La heredera al trono español ya no es una niña y va camino de convertirse en toda una mujer. Sus estudios superiores ya son una cuestión sobre la que se debe empezar a pensar y ya se barajan algunas opciones. Teniendo en cuenta el férreo control que la reina Letizia ejerce sobre la princesa Leonor, seguro que su futuro es algo que ya ha empezado a quitarle el sueño… ¿Irá a la universidad? ¿Se hará militar? Te contamos todos los detalles a continuación.
Ni voz ni voto
> Como ocurre en la gran mayoría de las familias, los asuntos referentes a la formación de doña Leonor y doña Sofía de Borbón han sido competencia exclusiva de sus padres, los reyes Felipe y Letizia. De momento, las niñas cursan sus estudios en el Colegio Santa María de los Rosales, tal y cómo hizo su padre hasta los dieciséis años. Sin embargo, dentro de muy poco, el devenir académico de la primera en la línea de sucesión al trono español escapará a la autoridad de sus progenitores. Por sorprendente que parezca, se trata de un asunto de Estado y es al Ejecutivo al que le corresponde tomar esta decisión.
Si lo piensan, tiene sentido. La princesa Leonor está destinada, por imposición, a ser la máxima representante de nuestro país, así que deberá acatar las instrucciones que los líderes políticos consideren necesarias para formarla a la hora de desempañar tan importante función. Lo cierto es que los diputados deben ponerse manos a la obra en este asunto cuanto antes, y a Letizia puede hacerle muy poca gracia que el futuro académico de su hija esté en manos de un Gobierno con fuerzas abiertamente republicanas en el poder.
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La mayor preocupación de Letizia sobre su hija Leonor
> La princesa Leonor tendrá que asumir sin rechistar las órdenes que se le impongan desde el Ejecutivo y Casa Real. Lo mismo le ocurrió a su padre. Don Felipe sentía pura devoción por las ciencias duras, pero terminó estudiando Derecho y diferentes fundamentos de Economía por imposición del Gobierno que regía en aquel momento. Su plan de estudios estuvo metódicamente diseñado por la Administración, y se prevé que ocurra lo mismo con la formación de doña Leonor. Ni ella ni su madre tendrán poder de decisión a la hora de abordar este importante asunto, una situación de incapacidad total que de seguro no hace ni pizca de gracia a doña Letizia.
Además, poco a poco, doña Leonor empezará a seguir los pasos de su padre y asumirá más responsabilidades institucionales, tal y como se ha observado en los últimos acontecimientos. Es lo que más atormenta a doña Letizia. La consorte siempre ha intentado evitar que sus hijas se sobrexpongan de cara a la opinión pública, pero dentro de poco no podrá evitar que la princesa de Asturias adquiera un mayor protagonismo mediático. Su gran momento está a punto de llegar y tendrá lugar durante la entrega de premios que llevan su nombre, el viernes 16 de octubre. Todas las miradas se dirigirán a ella, coincidiendo con uno de los peores momentos para la monarquía… Letizia será un manojo de nervios.
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Doña Leonor, ¿una mujer de armas tomar?
> El actual Gobierno no solo tendrá potestad a la hora de elegir el destino académico de Leonor, sino que también decidirá si cursará o no estudios militares. Aunque no sean obligatorios, resultaría tremendamente polémico que no lo hiciera por dos motivos principales. Para empezar, está destinada a ser jefa suprema de las Fuerzas Armadas, un rol que difícilmente podrá asumir si no recibe la formación adecuada. Además, todos sus antecesores Borbones están estrechamente vinculados con el ejército, por lo que un supuesto cisma entre la princesa y las tropas solo podría entenderse por su condición de mujer, relacionando una vez la fea sombra del machismo con la institución.
¿Qué pensará doña Letizia acerca de que su ojito derecho abandone los seguros muros de Zarzuela para enrolarse en el ejército? Seguro que pueden hacerse una ligera idea… De una forma u otra, cabe esperar que doña Leonor abandonará el nido más pronto que tarde. De hecho, su padre pasó un año estudiando en el colegio Lakefield de Canadá, por lo que no sería extraño que la princesa de Asturias siguiera el mismo camino y se mudara al extranjero durante una temporada. ¿Cómo podrá protegerla su madre a cientos, quizás miles, de kilómetros de distancia? Ortiz debe ir haciéndose a la idea: su primogénita ya no es una niña.
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Las diferencias entre la princesa Leonor y la infanta Sofía
> Aunque el destino de doña Leonor no tenga nada que ver con el de su hermana, doña Sofía, la consorte y don Felipe siempre han intentado educar a sus hijas de forma equitativa. Con vistas a que la infanta no se sienta apartada, los reyes decidieron tratarlas como una especie de ‘pack’ y dónde va una, va la otra, aunque la presencia de la princesa tenga más relevancia en determinados momentos. Sin embargo, las cosas tendrán que dejar de ser así dentro de muy poco. Con el paso del tiempo, la primogénita de los soberanos irá adquiriendo mayores responsabilidades institucionales y su hermana quedará relegada a un segundo plano.
Es lo que más preocupa a doña Letizia. Ni que decir tiene que ante los ojos de su madre, doña Leonor y doña Sofía se merecen el mismo tipo de tratamiento y ambas son igual de importantes. Sin embargo, las leyes marcan otra realidad y Ortiz tendrá que asumir que una de sus retoñas observará desde la distancia cómo su hermana asume el mando de todo un país. Por ver el lado bueno de la moneda, la infanta puede darse con un canto en los dientes al tener la capacidad que no tiene la princesa de decidir sobre su propio futuro: ella sí podrá elegir qué hace con su vida.