La de Paracuellos es uno de los rostros más populares de la pequeña pantalla y hay pocos aspectos de su vida privada que los espectadores no conozcan. Belén Esteban es un libro abierto, sin embargo, también esconde algunos secretos que todavía no han visto la luz. Ahora, se acaba de descubrir que, además de la diabetes, la colaboradora de Sálvame padece otra desconocida enfermedad muy dolorosa que le impide desarrollar su trabajo con normalidad en el magacín vespertino de Telecinco. ¿Quieres saber de qué se trata y enterarte de todos los detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Más de 20 años de princesa del pueblo
> Corría el año 1998 cuando Belén Esteban se dio a conocer al gran público a raíz de su relación con Jesulín de Ubrique, uno de los toreros más famosos del momento. Por aquel entonces era una joven muy tímida que miraba con miedo a las cámaras de televisión, y nada hacía presagiar que con el paso de los años se convertiría en una de las mujeres más mediáticas del panorama social. Su polémica separación del diestro y sus continuos enfrentamientos con la familia Janeiro la llevaron a visitar todos los platós de televisión, y desde entonces no se ha retirado de la pequeña pantalla. Lo cierto es que la colaboradora ha sabido ganarse un hueco en el corazón de los espectadores y se ha posicionado como uno de los personajes más queridos del papel couché, pero parece que esta popularidad tiene fecha de caducidad. Tal y como ella misma ha revelado en un par de ocasiones, su intención a medio plazo es retirarse para vivir tranquila después de tantos años al pie del cañón.
El caso es que, en estos más de veinte años en el foco mediático, Belén Esteban ha dado a conocer algunos de los detalles más íntimos referentes a su vida privada. Entre otras muchas cosas, se sabe que padece diabetes desde que nació y que se ha llevado unos cuantos sustos por culpa de los bajones de azúcar. Pero no es esta la única enfermedad que sufre la de Paracuellos, sino que se acaba de revelar que otra dolencia muy molesta y, hasta ahora desconocida, no le permite desempeñar su trabajo en Sálvame tal y como hacen el resto de sus compañeros. ¿Quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo, te lo contamos todo en la página siguiente.
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Una enfermedad desconocida
> Por cuestiones de agenda, Jorge Javier Vázquez siempre llega a Sálvame una hora más tarde de que comience el magacín, y mientras tanto lo presenta uno de los colaboradores. Esta tarde ha llegado el turno de Belén Esteban, lo que significaba que debía colocarse un pinganillo en la oreja para escuchar las órdenes del director. Una vez que el catalán ha entrado al plató, la de Paracuellos no ha dudado en despojarse de ese pequeño aparato con el que puede escuchar al máximo responsable del espacio de Telecinco. Sin embargo, Alberto Díaz le ha pedido que se lo deje durante el resto de la emisión, tal y como hacen otros compañeros como Kiko Matamoros o Kiko Hernández. Esto facilita que puedan dirigir los contenidos en función de los intereses del programa. Pero la princesa del pueblo se ha negado en rotundo porque le resulta muy molesto. ¿La razón? Una desconocida y molesta enfermedad que, hasta ahora, no se conocía que padecía.
“Me hace daño, es incómodo. Tengo los oídos muy sensibles, los dos. El médico me ha dicho que es mejor que no me ponga el pinganillo, porque tengo otitis crónica”, ha explicado Belén Esteban en Sálvame. Pero, ¿en qué consiste esta enfermedad? Se trata de una infección que no remite y que suele aparecer cada poco tiempo, a consecuencia de un traumatismo en el tímpano que no ha curado del todo bien. En ocasiones incluso llega a supurar, y aunque no presenta una gravedad preocupante, sí que puede ser muy molesto y doloroso. Es por esto que la de Paracuellos no puede desempeñar su trabajo en igualdad de condiciones respecto a otros compañeros que sí llevan pinganillo y que, por cierto, suelen ser muy criticados por ello.
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Un episodio dramático
> Como se ha comentado anteriormente, ha sido la diabetes la enfermedad que más disgustos ha dado a Belén Esteban. Aunque ahora utiliza una bomba de insulina, un moderno aparato que le indica los niveles de azúcar en sangre y la cantidad de insulina que debe inyectarse, no siempre fue así y un solo error podía costarle la vida. De hecho, a punto estuvo de morir por culpa de una equivocación en su tratamiento, tal y como ella misma reveló en su libro, Ambiciones y reflexiones. “En vez de coger la insulina que me tocaba, cogí la rápida, y me metí 30 unidades, que eso es una bestialidad”, recordó. Como consecuencia, la colaboradora de Sálvame perdió el conocimiento, con tan mala suerte de que en ese momento se encontraba muy cerca de unas escaleras. Fue su hija, Andrea Janeiro, quien escuchó el golpe y la encontró cuando era solo una niña. “Bajó corriendo y me vio tirada en el suelo”, explicó la tertuliana.
Aunque por aquel entonces su hija todavía era muy pequeña, estaba muy concienciada de la enfermedad que sufría su madre y sabía cómo tenía que actuar si le ocurría algo como eso. Así, Andrea Janeiro llamó por teléfono a unos amigos de Belén Esteban, y fueron estos quienes avisaron a los servicios de emergencia. Al parecer, pudieron salvarla de milagro, y es que la situación fue tan grave que casi no lo cuenta. “En la ambulancia iba muerta. Me tuvieron que reanimar más de tres veces”, reveló la colaboradora de Sálvame en Ambiciones y reflexiones.
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La confesión más dura
> Lo cierto es que Belén Esteban se abrió como nunca antes en esa biografía que se publicó en noviembre de 2013. Una de sus revelaciones que más impactaron a la opinión pública fue que sufrió una fuerte drogodependencia que la llevó a pasar por los momentos más bajos de su vida. “Yo acabé tumbada en un sillón todo el día sin ganas de nada. Las únicas ganas que tenía eran de ponerme más… Hubo un tiempo en que sólo pensaba si mañana tendría para ponerme. En ¡Más que baile! me metía antes de salir… Tengo miedo a salir porque la droga está por todos los lados y sé que voy a casa de personas que me van a ofrecer”, publicó entonces la de Paracuellos.
Por fortuna, Belén Esteban logró salir de aquel infierno con la ayuda de sus seres queridos, y lo celebraba por todo lo alto en su libro. “Ahora estoy feliz porque he tenido muchísima fuerza de voluntad y estoy orgullosa. Antes me veía feísima y me daba pena”, reflexionaba la tertuliana. Nunca más ha vuelto a pronunciarse al respecto, dejando claro que se trata de un episodio de su pasado que no quiere volver a recordar y que ya ha dejado atrás.