona, las cuales perjudican dicha estima. En este artículo nos encargamos de desgranar muchas de sus inquietudes y desvelar su lado más desconocido. Sigue leyendo y no te pierdas nada.
Su dura coraza frente a los problemas
> Jordi Cruz ha confesado en alguna que otra ocasión que era un niño rebelde. Su único objetivo, ser un chico popular, y conseguir la estima de los demás. “Un día le cogí dinero a mi madre, 10.000 pesetas y compré chucherías para toda la clase. En otra ocasión, mi hermano y yo incendiamos un campo. Gamberradas de chiquillos», contaba en el Chester de Risto. Sin embargo, esto no era todo, pues una grave polémica le salpicaría de lleno. La prensa se hacía eco de una noticia, pues supuestamente los becarios del AbAC no cobraban ni un euro a pesar de trabajar como auténticos empleados del restaurante.
Así se defendía de las acusaciones: «Aprendes de los mejores en un ambiente real, no te está costando un duro y te dan alojamiento y comida. Es un privilegio. Un restaurante Michelín es un negocio que, si toda la gente en cocina estuviera en plantilla, no sería viable (…) Todo es una cerda mentira», decía enfadado aunque terminaba asegurando que se trataba de un contrato en prácticas y que no, no se les pagaba.
Siguiente: El universo Michelín le hace enfrentarse a uno de los grandes
La enemistad de Jordi Cruz con Dabiz Muñoz
> Dabiz Muñoz consiguió su tercera estrella Michelín mucho antes que Jordi Cruz, lo cual no sentó muy bien al catalán. Así fue cuando acusó de estafa a la guía Michelín, pues pensó que dicha estrella era para él y que no se la habían dado por «factores sociales y políticos». Al enterarse, el novio de Cristina Pedroche no se lo pensó dos veces y dedicó unas declaraciones ante la prensa a su ahora archienemigo: «Resulta extraño que buenos compañeros crean que pueda poner en duda el rigor de Michelin. Yo tengo un discurso diferente y personal, y eso molesta. Hay gente que está en contra de la cocina que se hace en DiverXo, pero me da igual”.
Ante esto, Jordi, volvió a insistir, pues dijo que sus palabras se habían malinterpretado. Muñoz, por su parte, seguía en sus trece: “Por suerte en mi negocio hay mucha libertad y yo soy honesto y consecuente con lo que hago. Tengo una posición muy personal de la gastronomía”. Decía así, lanzando una pullita al reputado chef probablemente por dicha polémica con sus becarios y trabajadores. Haciendo pensar que era mejor que se metiera en sus asuntos y dejara de criticar el trabajo y reconocimiento de los demás.
Siguiente: Su lado más desconocido: enamorado hasta las trancas
Rebbeca Lima saca el lado más romántico de Jordi Cruz
Ver esta publicación en Instagram
> Muy discreto en su vida privada, pretende llevarla casi al anonimato. Su vida sentimental, por tanto, también es un misterio aunque sabemos que ya, no puede evitar mostrar un sentimiento que no puede ocultar. Le nace directamente del corazón. Una persona, que es su debilidad, su pareja Rebbeca Lima. Tras su relación de ocho años con Cristina Jiménez, una de las jefas de sala de su restaurante más icónico AbAc, llegaba a su vida esta arquitecta y modelo brasileña con la que mantiene una relación desde hace casi dos años. A pesar de que no suelen compartir muestras de cariño en redes, Rebecca ya lo ha hecho más de una vez y la última ha sido esta.
Orgullosa de su chico tras obtener una nueva estrella Michelín en la que actualmente ostenta tres para el AbAC y otras tres en su segunda propiedad, el Angle de Barcelona, un total de seis estrellas ya forman parte de sí mismo. Con esta fotografía en la que ambos se miran de una forma muy especial a punto de besarse le da la enhorabuena. «Ya son 6 estrellas, que orgullo de ti mi chico brillante! Enhorabuena Jordi Cruz y a todo el equipo maravilloso de A tempo Restaurante». No podemos olvidar que además, ya apareció a modo de sorpresa en las cocinas de Masterchef, lo cual le hizo mucha ilusión a este miembro del jurado: «Apareció mi chica en la tele porque el programa me quería dar una sorpresa, pues yo encantado y feliz, y no hay más”, comentaba recientemente ante los medios.
Siguiente: Masterchef Junior enseña su mejor cara
Masterchef Junior enseña su mejor cara
> Aunque el eslogan del Masterchef Junior reza que los jueces serán igual de duros con grandes y pequeños, Jordi Cruz no puede resistirse cuando un niño le pide clemencia. Un hombre de apariencia dura se hace añicos al ver injusticias a su alrededor. Siempre le hemos visto ponerse del lado de los más vulnerables y defender su honor para con el resto de sus compañeros. Así nos lo ha demostrado una vez más, en esta edición de Masterchef Junior 8. La niña revelación de la entrega, ha sido Henar, sin duda. Sus comentarios le han convertido en un posible icono de la bisexualidad y la inclusión: “Ahora estoy un poco más centrada en la cocina que en ligar con los chicos o con las chicas”, decía en los primeros episodios.
Fue un poco más tarde cuando Jordi sacó las garras ante un comentario muy desafortunado de uno de los más pequeños Javier sobre Henar. Cuando esta preguntaba a Samantha cómo había conseguido ser toda una rompecorazones. «Me han rechazado y yo he rechazado», empezaba diciendo a lo cual se escuchaba una voz por lo bajini, que resultaba ser de Javier: «Porque eres muy fea». Jordi defendía de inmediato a la aspirante afectada: «Tienes que aprender a respetar a los demás, primero. A mí me parece excepcional Henar, tiene una belleza exterior e interior maravillosas. Es muy feo lo que has hecho, gratuitamente, si no tienes nada bueno que decir es mejor estar callado«, le terminaba ordenando. Nos encanta este lado de Jordi, pues en realidad es poco accesible, pero quien le conoce bien está encantado.