Kiko Matamoros es colaborador de varios programas de televisión como Sálvame o El debate de las tentaciones entre muchos otros. Lo que nos hace suponer que dinero no es precisamente lo que le falta. Pero la realidad es otra: necesita dinero. Han sido muchas las deudas que ha contraído y de las que ha hablado públicamente y a las que ha tenido que ir haciendo frente.
Además, y sin ningún sentido, gasta una cantidad impresionante de dinero en retoques estéticos que no se puede permitir si no es trabajando y trabajando. Y por si fuera poco ahora se ha ido a una nueva casa con su pareja Marta López. ¿Cómo va a poder pagar la casa si no tiene un duro? Sigue leyendo y te contamos lo que está dispuesto a hacer Kiko para ganar dinero.
El bullying de Kiko Matamoros a Anabel Pantoja
> Ya todos conocemos y sabemos cómo es Kiko Matamoros. Es mejor no tenerle como enemigo porque como te ponga la cruz estás acabado. Esto es lo que le ha pasado a Anabel Pantoja. Lleva meses asistiendo a Sálvame para que aguantar que todos los colaboradores la critiquen sin piedad. Evidentemente uno de ellos es Kiko, con el que además nunca ha tenido buena relación.
Ayer la ‘sobrinísima’ abandonaba el plató llorando después de una lluvia de críticas por parte de sus compañeros. La acusaban de vaga o mala profesional, además de poner en duda su comportamiento como hija. Al estallar, Kiko Matamoros comenzó a reírse de la situación, detalle que fue la gota que colmó el vaso de Anabel: «Le dices al de los aplausos, que le vaya a tocar las palmas a su novia. Ya está bien. Pensaba que era una broma, pero te juro que me voy para Canarias. Lo que estáis consiguiendo es que os tenga asco.»
Después de muchas advertencias de que se iba del programa, terminó entrando al plató. Allí Kiko levantó la bandera blanca: «Me han dicho que es muy buena chica, que tiene muy buen corazón y otra virtud, y esta la digo yo, es que se sube al palito como nadie. Y eso para un colaborador aunque no quiera él, es muy bueno». Estas palabras la calmaron un poco y terminó pidiendo a dirección ir a trabajar sólo los lunes y los martes. Lo que no se imaginaba era lo que iba a pasar al día siguiente.
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