Bertín Osborne es, ante todo, un padrazo. Lo ha demostrado sobradamente a lo largo de su vida. En la actualidad está muy centrado en Kike, que nació aquejado de una enfermedad que afecta a su desarrollo. No obstante, ahora no es Kike quien le quita el sueño sino su hija Eugenia. Se trata de una de las niñas que tuvo con Sandra Domecq. La joven no consigue recuperarse del dolor que le supuso perder a una de sus hijas pocos días después de nacer. Desde entonces, Eugenia inició un nuevo rumbo. No obstante, es ahora cuando han saltado las alarmas. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo.
Zarpazo de la vida a Eugenia Osborne

> Bertín Osborne es un padrazo. Si alguno de sus hijos tiene un problema, lo deja todo para estar a su lado. Al cantante le preocupa su hija Eugenia, nacida de su matrimonio con Sandra Domecq. Eugenia no ha conseguido superar la muerte de una de sus gemelas. Cuando tiene que afrontar el tema en público, se rompe. Pasa el tiempo y no remonta. Esto hace que la preocupación del artista vaya en aumento.
Hace cinco años, Eugenia Osborne estaba embarazada de gemelas, Sandra y Leticia. Existía amenaza de parto prematuro y fue necesario ingresarla: “Estuve seis días ingresada sin poder moverme de la cama, pero al final no pude más. Sandra nació por parto natural porque era la que se había encajado, pero Leticia fue por cesárea. Tardé dos días en poder verlas porque me costaba levantarme a causa de que estaba muy débil y con mareos hasta que al tercer día me llevaron en silla de rueda a verlas”, explicó muy emocionada Eugenia. Desgraciadamente, Leticia no sobrevivió, y eso que su madre asegura que lo intentó con mucha fuerza. Desde entonces, Eugenia Osborne arrastra un fuerte dolor interior que no consigue mitigar.
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Gran preocupación por la hija de Bertín

> Las últimas publicaciones de Eugenia Osborne en redes sociales han generado preocupación. La coach luce delgadísima y algunos de sus seguidores se han alarmado. Ciertamente, estamos ante un cambio más que evidente. Al dolor por la pérdida de su hija, Eugenia une lo mucho que echa de menos a su madre. Estaban muy unidas y siempre la recuerda. Era su gran apoyo. Su roca.
Bertín y Eugenia viven en Madrid y eso propicia que el cantante pueda estar pendiente de su hija. También él sufrió mucho cuando falleció su nieta. El artista, aunque concentrado en Kike, siempre está vigilante con Eugenia. Sabe que es muy sensible y que hay que mimarla. La coach no lleva bien el interés que despierta en los medios pero los años han hecho que se acostumbre.
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Las quejas de una hija a su padre

> Cuando la fama llegó a su vida, Bertín estaba casado con Sandra Domecq Williams. Al lado de la bellísima andaluza, de la que más tarde se separó, formó una familia numerosa con el nacimiento de sus tres hijas: Alejandra, Eugenia y Claudia. Y aunque todas ellas tienen muy buena relación con su progenitor, la mediana ha cargado contra él. Durante una entrevista concedida a Diez Minutos, la joven se ha quejado abiertamente de su padre. Además ha confirmado que la fama que siempre ha tenido de mujeriego no es inmerecida sino que ha hecho méritos para conseguirla.
«Hay épocas en las que me ha costado ser hija de Bertín Osborne. Cuando era adolescente, mi padre no estaba casado y en el colegio me hacían comentarios sobre su vida. Porque hay que reconocer que era un poco bala perdida», aseguraba la diseñadora de joyas. Y es que, aunque ahora hable de todo esto con cierto humor, no niega que la actitud de su padre le ha marcado.
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El verdadero Bertín al descubierto

> A través de la pequeña pantalla, Bertín proyecta una imagen de hombre simpático, cercano, noble… Osborne se vende como alguien campechano, gran amante de nuestras tradiciones. Sin embargo, de puertas para adentro su personalidad es bien distinta. Eugenia le define como «natural y cariñoso», pero no se olvida de recalcar que su padre tiene muy mal genio. «Lo peor es el pronto que tiene. Se le pasa rápido, pero esos segundos que dura es una tormenta de gritos», asegura la joven, que está cobrando un gran protagonismo como influencer.
Quizá es este fuerte temperamento lo que ha provocado que sus hijas no quieran trabajar a su lado. Alejandra, la mayor, estuvo un tiempo formando parte del equipo de Mi casa es la tuya. Sin embargo, abandonó para dedicarse al interiorismo. Un significativo cambio de rumbo. Además, Claudia también ha dado un giro a su vida y ha decidido reinventarse como coach. Además, aunque Eugenia es la más cercana con el mundo mediático, ella tiene claro que no le gustaría compartir obligaciones con Bertín.
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Preocupación también por Kike

