Se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de la cadena de Paolo Vasile. Desde que participó en Gran Hermano 11 su trayectoria mediática ha ido in crescendo hasta llegar colaborar en los programas de mayor audiencia de Telecinco. Sin lugar a dudas, su relación con Sandra Barneda, la presentadora de La isla de las tentaciones, le ha supuesto un fortísimo empujón a su carrera en la pequeña pantalla, pero, ¿cómo era su vida antes de alcanzar la fama? Nagore Robles se ha abierto en canal y ha revelado detalles hasta ahora desconocidos sobre su anónimo pasado: desde su infancia marcada por una familia muy exigente hasta su primer trabajo como frutera. ¿Quieres conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
La más odiada de Gran Hermano 11
> Conocimos a Nagore Robles por vez primera el domingo 6 de septiembre de 2009, cuando entró a la casa de Guadalix de la Sierra para comenzar su aventura en Gran Hermano 11. “Recuerdo perfectamente mi última noche antes de entrar. Estaba supernerviosa, decía: ‘¡Madre mía! ¿Dónde me he metido? Dejando que el destino me lleve’”, ha recordado la de Bilbao en The Vázquez Experience, una sección de entrevistas presentada por Jesús Vázquez y que se emite a través de Mtmad, la plataforma digital de Mediaset. En ese mismo espacio ha explicado cómo comenzó su aventura en el reality show más famoso de la pequeña pantalla, y por lo visto ni siquiera fue ella la que buscaba participar en el programa.
“Fue mi hermana, me llamó y me dijo: ‘Oye, que me voy a apuntar a Gran Hermano, te apunto a ti también’. Yo dije: ‘¿A mí? ¿Para qué?’ Yo estaba muy tranquila con mis cosas, yendo a mi trabajo en bici, pero dije: ‘Bueno, a ver qué pasa’, y mira…”, ha señalado ante el presentador de Mujeres y hombres y viceversa. En la casa más vigilada de España aguantó 25 días, hasta que más de un 95 % de los espectadores decidieron que su andadura debía terminar, convirtiéndose en la concursante con un mayor porcentaje de expulsión de un reality show hasta el día de hoy. Después de participar en el concurso, le costó gestionar su fama y pasó por uno de los peores momentos de su vida.
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“Estuve cinco meses sin salir de mi habitación”
> A día de hoy, Nagore Robles es uno de los personajes televisivos más populares y queridos entre los espectadores, pero no siempre fue así. Sus constantes enfrentamientos con algunos compañeros de Gran Hermano 11, como Arturo Requejo o Indhira Kalvani, le pasaron factura y tras abandonar la casa de Guadalix de la Sierra se sintió “muy odiada” por buena parte del público. “Fue muy chocante que de repente todo el mundo me conociera”, ha explicado la colaboradora al Jesús Vázquez. Aquellos fueron días muy complicados para ella, hasta el punto de que se planteó pedir ayuda a un profesional de la salud mental.
“Me pasé cinco meses encerrada en mi habitación. Mi madre me traía la comida en una bandeja. Es que no quería salir. A veces venían visitas a casa, visitas de tías segundas que no venían ni en Navidad, y decía: ‘Pero, y esta, ¿por qué viene ahora?’ No entendía nada”, ha recordado la de Bilbao en The Vázquez Experience. Desde entonces han pasado ya once años, tiempo más que suficiente para aprender a gestionar la fama y labrarse una carrera más que fructífera en televisión. Pero, ¿a qué quería dedicarse cuándo era pequeña? ¿Cómo se imaginaba su vida de niña? ¿Cuál fue su primer trabajo? Si quieres conocer la respuesta a todas estas preguntas, sigue leyendo y la descubrirás en la página siguiente.
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El primer trabajo de Nagore Robles
> La colaboradora de Telecinco pasó muchas horas de su infancia en un colegio de monjas y, pese a los estereotipos que señalan a este tipo de centros, la tertuliana ha recalcado en el programa de Jesús Vázquez que se sintió “muy libre” para hacer todo lo que quería. “Yo hacía muchas trastadas, menos estudiar, de todo. Por eso, también, cuando pedían voluntarios para hacer cualquier cosa, enseguida me ofrecía yo. En mi escuela hacía proyectos muy chulos, muy bonitos, de cooperación con los más necesitados”, ha explicado Nagore Robles. Fue así como descubrió su primera vocación: “Yo de pequeña quería ser misionera”. Sin embargo, la vida le llevó por otros derroteros y terminó trabajando en una frutería.
“A mí los estudios no me interesaban, y mi padre se enteró de que estuve tres meses sin ir al instituto. Así que un amigo me dijo: ‘Oye, pues vente a trabajar a la frutería’, y me fui. Me hice enseguida, y al final me hicieron encargada y todo”, ha revelado Nagore Robles. Pero su andadura entre fresas y melones le duró bien poco y, en busca de emociones más fuertes, decidió hacer las maletas y cruzar el Mar Cantábrico para empezar una nueva vida en la capital británica.
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Nagore Robles: “Sandra me tiene que pedir matrimonio”
> Tal y como ha revelado la de Bilbao, se crio en una familia exigente y reservada en la que cada uno se guardaba sus sentimientos para sí. “A mí me enseñaron a ser dura como una piedra. En mi casa se oían pocos ‘te quieros’, pocas ‘gracias’ y pocos ‘perdones. Yo tenía que ser vasca, dura, deportista, …”, ha recordado Nagore Robles en The Vázquez Experience. Esta especie de independencia con la que la educaron le valió para no pensárselo dos veces a la hora de alzar las alas para abandonar el nido en cuanto alcanzó la mayoría de edad: “En cuanto cumplí los 18 años me fui de casa. Más tarde, en 2001, le dije a mi madre que dejaba el trabajo en la frutería y que me marchaba a Londres”, ha explicado la tertuliana.
La de Nagore ha sido una vida marcada por constantes idas y venidas, hasta que empezó un proyecto en Madrid y echó raíces en la capital. Allí ha encontrado a la que posiblemente sea el amor de su vida, Sandra Barneda. “Todavía no es mi mujer, tiene que pedírmelo”, ha dicho a Jesús Vázquez. ¿Habrá boda en 2021?