Hablar de huevos rellenos es hacerlo habitualmente de los hechos con atún y tomate, los que de toda la vida han hecho las madres en nuestros hogares. Sin embargo, ese relleno puede variar y de hecho aquí vamos a presentar una receta en la que su ingrediente es carne y además están gratinados. Se trata de un plato que lo mismo se puede servir de entrante que de primero o segundo y con el que difícilmente no se va a triunfar (sólo si son comensales a los que no les gusta los huevos o la carne), por lo que se les puede hacer a los pequeños de la casa porque seguro que les va a encantar por la mezcla de ambos ingredientes principales y, por supuesto, por el gratinado y la bechamel que los hace tan sabrosos.
Antes que los huevos, la carne
Lo primero para hacer estos huevos rellenos es añadir en una sartén una pequeña cantidad de aceite de oliva y agregar la carne. A medida que se va haciendo la carne picada, tienes que ir rompiendo los grumos. Se sazona con sal y pimienta negra molida, teniendo siempre en cuenta que para que no se pegue la carne a la sartén, no hay que tener el fuego demasiado vivo e ir moviendo. Mientras la carne se va haciendo, se corta media cebolla y s pica bien finita. Cuando veas que la carne ya empieza a tomar color, se añade la cebolla y se deja al fuego dos o tres minutos para que se vaya haciendo la cebolla. Luego se añade el vaso de vino y se deja que reduzca a fuego lento y se tapa la sartén para que la carne se termine de hacer.
