¿Se puede vivir sin sexo? A priori parece que no. Sin embargo, hay famosos que bien por convencimiento o por postureo, cualquiera sabe, han renunciado a él. Cada vez son más los y las que se apuntan a esta moda. ¿Sin placer hay paraíso? Te lo contamos.

La carrera mediática de Olvido Hormigos está ligada a la palabra sexo. Que si soy un poco adicta, que si no puedo contenerme, que si salgo y la lío… Pues bien, la ex política ahora asegura que ha renunciado al sexo y que está tan feliz. ¿Todo por una ventanita en portada?

Lady Gaga afirmó que había escogido el celibato porque no tenía tiempo para parejas. Parece que ir de aquí para allá cumpliendo con sus obligaciones profesionales no le permite mantener relaciones estables y no le gusta hacerlo con cualquiera.

Considerado como uno de los hombres más sexys, Lenny Kravitz dijo estar dispuesto a no practicar sexo hasta encontrar a la mujer perfecta. Parece difícil, tanto que aguante sin practicar como que la encuentre. Le pirran las faldas. Lo sabes. Lo sé.

En 2015, Eduardo Verástegui declaró que llevaba 13 años sin sexo. El entrevistador todavía no se ha recuperado del shock que le produjo tal confesión. El actor asegura que todo vino al comprender que las relaciones íntimas estaban en una concepción superior a la que él tenía. Parece que seguirá así hasta encontrar la persona idónea. ¿Cuánto falta?

La sexy mexicana Andrea García también se unió al club de los sin sexo al hacer pública su opción. Lejos de representar su elección un problema, para la actriz ha sido una bendición ya que ha conseguido liberarse de una necesidad. ¿Se pondrá parches antisexo?

Celine Dion confesó que no mantuvo relaciones íntimas hasta conocer a su gran amor, René Angelíl. Junto al productor musical, tuvo tres hijos. La cantante sufrió el golpe hasta ahora más duro de su vida cuando su amor falleció. Todo indica que Celine volverá a la abstinencia porque para ella será muy difícil volver a encontrar alguien como René.

Kiko Hernández suele bromear con el hecho de que no se come un torrao. Aunque seguro que muchos y muchas están por sus huesitos, el colaborador estrella de Sálvame practica el celibato hasta encontrar a la persona ideal.

La top Adriana Lima se mantuvo pura hasta que conoció a su marido. Cuesta creer que este bellezón se resistiera a los placeres carnales. Sin embargo, ella afirma que así fue. Todo cambió cuando pasó por la vicaría con el baloncestista Marko Jarik, con quien tiene dos hijas, Valentina y Sienna.

Mila Ximénez ha expresado en diferentes ocasiones que ya no recuerda lo que es estar con un hombre. A la colaboradora de Sálvame parece que se le resiste encontrar pareja y de ahí que viva en abstinencia forzada.

En el caso de Sarah Drew fue una cuestión de creencia religiosa no tener sexo hasta el matrimonio. La actriz se confiesa devota practicante y de ahí su elección. Hay que añadir que se casó pronto, a los 22 años.



Y como todo lo que envuelve a Marc es noticia, también su primera esposa, Daynara Torres, ha sido preguntada por esta segunda oportunidad entre su ex y López. A propósito, la bella ha resaltado que Anthony es un gran padre y que le desea lo mejor. No ha querido entrar en honduras. Todo indica que no puede hacerlo ya que su divorcio incluía una cláusula de confidencialidad.


























































De Pedro J. se han dicho muchas cosas, aunque una de las más chocantes es la que sobre él escribió el director de la revista Triunfo, Alonso de los Ríos: “En el régimen duro –la dictadura- Ramírez se doblaba como la hierba. En el régimen blando –la democracia, se envalentona. El temeroso de El Pardo, (el que acudía a los mítines de la Plaza de Oriente) tira ahora piedras contra La
El ex director de El Mundo se jacta de que estuvo en el despacho de Ben Bradley, el director del Washington Post, la mañana en que el juez Sirica tenía que tomar la decisión sobre si hacer públicas la conversaciones grabadas de Richard Nixon sobre el Watergate. Su biógrafo, José Diaz Herrera, asegura que revisado el libro de visitas de esos días, Ben Bradley anuló todas sus visitas, entre las que no se encontraba ninguna con Pedro J.
Hubo un tiempo en que Felipe González se convirtió en auténtica obsesión para Pedro J. Ramírez. Sobre su manera de hacer para acabar con él y su
Durante años, Pedro J y Ágatha han querido mostrar al mundo que el incidente del vídeo no les pasó factura. Sin embargo, de aquellos días data una grabación, obtenida por el CESID, en la que se demuestra que la diseñadora, tras el escándalo, se instaló en París y exigió al padre de sus hijos tres bienes inmuebles, uno en Mallorca, otro en Milán y el último en París. El de Milán es un amplio local donde Ágatha puso una de sus tiendas. Los dos restantes, son viviendas.
Pedro J Ramírez es un hombre de suerte. Ha ganado rifas, le ha tocado la lotería de Navidad, 16 millones de la época. El mismo ha reconocido: “A veces siento pudor ante los juegos de azar por lo fácil que me resulta ganar. Aunque la fortuna está de mi parte de una forma especial, prefiero reservar mi suerte para cosas importantes”, confesaría el periodista a Marta Robles.
















José Carlos asegura que, aunque no tiene ningún interés en perjudicarla, sí que aprovecha para reclamar, públicamente, que su hija se haga cargo para darle una vida normal: «Ella vive en otra vida, en la jet set, y a lo mejor soy una persona que puede molestar por su estatus. Ella tiene un padre biológico en Argentina abandonado y la situación de ella permite que al menos su padre viva dignamente. Si fuera al revés, me hubiera ocupado de mi hija». Una dura acusación que, a buen seguro, tendrá réplica por parte de la mallorquina que no es la primera vez que se enfrenta a la presencia de su padre en los medios de













Amanda Lear encandiló al mismísimo Dali. Junto a él se dejó ver en muchas ocasiones. El pintor nunca ocultó la fascinación que le causaba esta transexual. Aunque en España hace mucho que no sabemos de ella, en Italia sigue en la brecha. Presentadora, cantante, modelo… Inolvidable Amanda. La musa de toda una generación.









