Kiko Rivera vuelve a conceder una entrevista en exclusiva para Lecturas donde se abre en canal para dar donde más le duele a su madre, los 3 años de cárcel que solicita la fiscalía por un presunto delito de insolvencia punible y su posible ingreso en prisión. Un lugar que la tonadillera no quisiera volver a pisar pero que según su hijo le vendría muy bien para separarse del que es «su veneno», Agustín Pantoja. Además, arremete contra una familia que no está en los momentos en los que se la necesita. «Tíos, primos, hermanos, ¿dónde están?», se pregunta. Su decepción es mayúscula y se refugia en el hogar que ha creado junto a Irene Rosales y sus hijas. Mientras, busca respuestas acerca de quién sería su verdadero padre, Paquirri o el doctor Cariñanos, algo que hubiera preferido se quedara en el lado de su vida privada, de su intimidad.
«Mi madre estaría mejor en la cárcel que en Cantora»
> Tras conocer que la Fiscalía pide para Isabel Pantoja 3 años de prisión por un supuesto delito de insolvencia punible según la Agencia EFE los hechos se remontan a cuando la cantante era administradora de la sociedad Panriver 56 S.L. y por la cual supuestamente contrajo una deuda relacionada con su casa de Marbella con la constructora Codabe. Un error que parece ser, en realidad fue cometido por Agustín y a lo cual Kiko vuelve a conceder una entrevista en exclusiva para la revista Lecturas donde no duda en afirmar que su madre estaría mejor en la cárcel. «En la cárcel no tendrá a mi tío comiéndole el coco. Es su veneno», se despacha.
«A mi madre no le deseo mal, pero si sigue cerca de su hermano va a acabar muy mal. En la cárcel va a tener tiempo para reflexionar sobre todo lo que ha hecho mal», declara ante la cabecera. Para él, que su madre vuelva a estar entre rejas no sería un infierno, como ya lo fue en su día, sino un lugar donde darse cuenta de lo que está perdiendo con sus actitudes. Kiko Rivera, tampoco ha querido olvidar aquellos años en los que Agustín no dio nada por su hermana, un auténtico bombazo que no veíamos venir. «Me cuentan que cuando mi madre estaba en la cárcel, le decían a mi tío Agustín que si mi madre pagaba una fianza le reducían la pena. Y él dijo: Hombre, ahora no vamos a pagar ese dinero. Ya que está dentro que aguante un poquito más«.
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Decepcionado con su familia de sangre se pregunta dónde están y por qué no le tienden la mano
> Kiko Rivera se siente más solo que nunca. Arropado por Irene Rosales y la familia que ha creado junto a ella, se da cuenta que los de sangre no están realmente a su lado y si lo están no se lo han demostrado en todo este tiempo. «Tienes tu mujer, tus amigos, pero los de sangre, los tuyos… ¿Dónde están? Ha venido a verme mi hermano Cayetano, con mi hermana he quedado un par de veces, pero ¿dónde están los que se pegan golpecitos en el pecho? Tíos, primos, hermanos…» Aún así declara que no se refiere a que sus hermanos no estén con él pues mantiene asiduamente relación aunque sea telefónica.
Habla en esta ocasión de personas como su prima Anabel. «¡Habría que verla si le estuviera pasando a ella!, unas palabras que podrían doler mucho a la ex colaboradora de Sálvame pero que su primo califica que si se echa a llorar no le extrañaría pues es «su modus operandi». Sobre este tema tiene mucho que hablar, le dolieron mucho las palabras de su hermana en el Deluxe. Cuenta que Isa no quiere saber nada, ni ver la realidad de la historia, pues así no sufre y no tiene que posicionarse, en eso se parece mucho a su prima Anabel.
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«Mi tío tiene los días contados en Cantora»
> El rencor a su tío Agustín es muy palpable. Confirma que tiene los días contados en Cantora. Cuando su abuela Ana ya no esté, tomará medidas para echarle de la que es su casa. Dispuesto a vender su parte de la finca ya tiene varios compradores que deberán pagar alrededor de 2 millones de euros para adquirirla. «El día que falte mi abuela ese señor sale de mi casa, ¡por las buenas o por las malas! ¡Voy a pegar dos hostias a mi tío que va a rodar hasta abajo! ¡No va a tener Cantora para correr! y si mamá no quiere le voy a hacer la vida imposible».
Con las malas Kiko se refiere a armar un escándalo que a día de hoy no lleva a cabo por no dar un disgusto a su abuela enferma. Si Isabel se niega a que Agustín abandone la casa el DJ lo tiene claro, «¡Más vale que se vaya para el cuarto si no quiere salir por patas también!, afirma muy convencido de los actos que podrían suceder en un futuro no muy lejano. Asimismo les avisa de que están cogidos por los pantalones y que no tardará en emprender acciones legales más serias si no responden al requerimiento que les ha llegado a ambos. «Mi madre me debe casi cinco millones, si no cumplen lo que se pide presentaremos demandas».
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