Juan Antonio Muñoz, más conocido como el compañero de José Mota en Cruz y raya, ha pasado de ser el cómico más famoso del país, a convertirse en un juguete roto de la televisión. Durante más de una década fue uno de los humoristas más famosos. Pero, la presión mediática terminó por superarle y decidió romper con todo. Juan Antonio pensó que lo mejor para el sería apartarse de la televisión y empezar una carrera más discreta. Sus intenciones por recuperar el anonimato le han jugado una mala pasada, pues ya nadie se acuerda de él, y le resulta muy difícil seguir trabajando. Consciente de lo cruel que resulta el olvido, puso en marcha un proyecto cuyo objetivo era rescatar a rostros que, en su día, hicieron historia. Pero hay mucho más, los intentos del compañero de José Mota por regresar a la pequeña pantalla, son infinitos. Aunque el público parece haber pasado página, y ya no quiere saber nada del humorista. Te contamos como fue la peor decisión de Juan Antonio.
El cómico demostró su talento desde niño
> El público está convencido de que la carrera profesional de Juan Muñoz empezó en el 2000, año en el que Cruz y raya cautivo al público con su sentido del humor. Pero, el compañero de José Mota había demostrado su talento mucho antes de este nacimiento mediático. En una entrevista confesó que su primera actuación se produjo durante su etapa escolar. Estudiaba en el colegio Salesianos de Barcelona y, nada más ser propuesto para subir a los escenarios, se dio cuenta cuál era su verdadera vocación. De esta forma, participó en algunos programas infantiles y grabó su primer casete de chistes.
Enseguida empezó a hacerse conocido en todo Cataluña, pues sus chistes hacían reír a gran parte del público. Era reclamado por muchas salas de fiesta para hacer actuaciones, pero aún era muy pequeño para dedicarse al mundo del espectáculo. Cuando creció, y podía dedicarse a desarrollar su talento, tuvo que ir a hacer el servicio militar. Así que, se vio obligado a aparcar de nuevo su pasión artística. Nadie podía imaginar que, durante esta etapa, iba a conocer la llave del éxito. En 1985 encontró, de forma casual, a un compañero perfecto para alcanzar la fama, ¿Se imaginan quién es?
Siguiente: El cómico decidió terminar son su etapa dorada
José Mota le dio la mano y alcanzaron el éxito
> Durante el servicio Militar, Juan Muñoz y José Mota se convirtieron en amigos inseparables. La complicidad que se demostraron durante esta etapa los animó a trabajar juntos. Formaron así una de las parejas artísticas más conocidas de los años 2000. Después de terminar la mili, pensaron que la mejor decisión para explotar su talento era trasladarse a Madrid. Poco a poco, el público empezó a conocerlos y tuvieron cada vez más fama. Tal fue la repercusión que obtuvieron, que inauguraron su propio espectáculo: Cien personajes en busca de humor. Javier Sardá, maestro de los medios de comunicación, no tardó en ficharles para uno de sus programas radiofónicos. De esta forma, empezaron a trabajar en La bisagra, y el éxito que tuvieron hizo que TVE se fijase en ellos. Así entraron en, Pero, ¿esto que es?, el programa que les catapultó al estrellato.
El cariño que recibían por parte del público los animó a crear un proyecto muy ambicioso: un espectáculo que diera a conocer su talento. Así surgió, a finales de los 90, Cruz y raya, y se convirtieron en los cómicos más famosos del país. No había cadena de televisión que no quisiera contar con ellos, y todas las radios les hacían ofertas para que colaborasen en sus programas. Pero, Mota y Juan, querían volar solos. El público estaba enamorado de sus personajes. Todos aplaudían a El morito Juan, La Blasa o Bartolo, y llenaban todos los escenarios donde aparecían. Sin embargo, hubo un hecho determinante en el futuro profesional de esta pareja. Decidieron divorciarse y tomar caminos separados, ¿Quieren saber el motivo?
Siguiente: Mientras Mota sigue triunfando, nadie se acuerda de Juan
La peor decisión del amigo de José Mota
> El éxito de Cruz y Raya era imparable, todos los empresarios audiovisuales querían contar con ellos para sus espectáculos. Ganaron más dinero que muchos actores de la época, y su fama era incomparable. Pero, la presión mediática terminó desgastando mucho a Juan, y tomó la peor decisión de su vida: separarse de José Mota. Al principio, no trascendieron los motivos de este divorcio artístico. En 2004, el público mostró una gran sorpresa al conocer esta noticia, y quiso saber más sobre la razón que la había motivado. Así que, algunos periodistas se pusieron a investigar y descubrieron que Juan quería emprender una carrera en solitario. De esta forma, José Mota se vio obligado a triunfar sin su compañero.
Juan pensó que podía tener un futuro como actor pues, durante su etapa dorada, participó en algunos proyectos dentro de la gran pantalla, pero, se equivocaba. El único reclamo del cómico era el equipo que formaba junto a su compañero y, una vez separados, ya no generaba ningún interés. Los 22 años que duró su carrera profesional junto a José Mota, quedaron reducidos a nada. Es cierto que ha estado en algunas películas, aunque ninguna ha tenido demasiada repercusión. Al ver su escaso éxito cinematográfico intentó ser director audiovisual, pero no tuvo mejor suerte.
Siguiente: El último proyecto que se conoce del humorista
Juan Muñoz reunió en un teatro a todos los cómicos olvidados
> A pesar de que han confesado que tenían muchos problemas entre ellos, el único motivo de la separación fue la ambición de Juan por llevarse todo el reconocimiento del público. Puso como excusa la presión mediática para poder demostrar su talento, pero su esfuerzo resultó ser un absoluto fracaso. En 2011, el humorista recuperó la esperanza con una propuesta de TVE. Le propusieron hacer un programa con el que iba a recuperar la fama que había perdido. Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen puerto, y Juan no pudo regresar a la pequeña pantalla. Pero, lejos de rendirse, pensó que la mejor forma de volver a llamar la atención de los medios era inaugurar un espectáculo propio.
Juan Muñoz demostró tener cierta mano con los negocios. Pues, al poco tiempo de desaparecer de la televisión, montó un bar en el puerto de Torrevieja. Así que, aprovechó este tirón para crear una función propia cuyo objetivo era dar una oportunidad a cómicos rechazados por el público. El amigo de José Mota había sufrido en sus propias carnes la crueldad del olvido, así que quiso recordar a sus espectadores el talento que hay en España. De esta forma, Juan se convirtió en director del teatro Gandía Palace y volvió a subir a los escenarios a algunos artistas de los 90 como Arévalo, Mariano Mariano o Mari Carmen y sus muñecos. Es cierto que esta iniciativa fue recogida por algunos medios, pero nada tuvo que ver con la repercusión que consiguió gracias a José Mota. Juan es uno de los cómicos olvidados de nuestro país, ¿por qué no participó el mismo en su espectáculo?