Tener una relación amorosa siendo personaje público es tarea difícil. Muchos rumores, mucha presión mediática y poca privacidad. Aún así, el amor todo lo puede y son muchas las parejas que se adentran a la aventura de tener una relación pública. Pero hay un pequeño porcentaje de esas parejas famosas que se han complicado más la vida y trabajan ¡mano a mano!
Lo cierto es que para trabajar con tu pareja hay que ser muy valiente y sobre todo saber separar el trabajo de lo personal. Nuestros protagonistas de hoy son cuatro claros ejemplos de que se puede trabajar con tu pareja sin terminar a patadas. Si quieres saber las claves de que el amor de Pablo Motos, Carlos Latre, Nuria Roca e Iker Jiménez con sus respectivas parejas perdure, sigue leyendo. Te lo contamos todo a continuación.
Nuria Roca y Juan del Val son la pareja del año
> Nuria Roca y Juan del Val llevan veinte años casados y lo sorprendente es que llevan trabajando juntos desde el día que se conocieron. Para esta pareja compartir la vida laboral no es algo complicado porque básicamente no conocen otra cosa: “nosotros estamos acostumbrados a trabajar juntos desde hace un montón de años. Hemos escrito novelas juntos, hemos dirigido programas juntos, presentado juntos…”, confesaba Nuria.
Pero ¿cuál es la clave para que sigan felices después de tanto tiempo trabajando mano a mano? Según la presentadora, lo fundamental que lo que pase en la oficina se quede en la oficina: “sabemos discernir bien lo que es trabajar juntos a luego la vida familiar, aunque a veces es complicado”. Además, en alguna ocasión han reconocido mantener una relación abierta, algo que muchos no entienden pero que a ellos les funciona de maravilla: “la fidelidad me parece muy aburrida”, confesaba Juan. A lo que Nuria contestó para matizar las palabras de su marido: “si deseo a otro hombre, no se lo digo a mi marido”.
No sabemos muy bien hasta qué punto han llegado a abrir la relación, pero tampoco importa mucho. Cada vez que los vemos juntos en Las tertulias de El Hormiguero podemos apreciar la buena relación que tienen después de tantos años y tres hijos en común. Una relación idílica que aunque algunos no entienden, otros envidian y admiran.
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