> “Creo que la brutal sacudida que la vida me pegó cuando nació Kike me hizo madurar de golpe”, explica Fabiola. Y es que tanto ella como Bertín han sabido tirar para adelante y sacar las fuerzas necesarias para ayudar a su hijo en todo lo posible. En las últimas horas, el pequeño Kike ha entrado en quirófano para someterse a una operación que ha durado horas. Al parecer, ha sido intervenido de los pies, rodillas y la cadera derecha, aunque, afortunadamente, todo ha salido bien. Tanto Bertín como Fabiola siempre se han sentido afortunados por tenerle y presumen, siempre que pueden, de la fuerza de voluntad y el valor que Kike tiene en cada una de las operaciones a las que se ha sometido.
Para la pareja, el objetivo es que el chico goce de una mayor calidad de vida y pueda ganar mucha mayor movilidad. Durante las horas de rehabilitación, el pequeño puede deshacerse, por un momento, de la silla que le permite desplazarse diariamente. Sin duda, todo un avance para él y para sus padres. Fabiola, orgullosa de los pasos hacia delante que está dando su hijo, lo ha mostrado en sus redes sociales.
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Todo ha salido bien
> Para Bertín, usar las redes sociales es muy complicado. Se declara fan de los memes y los vídeos que circulan en Internet pero para ser sinceros, la gurú de las nuevas tecnologías es Fabiola. Usa muy en a menudo sus redes sociales e Instagram es su favorita. Aquí es donde la mujer del empresario ha publicado los avances de su hijo Kike. Tras la delicada operación, pueden decir que todo ha salido bien y que el pequeño ya está en manos de profesionales para comenzar su recuperación. “Primera vez en el #lokomat después de la operación de pies, rodillas y cadera derecha. Cuando le ves luchar y esforzarse así es cuando sientes de verdad que todo merece la pena.”, escribía. La pareja sabe que están en una situación de privilegio: “Bertín y yo tenemos una situación de privilegio. Disponemos de medios y posibilidades de hacer muchas cosas que otras familias no pueden”. No obstante, confiesan que hay veces en las que no todo es el dinero. Por eso, la pareja ha decidido que la mejor manera de ayudar a los demás, es creando una fundación.
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La fundación, su salvación

> La pareja ha confesado en más de una ocasión que el motivo principal de su fundación es dar cobertura a las miles de familias que luchan cada día por buscar soluciones y mejorar la salud de sus seres queridos. “Hubo un momento en el que nos vimos tan desbordados de peticiones para saber que terapeutas seguíamos con nuestro hijo que decidimos crearla”, han explicado en más de una ocasión. Parece que este proyecto va viento en popa y que reciben a diario ayuda económica de restaurantes, marcas y amigos conocidos a quienes no les importa aportar un grano de arena. Sin embargo, para Bertín hay una solución más por la que se podría poner solución a estos problemas que desafortunadamente, son muchos en nuestro país. El empresario tiene la idea perfecta.
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La solución de Bertín Osborne

> Cada vez que al empresario se le pregunta por su hijo Kike, siempre es muy cauteloso. Sin embargo, hay veces que, como cualquier ser humano, se viene abajo. En una de sus últimas apariciones públicas, Bertín confesó que la recuperación de su hijo Kike es durísima. “Pensé que iba a estar incluso mejor, pero la vida es así. Nosotros lo estamos intentando con mucha fuerza. Ojalá algún día pueda verlo andar. Pensaba que iba andar antes”, explicaba. Pero Bertín cree que la solución no solo está en las familias individuales que lo sufren sino en los colegios. El empresario cree que la solución para evitar las burlas que los niños afectados sufren por parálisis cerebral es educar e involucrar a niños sanos para que conozcan de primera mano la realidad de la enfermedad.