Diego Matamoros ha puesto toda la carne en el asador y se ha sincerado como nunca ante sus miles de seguidores en su canal de Mtmad «Borré Cassette». Aunque el joven reconozca que no es igual que su padre Kiko Matamoros, pues, no lleva su misma vida ni se parecen físicamente ha reconocido que comparten la misma afición. Algo, que si bien, ambos han compartido públicamente, cuando lo han practicado, siempre lo han reconocido de forma tímida o sin grandes atisbos de grandeza. Diego Matamoros quiere evolucionar no quedarse estancado y responde con todo lujo de detalles a las decenas de preguntas que cada día le hacen para dejar claro que ni es igual que su padre ni lo quiere ser en este terreno. Si quieres descubrir qué ha dicho Diego y cuál es la cara afición que padre e hijo llevan a cabo cada vez que pueden sigue leyendo porque te vas a quedar con la boca abierta.
Diego Matamoros se sincera y culpa a su padre de su afición por los retoques
> Aunque parezca mentira, Diego Matamoros no tiene miedo a envejecer. La adicción a los retoques parece indicar que esto no es del todo cierto. Sin embargo, ha corroborado que pese a todo ya piensa en vivir una etapa nueva en su vida. «Me estoy dando cuenta que dejo de ser un chico joven para ser un chico tirando ya a maduro«, comienza a decir con cierta resignación. «Si me ves físicamente, en la calle, no aparento 34, aparento menos, no tengo miedo a envejecer. Creo que es otro ciclo, de madurez, de seguir experimentando, conociendo… Me da pena por lo que se acaba, pero no me da miedo», asegura, aunque no lo parezca, totalmente convencido.
«¿Crees que te viene de familia la afición por la cirugía estética y el retoque?«, le preguntan sus fans muy intrigados comparándole con su padre, Kiko Matamoros. «Sí, claro, solo tenéis que ver a mi padre para ver el resultado«, alegaba dejando a su padre a la altura del betún. Además, no cree que pueda compararse con él, pues según dice su cara no tiene nada que ver: «Creo que no somos iguales, no llevamos una vida parecida ni se puede comparar (…) Es un fácil recurso el decir que ya de joven me estoy operando, destrozando, que estoy como mi padre… Si no te destrozas y no se te va la cabeza, pues que cada uno haga con su cuerpo lo que quiera», ha terminado.
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Diego Matamoros: «No me quiero parecer a mi padre»
> Cuando parecía que las cuestiones sobre su familia, en concreto sobre su padre, habían llegado a su fin, llegaba la pregunta del millón. Hemos de decir que para nuestra sorpresa su reacción es cuanto menos impactante. «¿Te gustaría parecerte a tu padre?» le decían: «Mmm bueno, mi padre tiene muchas cosas buenas, en muchos sentidos, no es todo malo, pero en el tema de la estética, no«. ¡Bombazo! Diego Matamoros no comparte los retoques que su padre se ha ido haciendo durante todos estos años, los cuales, le han convertido físicamente, en otra persona totalmente diferente. Parece ser que su hijo piensa que se la ha podido ir de las manos.
«A mi padre le veo que le ha afectado, que para él es más importante. Tengo un concepto diferente de envejecer. A mi padre le afecta más el físico que a mi, y ya lo digo, soy un tío que me afecta mucho», Diego Matamoros daba así, unas declaraciones un tanto contradictorias, puesto que hoy sabemos que ha pasado por las manos de distintos médicos de cirugía estética en más de diez ocasiones. Un récord que seguramente y si analizamos bien también comparta con el colaborador de Sálvame.
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Sus impresiones: «A día de hoy estoy muy bien. Me veo más guapo»
> Después de recordar todos y cada uno de los retoques estéticos que se ha hecho ha reconocido que se siente mejor que nunca: «A día de hoy estoy muy bien. Ahora estoy más fit, me gusta mi cuerpo. Tengo la cara perfilada y me veo más guapo». También ha tenido oportunidad de lanzar un dardo envenenado a su ex mujer Estela Grande. Después de casarse, todo era felicidad y «zampar» según él, por lo que terminó descuidando su figura. Si su pareja le decía que le veía muy bien él seguía hinchándose a alimentos poco saludables por lo que terminó cogiendo un camino sin retorno.
Fue por ese motivo por el que decidió no dar ningún paso atrás, ni siquiera para coger impulso y empezar a hacer dieta y deporte, lo cual, terminó no siendo suficiente para moldear su figura, la grasa aun seguía ahí sin intención ni ganas de irse por su propio pie. Por ello se sometió a la abdominoplastia. Una operación que ha conseguido que Diego moldee su figura a su antojo y que su tableta de chocolate salga a relucir. Un cambio para mejor que le ha dado por fin la oportunidad de ser todo un cañón, como su chica Carla Barber.
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Sus caros retoques al descubierto
> Los pinchazos le dan vida. Sí sí, así lo ha confesado. Y es que ha pasado ya varias veces por su clínica de confianza, que ahora es la de su pareja, para mejorar su aspecto físico. Las inyecciones de bótox ya son habituales en el rostro de Diego Matamoros. Su último retoque, levantar las cejas y la mirada: «Considero que la mirada hacia abajo es triste», afirmaba argumentando por qué había decidido someterse a ello. Además de inyecciones de vitaminas para hidratarlo, aumento de labios o la extracción de las bolas de bichar.
Una abdominoplastia, de la que está muy orgulloso y se siente muy contento. Un tratamiento de cirugía estética que consigue corregir defectos del abdomen como la grasa, la piel sobrante o la musculatura y con la cual, presume ahora de unos abdominales bonitos y definidos con poco esfuerzo. Asimismo se ha levantado los glúteos, y se ha sometido a una masculinización facial, entre otras muchas intervenciones menores. ¿Cuál será la próxima? Seguro que muy pronto lo sabremos.