Si hay un familiar por el que la Reina Letizia tiene especial predilección ese es la abuela Menchu. La madre de Jesús Ortiz a sus 90 años recién cumplidos es uno de los pilares principales de Letizia. Fue una de las periodistas más aclamadas de la radio y espejo en el que la Letizia profesional se miraba. De todas las hijas de la familia Ortiz Rozasolano solo Letizia se inclinó por seguir la tradición familiar.
Los veranos al lado de su abuela y los días en los que leía al lado de ella, le sirvieron para forjar el carácter de una reina. El talante de Letizia es el de Menchu Álvarez del Valle una mujer clave en el destino de una reina. Tras momentos difíciles familiares en el día de su cumpleaños la abuela real parece que no está sola, disfruta del cariño de toda su familia al completo.
Sin actos oficiales
Este martes 16 de enero fue el cumpleaños de la abuela Menchu. Un día después que el del cuñado del rey Iñaki Urdangarin. Mientras, el Rey Juan Carlos viajaba camino a Ginebra, en palacio tampoco hubo actos oficiales. La atención mediática ponía entonces rumbo hacía Asturias.
Pudieron disfrutar de un día de intimidad toda la familia Ortiz al completo para animar a la matriarca en un día tan señalado. Aunque la Casa Real no ha emitido ningún comunicado al respecto, todo apunta a que Letizia y Felipe estuvieron acompañando a la abuela real este día tan especial.
Menchu: una vida marcada por la radio
Menchu Álvarez del Valle nació en Santander en el año 1928, pero a los 16 años se trasladó a Oviedo. Allí fue donde inicio su larga y prolifera carrera en la radio. Primero Radio Asturias en donde se convirtió en una de las voces más conocidas del panorama local, en un momento en que este medio era el más popular del momento.
Su fama la llevó a ocupar la silla de varías cadenas importantes, entre ellas la de Radio Nacional de España. Estuvo en activo un total de 42 años, hasta que en 1990 decidió jubilarse. Su voz todavía resuena en los recuerdos de más de una generación del Principado de Asturias, donde fue todo un referente.
Fue muy popular
Cuando su nieta Letizia se comprometió con el príncipe, volvió a la escena pública. Su gran facilidad de palabra y simpatía la hicieron ser aún más conocida. La abuela Menchu era una figura entrañable que todos los españoles queríamos conocer un poco más. Su presencia pública se incrementó.
El final de una etapa llegó con la muerte de Erika, la hermana pequeña de la reina Letizia. En 2007 la familia Ortiz quedaba rota por el dolor de perder a una nieta, hija, hermana y madre que precipitadamente ponía fin a su existencia. Fue un duro golpe para Menchu que la dejó definitivamente sin voz.
Una abuela activa
Menchu Álvarez del Valle lleva una vida de lo más normal. Alejada de todo el ruido que le produce ser la abuela de la Reina, se recluye en su finca La Arquera de Sardeu en Ribadesella. A pesar de haber cumplido 90 años sigue llevando una vida totalmente independiente. Conduce ella misma su coche, un Renault Clio.
Lleva siempre en su bolso su iPad, en el que puede leer mejor los mensajes de sus hijos y nietos. Además la mantiene permanentemente informada de todo lo que ocurre en su entorno. Las nuevas tecnologías no han frenado a esta abuela a la que le encanta estar al día de las últimas noticias.
Un invierno en Marbella
Los fríos inviernos del norte no son problema para Menchu. La abuela se sube al autocar del IMSERSO y viaja junto a sus compañeros a zonas más cálidas de la geografía española. Dispone de un apartamento en el paseo marítimo de Marbella. Así pasa tranquila los inviernos, cerca del mar y rodeada del ambiente de una ciudad que no descansa nunca.
Se suele llevar a su perro con el que comparte la afición de caminar. Los dos emprenden largas escapadas a lo largo del infinito paseo marítimo. En esta ciudad también se realiza algún que otro tratamiento para mejorar su salud. Se inyecta células madre en la cadera y se somete a terapias de ozono para intentar mejorar su movilidad.
Visita a su nieta Letizia
Cuando tiene la ocasión y la agenda de ambas lo permite, Menchu viaja rumbo a Madrid. Antes estaba más presente en la capital, los últimos años sus estancias en el Nuevo Pabellón de la Zarzuela se han ido reduciendo. Visita a sus bisnietas con orgullo y disfruta de la compañía de la nueva generación.
Menchu ve en ellas la semilla de unas niñas repletas de oportunidades. En sus tiempos fue una de las pocas mujeres que compaginaba la vida laboral y la personal. Por aquel entonces pocas se podían permitir ese privilegio. Ahora es una tendencia cada vez más instaurada y con mejores perspectivas.
Una sorpresa en los premios
En la última edición de los premios Princesa de Asturias a su llegada a la ceremonia los Reyes se encontraron con una sorpresa inesperada. Menchu estaba entre el público preparada para sorprenderlos. El frío de la ciudad y las horas de pie no son obstáculo para esta orgullosa abuela que no dudó en llegar al acto como cualquier visitante más.
La cara de sorpresa del Rey Felipe al verla fue todo un poema. Ambos se fundieron en un caluroso abrazo familiar. Letizia no podía evitar el orgullo que sentía por su abuela. Ambas estuvieron hablando largo rato. Se despidieron para volverse a encontrar en unas horas, esperando poder pasar un poco más de tiempo en familia.