En las redes sociales ha sido uno de los rumores más extendidos y siempre se ha vinculado a los tertulianos del magacín estrella de Telecinco con los estupefacientes. De hecho, algunos colaboradores de Sálvame han reconocido abiertamente que se han drogado, uno de ellos incluso mientras participaba en otro programa. ¿Quieres conocer sus nombres y apellidos? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Belén Esteban
> Era un secreto a voces. Todo el mundo podía intuir que la de Paracuellos no pasaba por un buen momento, hace ya más de cinco años. Belén Esteban padeció adicción a la cocaína, tal y como ella misma reveló en su libro, Ambiciones y reflexiones. Al parecer, por aquel entonces se pasaba los días «tirada en un sillón sin ganas de nada, cada vez que me metía una raya pensaba en mi padre, en lo que me diría…». Por fortuna, sus seres queridos la ayudaron a dar el paso y la colaboradora de Sálvame se percató de que necesitaba ayuda profesional.
Belén Esteban se retiró unos meses de la televisión y se sometió a una terapia de desintoxicación. Fueron semanas muy complicadas y angustiosas, pero merecieron la pena. Una vez recuperada, Belén Esteban regresó a Telecinco por la puerta grande y se animó a participar en Gran Hermano VIP, convirtiéndose además en flagrante ganadora, demostrando que con voluntad y coraje se puede salir del oscuro mundo de las drogas.
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Alonso Caparrós
> La vida de este célebre presentador no ha sido un camino de rosas, precisamente. El ahora tertuliano de Sálvame probó las drogas por primera vez cuando tenía tan solo 17 años, y a partir de ese momento comenzó una espiral de autodestrucción que casi le cuesta la vida. «Era para morir. Luego vinieron los episodios de ver la muerte aquí cerca, porque tu cuerpo cada vez aguanta menos y se va rindiendo», reveló Alonso Caparrós en Sábado Deluxe. Su adicción era tan fuerte que llegó a soñar con «montañas de cocaína«, e incluso reconoció que había conducido algunos programas bajo los efectos de los estupefacientes.
De hecho, recordó que una vez tuvieron que sujetarle a la silla para que no se le notaran los temblores mientras presentaba Furor, el programa que lo catapultó a la fama. Para desintoxicarse necesitó pasar dos veces por una prestigiosa clínica, pero el tratamiento no fue nada fácil. «Estuve dos veces ingresado y los tratamientos me dejaban con fuertes dolores, tanto que al acabarlos aparecía babeando«.
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Droga en un reality show de Telecinco
> Una vez más, Sábado Deluxe fue el escenario en que uno de los colaboradores de Sálvame se desnudó en cuerpo y alma y reveló que había sufrido un grave problema de adicciones. En esta ocasión se trató de Jordi Martín, tertuliano del ya desaparecido Cazamariposas y de otros programas del corazón de Mediaset. El periodista afirmó sin titubeos que tomó tanta droga durante una época de su vida que tuvo que encerrarse voluntariamente «en un centro porque la situación era muy delicada. Fue en Ibiza».
Pero el testimonio más desolador de la entrevista llegó cuando Jordi Martín reconoció que había escondido y consumido droga durante su participación en Sálvame Snow Week, el reality show en que el ganador sería premiado con una silla de colaborador en el magacín vespertino de Telecinco. Tomar estupefacientes está terminantemente prohibido en cualquier espacio de la cadena, tal y como recordó Jorge Javier Vázquez, y aunque en ese momento no dieron explicaciones a los espectadores, fue ese el motivo de que el periodista fuera expulsado del concurso.
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«Corría la coca»
> Aunque no sea colaborador, es, sin duda, uno de los rostros más conocidos de Sálvame. Como algunos de sus compañeros, Jorge Javier Vázquez también ha reconocido que ha tomado drogas durante su juventud y que el consumo llegó a ser excesivo. «Bebí muchísimo, me drogué demasiado y a punto estuve de echarlo todo a perder. Corría la coca, droga que yo había consumido de manera esporádica, pero a la que me agarré con ansia porque necesitaba tralla. Viví al borde del abismo», escribió en uno de sus libros autobiográficos.
Además, añadió: «Un miércoles acabé tan pasado en un local que a las siete de la mañana del día siguiente me vi desnudo en una sucia casa del centro rodeado de otras seis personas, tan pasadas y desnudas como yo. Bebíamos, nos metíamos y nos toqueteábamos. Cruces de lenguas, lametones en los sexos, mordiscos en los pezones, penetraciones, GHB, ketamina, poppers, porros, lo que apareciera».