Gustavo González lo ha perdido todo: compañeros, trabajo y familia. El periodista vivió una crisis laboral que le obligó a saltar a primera línea mediática, y convertirse en el centro de la noticia. Desde entonces, ha estado obsesionado con recuperar el estatus que perdió y, para conseguirlo, no ha dudado en traicionar a todo el mundo que se cruzaba por su camino. Gustavo González está más solo que nunca, sus antiguos amigos han amenazado con demandarle, y nadie de su entorno confía en él. El periodista ha tenido enfrentamientos con las personas más importantes de Telecinco, y mucha gente asegura que sus días en televisión están contados. Actualmente, colabora en Sálvame, y ningún miembro del equipo va a echarle de menos cuando sea despedido. Ha vendido a sus grandes amigos para impedir que ocurra, pero, su peor pesadilla, está a punto de hacerse realidad.
Kiko Hernández fue el primero en revelar el juego sucio de su compañero
> Gustavo González era uno de los periodistas con más nombre dentro de la prensa del corazón. Había conseguido grandes exclusivas, y fue el fotógrafo con más destreza de su tiempo. Sin embargo, los tiempos cambiaron y, el programa en el que empezó a trabajar, Sálvame, empezó a hablar de su vida privada. Gustavo tenía mucho que esconder, y no le interesaba que sus compañeros empezaran a investigar en su intimidad. Así que, para evitarlo, empezó a filtrar información de equipo e intentar desviar la atención. Kiko Matamoros fue uno de los primeros afectados. Gustavo aseguró a la dirección de Sálvame que el tertuliano había pasado la noche en condiciones lamentables dentro de una discoteca de Orense.
Kiko Hernández se mostró muy molesto con el juego sucio de Gustavo, así que, empezó a seguir sus pasos fuera de Telecinco. Una tarde descubrió algo que dejó atónito a todo el equipo de Sálvame: “cuando nos vamos de vacaciones a algún lado, llamas para que nos pillen, como le hiciste a Carlota Corredera”, aseguró el colaborador. Según su información, Gustavo González pasaba información de los miembros de Sálvame a una agencia para intentar recuperar su peso en la profesión. Sin embargo, la mala praxis del periodista ya es un secreto a voces, y su antiguo socio, Diego Arrabal, se animó a desvelar el verdadero motivo por el que dejaron de trabajar juntos. Al parecer, Gustavo avisó a un personaje de que iban a hacerle unas fotos, y perdieron un negocio importante.
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María Patiño y Gema López, muy decepcionadas con su viejo amigo
> Gustavo González tenía una relación estupenda con Gema López y con María Patiño. Trabajaban juntos en DEC, un programa de Antena 3, y no tardaron en hacerse grandes amigos. Pero, el periodista, no tuvo en cuenta esta amistad y vendió a la prensa lo que consideraba que iba a ser la noticia del año: el divorcio de Gema López. Con esta exclusiva, pretendía recuperar el respeto de la profesión, aunque, su ambición jugándole una mala pasada. María la Piedra, su nueva novia, se sometió a la prueba de la verdad e Sábado deluxe, y terminó desvelándolo todo. Gema López confirmó sus sospechas, y se quedó atónita al enterarse de que su amigo había vendido su separación.
María Patiño no tardó en dar la cara por su compañera, y fue muy dura con Gustavo González. El discurso de estas periodistas no fue suficiente para María la Piedra, quien siguió dando más detalles sobre el juego sucio de su novio. Según ella, Gustavo le aseguró que Gema López tenía una nueva relación con un periodista de Telecinco, y había empezado a salir con él antes de dar por terminado su matrimonio. Gema fue muy dura con su antiguo amigo, y le dijo: “has perdido la credibilidad, los amigos, y la familia. Lo único que has ganado es dinero, que es lo que voy a perder yo gastándomelo en abogados”.
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Raquel Bollo y Antonio Montero, las grandes meteduras de pata del colaborador
> Gustavo González consiguió que su vieja amiga se apiadase de él, y finalmente no tuvieron que resolver sus diferencias en los tribunales. Sin embargo, la paz le duró muy poco tiempo, pues, otra de sus compañeras, no dudó en demostrar que era un auténtico traidor. Raquel Bollo no atravesaba por una buena situación económica. De esta forma, negoció con la revista Lecturas dar una exclusiva para vender el embarazo de su hija. Pero, Gustavo González se enteró antes de la noticia y, como buen periodista, reventó la noticia de la colaboradora. Antes de que Lecturas anunciarse la información de Raquel, Gustavo lo contó todo en Sálvame. Sus compañeros no vieron con buenos ojos este comportamiento, y le recomendaron que usara más la ética a la hora de trabajar.
Gustavo González y Raquel Bollo nunca habían sido amigos, así que, Antonio Montero dio la cara por él. Aseguró que el deber de todo periodista era adelantarse a los pasos del personaje, y que su amigo únicamente estaba cumpliendo con sus obligaciones profesionales. Sin embargo, pasado el tiempo, fue el propio Antonio Montero quien sufrió la indiscreción del periodista. “He decepcionado a mi amigo, he sido un bocazas, y lo asumo”, confesó en Sálvame. Gustavo desveló que su compañero había tenido un grave problema de salud, y Antonio se vio obligado a dar explicaciones sobre el tema. A pesar de que supieron solucionar el problema, el novio de María la piedra no aprendió la lección y, recientemente, ha vuelto a vender a uno de sus grandes amigos.
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Iker y Sara, traicionados por la ambición del periodista
> Gustavo González estaba deseando dejar atrás los conflictos que sufría en televisión. Así que, negoció con la revista Semana una noticia que prometía devolverle todo el prestigio que había perdido. Diego Arrabal fue el primero en destapar el escándalo. Recordemos que, durante un tiempo, trabajaron juntos y no terminaron muy bien. Así que, el fotógrafo aprovechó para vengarse de su antiguo socio. Gustavo González es muy amigo del futbolista y, según Diego Arrabal, se aprovechó de esta relación para obtener una información privilegiada y luego venderla. “Iker Casillas era consciente en todo momento de lo que se iba a escribir, de lo que se iba a plasmar. Yo le avisé”, aseguró el colaborador de Sálvame.
Gustavo González estuvo muy afectado con este tema, pues el público se olvidó de hablar de sus méritos profesionales para comentar su falta de moral. Todo esto fue por culpa de Diego Arrabal, así que el colaborador no tardó en arremeter duramente contra él. “A mí no me va a dar nadie lecciones de ética, y menos mi excompañero Diego Arrabal. Tengo la conciencia muy tranquila”, declaró al respecto. El equipo de Sálvame puso en duda los méritos de Gustavo, pues estaban seguros de que no estaba contando toda la verdad. Más adelante, el periodista terminó desvelando el origen de todos sus males para recuperar el favor de sus compañeros: “mi problema es que soy muy indiscreto”.