A sus 71 años, Isabel Preysler todavía sigue dando noticias a la llamada «prensa del corazón». Esta vez no es por un nuevo amor, como ha ocurrido tantas veces, sino por la separación que ella misma ha oficializado estos días de su última pareja, Mario Vargas Llosa. Como ha afirmado en la revista ¡Hola!, «hemos decidido poner fin a nuestra relación sentimental», apuntando a «celos infundados» del escritor de 87 años y al natural desgaste en la convivencia como causas. Aquí vamos a repasar los hombres que han marcado su vida.
El primer amor de Isabel Preysler
Originaria de Manila, la carrera amorosa de Isabel Preysler comenzó precisamente allí, en su Filipinas natal, pero no duró mucho. Y es que cuando tenía apenas 17 años sus padres decidieron mandarla a España para separarla de un noviazgo rebelde con un hombre más de diez años mayor que ella y que sus progenitores consideraban poco recomendable. Según contó en ¡Hola!, «mis padres eran muy estrictos y yo tenía un noviete que a ellos no les gustaba nada». Fue quizás su único amor desconocido.
La educación de Isabel Preysler
Isabel Preysler llegó a España para vivir con sus tíos Tessy Arrastia y Miguel Pérez Rubio, que la acogieron en Madrid, donde terminó sus estudios en el colegio de las Irlandesas, antes de hacer un Secretariado Internacional Mary Ward, que abandonaría al casarsae por primera vez. Y es que a ella, como han dicho todos los que han contado su vida, le habían educado desde niña en su Filipinas natal para encontrar marido, algo que no le sería difícil por la magia y el atractivo irresistible que siempre ha irradiado.
Su primer marido
Isabel Preysler entró en la «jet» gracias a su vecina Carmen Martínez-Bordiú, y fue con Julio Iglesias con quien vivió el amor a primera vista en una fiesta organizada por Tomás Terry Merello, en una época en la que el cantante parecía estar saliendo con Jean Harrington. La pareja se dio el sí quiero el 20 de enero de 1971, en Illescas (Toledo), y ella confesaría después que «podría decir que nos casamos porque estábamos enamorados y sería verdad, pero lo cierto es que me quedé embarazada. Entonces parecía una tragedia no pasar por vicaría».
Un marqués
En los nueve años que estaría con Julio, Isabel Preysler dio a luz a tres hijos, Chabeli, Enrique y Julio José, pero ni siquiera eso dio estabilidad a su matrimonio. Por eso, en una sesión privada de la película ‘Fiebre del sábado noche’, junto a amigos comunes, conoció a Carlos Falcó, el fallecido marqués de Griñón. Después de dos años de relación, se casaría con el aristócrata en 1980 y al poco tiempo tendría a su hija Tamara Falcó. Gracias a este esposo ella pudo asentarse definitivamente en la «jet».
Un político
Isabel Preysler conoció a Miguel Boyer precisamente durante su relación con el Marqués de Griñón, cuando el político aún estaba casado con Elena Arnedo. Su noviazgo fue sin duda un auténtico bombazo, ya que él formaba parte del primer gobierno de Felipe González, como ministro de Economía y Hacienda. Se puede hablar de otro flechazo después de que él la invitara a su casa a comer sus famosas lentejas. Él dimitió como ministro, y los dos se separaron de sus parejas en 1985. Tres años después se casarían, y fruto de ese matrimonio nació la quinta hija de ella, Ana Boyer.
Un escritor
Y si sonado fue ese matrimonio de Isabel Preysler, qué decir de cuando empezó a salir con un escritor consagrado como Mario Vargas Llosa. Se conocieron en los años 80, cuando ella estaba con Carlos Falcó y él con su segunda mujer, Patricia Llosa, en concreto en julio de 1986, cuando ella le hizo una entrevista para la revista ¡HOLA! al Premio Nobel de Literatura. Sin embargo, el amor entre ambos tardaría en llegar casi tres décadas. El noviazgo saltó a los medios en 2015, y comenzó cuando coincidieron en un viaje a Londres, organizado por el príncipe de Gales, y patrocinado por la empresa Porcelanosa.
La última crisis
Ahora, Isabel Preysler ha anunciado que esa relación se ha roto, aunque en realidad fue en junio cuando otra revista del corazón, Semana, hablaba sobre una crisis y precisaba que ya vivían separados, después de haber pasado siete años viviendo juntos en la mansión que ella tiene en la urbanización Puerta de Hierro de Madrid.
