Este mes está sin duda protagonizado por las fiestas navideñas, una época repleta de reuniones familiares, cenas y comidas. Si eres la persona encargada de los menús para este año tendrás un gran trabajo por delante y una buena forma de ahorrar tanto dinero como tiempo es planificarlo con estrategia, cocinar con antelación y adquirir los alimentos con tiempo. Hoy te mostramos cómo ser un anfitrión o anfitriona infalible para estas fiestas ¡toma nota!
Previsión desde ahora para ahorrar en Navidad

La previsión es la mejor forma de conseguir que las comidas y cenas de Navidad salgan de lujo y sin acabar con los ahorros, la paciencia y el tiempo. Comprar los alimentos sin esperar al último momento es uno de los mejores trucos para ello, ya que conforme avanza el mes sus precios se empiezan a poner por las nubes.
También existen otras opciones, como cocinar alguno de los platos ya mismo para no tener que llegar con prisas a las vísperas de las fiestas u optar por entrantes fríos que se elaboren fácilmente y al momento. Con todas las posibilidades sobre la mesa seguro que sabrás elaborar el menú perfecto y más económico que nunca.
El marisco

El marisco es uno de los productos más demandados para los menús de estas entrañables fiestas, también es de los que más incrementa su valor en el mercado hacia el final del mes de diciembre. Lo ideal es comprar este producto con antelación, y además te aconsejamos que los adquieras al principio de la semana pues pescados y mariscos siempre son más baratos, algo que también es así el resto del año.
El siguiente paso será congelar y conservar correctamente este producto hasta el momento en el que se quiera cocinar. Para ello se deben colocar las piezas de marisco en un tupper alargado y cubrirlas con agua mineral, nunca del grifo. También se puede poner una rodaja de limón para evitar el deterioro del aspecto de la cáscara, aunque si se compra fresco y rápidamente se congela este paso no es necesario.
Los ibéricos

Los jamones y embutidos ibéricos son clásicos de las comidas o cenas navideñas, además resultan ideales como entrantes. Muchos de estos productos también se pueden encarecer con la llegada de Navidad, y, sobre todo, se vuelven más difíciles de conseguir conforme se acercan estas fechas.
Lo ideal es comprarlos cuanto antes para evitar largas colas, problemas de abastecimiento o la adquisición de géneros de peor calidad. Lo bueno de estos alimentos es que se conservan perfectamente sin necesidad de complicados procesos de congelación, ya que se pueden pedir envasados al vacío y almacenarlos cómodamente.
El pan

El consumo de pan crece como la espuma cuando llega la Navidad, ya que se empiezan a aumentar los comensales alrededor de la mesa y además se juntan los días festivos en los que va a ser más complicado hacerse con las barras habituales de diario.
Este delicioso complemento también se puede comprar con mucha antelación y servir en el momento que se quiera siempre que se congele de forma adecuada. Además, si optas por productos de buena calidad conseguirás que duren varios días una vez listos para consumir.
Los aperitivos ahumados

Si no quieres invertir demasiado tiempo ni dinero en los aperitivos de Navidad existen algunas opciones muy interesantes y deliciosas, una de ellas es decantarse por servir ahumados. Además, si lo refrigeras puedes hacerlo al completo el día anterior y conservarlo muy bien hasta la hora de comer o cenar.
El salmón ahumado es de los productos estrella para esta alternativa ya que resulta muy navideño, se puede encontrar a buen precio si se busca bien y ofrece resultados de lo más profesionales. Se puede hacer una elaboración tipo canapé o mezclarlo con quesos frescos y el éxito estará garantizado.
Un consomé o crema con antelación

Entre los primeros platos puedes servir un consomé o una crema, son elaboraciones muy agradecidas y elegantes para el clima de invierno. Lo bueno de esta opción es que lo podrás cocinar ya mismo y congelarlo hasta la Navidad: practicidad y ahorro en un solo plato. Si quieres elaborar algo un poco diferente te proponemos la receta de la crema de níscalos. Para hacerla vas a necesitar 500 g de níscalos, 2 yogures naturales, 250 ml de caldo de ave, 2 cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta.
Si quieres cocinarla ya mismo tendrás que lavar y trocear los níscalos, secándolos con un trapo. Se rehoga a fuego medio con un poco de aceite de oliva durante 5 minutos. Se salpimenta, se añade el caldo de ave y se deja cocer unos 10 minutos. Después se echa todo en un vaso de batidora, se incluyen los yogures y se tritura hasta que quede una crema fina. Se puede decorar con un poco de perejil, con el toque navideño por excelencia.