Tras la separación de Agatha Ruiz de la Prada y Pedro Jota Ramírez sus hijos son los más buscados. Todos quieren saber cómo se sienten ante lo que ya se prevé será uno de los grandes escándalos de la temporada. Cósima apenas responde al teléfono. Sin embargo, en Cotilleo.es pudimos hablar con ella hace algún tiempo. Y hemos querido recordar sus palabras, pues adquieren ahora más importancia que nunca.
Lady Cos sonríe cuando se le pregunta si es difícil ser hija de quien es: “Los dos tienen mucho carácter y eso lo hemos heredado sus hijos. En casa es como una guerra de titanes (risas)”. A propósito de sus padres, la joven puntualiza: “Son muy cariñosos y protectores. El mayor acto de protección hacia mí fue sacarme de España cuando aquel escándalo”. Durante ese tiempo, la historiadora se formó en un internado de monjas anglicanas: “Eran muy liberales. Esa actitud de tolerancia que tienen los ingleses es algo de lo que carecemos en España”.
Le pregunto a Cósima si le pasa factura tanta sinceridad a la hora de conceder entrevistas: “Mi madre se echa las manos a la cabeza con algunas de mis declaraciones. Ella cree que el mundo de la moda no está preparado para escuchar opiniones sobre política u otros temas considerados serios. Piensa que eso puede resultar anticomercial. Sin embargo, yo creo que a todos nos vendría bien un poco de honestidad a la hora de expresarnos. Hablar sin miedo”. Reconoce que su padre ha pagado un alto precio por ser valiente y tocar temas tabú: “Efectivamente, así ha sido, y mira cómo ha acabado, aunque completamente demolido no está”.
Cósima vive con sus padres: “Sí, estoy muy bien allí. La mayor parte del tiempo estamos mi padre y yo solos porque mi madre viaja continuamente. Me llevo muy bien con él, es un padrazo. Tanto él como mi madre son muy cariñosos y protectores”. La it girl define a Pedro J. como un hombre que “se aburre cuando está de vacaciones. Necesita estar en activo. Solo duerme una media de cinco horas al día. Por tanto, como se levanta tan temprano, es imposible desayunar juntos (risas)”.
«Al rey Felipe lo único que le pediría es que su gestión fuera menos lamentable que la de su padre»
Algunos han definido a Pedro J. Ramírez como el hombre que quitaba y ponía gobiernos. Así opina su hija: “Él se ha atrevido a sacar informaciones que otros, en su lugar, no habrían publicado, pero el poder de quitar y poner gobiernos reside en el pueblo”. A lo largo de su carrera profesional, el veterano periodista ha sufrido amenazas: “Cuando dirigía el periódico, recibía muchas. Algunas bastante serias y de grupos político inquietantes. Otras provenían de lunáticos”.
Cósima Ramirez de la Prada es cauta a la hora de hablar de cómo será el reinado de Felipe y Letizia dentro de unos años: “De momento es algo que no podemos saber. Confieso que soy un poco republicana. Al rey Felipe lo único que le pediría es que su gestión fuera menos lamentable que la de su padre”.













José Carlos asegura que, aunque no tiene ningún interés en perjudicarla, sí que aprovecha para reclamar, públicamente, que su hija se haga cargo para darle una vida normal: «Ella vive en otra vida, en la jet set, y a lo mejor soy una persona que puede molestar por su estatus. Ella tiene un padre biológico en Argentina abandonado y la situación de ella permite que al menos su padre viva dignamente. Si fuera al revés, me hubiera ocupado de mi hija». Una dura acusación que, a buen seguro, tendrá réplica por parte de la mallorquina que no es la primera vez que se enfrenta a la presencia de su padre en los medios de













Amanda Lear encandiló al mismísimo Dali. Junto a él se dejó ver en muchas ocasiones. El pintor nunca ocultó la fascinación que le causaba esta transexual. Aunque en España hace mucho que no sabemos de ella, en Italia sigue en la brecha. Presentadora, cantante, modelo… Inolvidable Amanda. La musa de toda una generación.














Otro punto en liza contra la reina Letizia es su empecinamiento en no mostrar a sus hijas. Realmente, apenas conocemos a las infantas Leonor y Sofía. La soberana ha decidido blindar la imagen de las pequeñas a ojos de la prensa y, por tanto, de la sociedad española. Aseguran que tanto ella como el rey están de acuerdo y aluden a que se trata de que vivan su infancia con normalidad. Sin embargo, entre poco y mucho está la medida correcta. Además, que las infantas no crecen como otras niñas de su edad. Por ejemplo, desde bien pequeña, a Leonor le han enseñado que no debe explicar a sus compañeros y compañeras de clase nada de lo que ocurre en su casa dada la posición que ocupa. En el colegio al que acude, Santa María de los Rosales, no pueden hacerse fotografías ni grabar vídeos durante los actos en que participan los niños y niñas que comparten clase con la princesa de Asturias. Por otro lado, la princesa de Asturias en nada comenzará a recibir instrucción para el puesto que está llamada a desempeñar. Ahora es la heredera pero un día será la reina.





































