Llegó el momento. Leonor y Sofía separan sus caminos. La primogénita tiene que sumergirse en la preparación que como heredera necesita. Hasta ahora, las dos hermanas han ido de la mano pero esto ha llegado a su fin. Los problemas están servidos porque la menor de don Felipe y doña Letizia empieza a sentir en carne propia lo que significa ser la segunda de la fila. Así están las cosas en casa de los reyes. Sigue leyendo porque no tiene desperdicio.
El fin de la edad de la inocencia
Doña Letizia siempre ha insistido en no hacer diferencias entre sus hijas. Ha sido la reina la culpable, según algunos, de que el debut como heredera de Leonor se haya retrasado. En este punto, parece que don Felipe era partidario de que su primogénita hubiera asistido a los Premios Princesa de Asturias este año. Sin embargo, la madre de la protagonista no dio su brazo a torcer, y en cuestiones de las niñas, Letizia tiene la última palabra.
Los reyes dejaron muy claro que al bautizo de Leonor como heredera, en Covadonga, acudiría la familia al completo. Allí se vio a Sofía muy cómplice con Leonor. Ambas compartieron mucho ese día. No debe pasar desapercibido que la cita marcó el fin de la edad de la inocencia para la princesa. Su posición ha cambiado en los actos a los que asiste. Se sienta a la derecha de su padre como su heredera que es. Pulsa sobre SIGUIENTE para seguir leyendo. (Imagen: Casa Real)
Sofía, la segunda de la fila
Mientras en Covadonga todo fue bien, no podría decirse lo mismo de lo ocurrido en el Instituto Cervantes, donde Leonor leyó un fragmento de la constitución. Allí estaba Sofía pero ya no se mostraba tan divertida. En ciertos momentos, su rostro denotaba que se sentía descolocada. Para colmo de males, doña Letizia estaba muy nerviosa ante la responsabilidad que tenía que encarar su hija mayor y no estuvo tan pendiente de la pequeña.
A sus once años de edad, Sofía ya se ha dado cuenta del futuro que le espera, estar a la sombra de su hermana. Queda relegada a una vida de servicio a la Corona porque no tiene posibilidad de desarrollarse en el ámbito privado. Así lo rubricó su padre en un real decreto que impide que los miembros de su familia trabajen. Por tanto, difícil lo va a tener para encontrar su propio camino. Pulsa sobre SIGUIENTE para seguir leyendo. (Imagen: Casa Real)
La infanta inconformista
Sofía es muy buena niña pero no tiene nada de conformista. Desde bien pequeña, cuando don Felipe, doña Letizia y la princesa Leonor posaban para la foto oficial, ella se quejaba diciendo que también quería participar. El asunto se arreglaba repitiendo la foto y guardándola en el álbum familiar. Ahora las cosas no van a ser tan sencillas. El hecho de que los reyes hayan querido seguir la misma línea con ambas observa un grave problema, que la infanta Sofía no está preparada para asumir ese segundo plano al que su nacimiento la ha condenado.
En cuanto Leonor acabó de leer el fragmento de la Constitución y volvió a su asiento, buscó la mirada de su hermana. Siguen siendo muy cómplices. Esperemos que entre ellas no se repita la maldición de los hermanos Borbón, que son uña y carne en la infancia pero el mundo de los adultos acaba por separarles. Ha ocurrido con don Juan Carlos y las infantas Pilar y Margarita. Más recientemente, con don Felipe, Elena y Cristina. Pulsa sobre SIGUIENTE para seguir leyendo.
El rey, muy atento a Leonor y desapegado a Sofía
No ha pasado desapercibido que el rey se vuelque con Leonor desde el acto de Covadonga. Desde entonces, toda su atención en actos públicos es para la heredera. Sofía queda al cuidado de doña Letizia, que se esfuerza para que no note el cambio tan brusco. Al fin y al cabo, hablamos de una niña que tiene mucho que digerir. El hecho de que don Felipe no atienda a su hija menor ha hecho que el tema se comente. Sin embargo, no han faltado los medios cortesanos que han indicado que el rey no hace diferencias en privado entre sus hijas.
La lectura del fragmento de la Constitución coincidió con el cumpleaños de Leonor. Hubo fiesta en Zarzuela y a buen seguro más de un padre tuvo que acudir apresuradamente a comprar un regalo. Por un tema de seguridad, las invitaciones a los compañeros de clase de la princesa suelen repartirse el mismo día. Doña Letizia es la encargada de recibir a los padres y madres de los niños invitados y departe con ellos con total naturalidad. Si hay un papel que le gusta es el de mamá. Pulsa sobre SIGUIENTE para seguir leyendo.
La reina pastelera
Son muchos los que se preguntan si Leonor y Sofía soplan las velas en una tarta de cumpleaños con motivo de su onomástica. Sí, lo hacen, pero, ojito, todo al ritmo de cero azúcar. Cuentan que el pastel corre a cargo de doña Letizia y en él solo tienen cabida los ingredientes integrales. Ciertamente, parece exagerada esta fobia de la reina al azúcar. Muchos médicos recomiendan consumir la morena por considerarla muy saludable. El gremio de pasteleros no debe estar nada contento con esta Letizia de hábitos tan neoyorquinos.
Desde que le condenaran a galeras, el rey emérito no comparece en acto público alguno. De ahí que no estuviera presente en la primera lectura pública de su heredera. Hubiera sido bonita la foto de las tres generaciones juntas. Sin embargo, la operación Salvar a Felipe lo impide. Pues bien, desde Santiago de Compostela, don Juan Carlos ha dado el aprobado a Leonor: “Estaba muy nerviosa pero lo ha hecho divinamente”. Además, ha puntualizado que su hijo habló por primera vez en público, en el teatro Campoamor, a la edad de once años, no a los trece como se ha venido informando quizás en un intento de justificar lo que algunos consideran un debut tardío de la heredera.