María Patiño lleva toda una vida trabajando en televisión. Empezó siendo reportera de una agencia de noticias, y se pateó las calles de Sevilla en busca de los personajes del momento. Por aquel entonces, era una tímida joven decidida a triunfar en el periodismo, y todavía no había descubierto su gran perdición: las operaciones estéticas. En los más de veinte años que María Patiño lleva apareciendo en la pequeña pantalla, su rostro ha cambiado en infinidad de ocasiones. La periodista parece tener una obsesión con su aspecto físico, y ha entrado a quirófano para hacerse cambios desde la cabeza a los pies. En Cotilleo.es hemos descubierto que este trastorno tiene un nombre, y María Patiño podría estar sufriéndolo en silencio. ¿Quieren saber cuántas veces ha usado la cirugía para sentirse mejor?
La periodista empezó coqueteando tímidamente con la cirugía estética
> María Patiño se ha convertido en uno de los rostros más cotizados de Telecinco. Entró en Mediaset para trabajar como tertuliana con Ana Rosa, y ha terminado convirtiéndose en una de las presentadoras estrella de la cadena. Su andadura televisiva empezó en 2001, y la primera vez que pudimos verla dentro de la pequeña pantalla, tenía un rostro muy diferente al que luce en la actualidad. Como buena celebritie, María se ha ido aficionando al bisturí según iba ganando peso en los medios de comunicación. Se hizo la primera operación en 2007, cuando tenía treinta y seis años. En esta ocasión, se hizo un levantamiento de cejas a base de bótox. Desde este momento, la periodista quedó maravillada con la cirugía estética, y siempre que se ha encontrado un defecto, ha vuelto a pedir ayuda a los cirujanos.
A partir de 2007, María Patiño decidió rejuvenecer su imagen. Se convirtió en una gran aficionada a los tratamientos de belleza, cambio de peinado, y empezó a vestir con un estilo más moderno. En alguna ocasión, ha comentado que su verdadero sueño es ser actriz. Por ese motivo, confesó que tenía mucho interés por mejorar su aspecto, pues quería seducir a la cámara en todas sus intervenciones. Después de hacerse el levantamiento de cejas, decidió inyectarse toxina botulínica en la frente, y debajo de los ojos, para eliminar sus arrugas. De esta forma, María Patiño dejó atrás su apariencia de tímida periodista para empezar a ser una de las colaboradoras más sexys de la televisión.
Siguiente: El mejor momento de María Patiño
La colaboradora se convirtió en uno de los rostros más deseados de Antena 3
> El 2007 supuso un antes y un después en la vida de María Patiño. Algunos medios empezaron a hacerse eco de la metamorfosis que estaba sufriendo, y fue posicionada como uno de los rostros más sexys de Antena 3. Tenía un cuerpo muy moldeado, y su rostro era cada vez más bello gracias a sus visitas al cirujano. Sus compañeros de cadena notaron un gran cambio en la periodista. Eliminó sus ojeras, se quitó las bolsas de los ojos, y se hizo un aumento de labios, todo ello en 2007. Su boca cambió por completo, pues ganó una gran personalidad gracias al volumen que obtuvo con ayuda del bisturí.
María Patiño se dio cuenta del cambio que había experimentado, y quiso seguir trabajando para que su cuerpo fuera el más deseado de la televisión. Lo primero que hizo fue someterse a tratamientos de rayos uva para que su piel estuviera siempre bronceada. Y, animada por este nuevo éxito, en 2009 volvió a entrar a quirófano para dulcificarse el mentón. Su mandíbula era algo masculina, cuadrada, y muy picuda, así que, le pidió ayuda al cirujano para tener una expresión menos agresiva. De esta forma, su mentón pasó a ser ovalado y suave. La periodista se convirtió en la envidia de todas sus compañeras y, alentada por seguir despertando pasiones, decidió rellenarse los pómulos en 2009. Se inyectó bótox y ácido hialurónico, y su imagen empezó a rozar la perfección.
Siguiente: El gran error estético de María Patiño
Una rinoplastia, un aumento de pecho, y una dentadura artificial
> María Patiño se sometió a operaciones muy bruscas en un periodo de tiempo demasiado corto. El gran acierto de la periodista fue someterse a leves retoques poco a poco. Pero, en cuanto se empezó a obsesionar por el bisturí, cometió un error imperdonable. Algunos expertos catalogan esta actitud de trastorno, concretamente lo llaman dismorfofobia, y consiste en un empeño excesivo por mejorar la apariencia física. Todo empezó cuando, en 2013, se sometió a su primera rinoplastia. Hubo mucha gente que alabó el cambio, pues la nariz que lucía antes de la operación era demasiado puntiaguda. Animada por estos aplausos, volvió a entrar a quirófano para hacerse un aumento de pecho. Por aquel entonces, ya había dejado atrás su etapa en Antena 3, y era una colaboradora habitual de Telecinco. Así que, se vio obligada a explicar cuál era el motivo de su ausencia.
“Estoy encantada con los resultados. Fundamentalmente es natural, que es lo que buscaba. Hay cosas de las que una tiene que presumir”, comentó respecto a sus operaciones. En este momento, gran parte del público empezó a considerar excesivo sus visitas al cirujano. Nada queda de la reportera que empezó trabajando en Sevilla, María Patiño parece otra persona diferente, y hay quien asegura que ha perdido su esencia. Pero, la periodista no hace caso de las críticas, y volvió a someterse a un nuevo retoque. A finales de 2013 se hizo un blanqueamiento dental que causó un gran impacto. Escogió un esmalte demasiado brillante, y el resultado fue demasiado artificial. No obstante, una de las revistas más importantes del país, la ofreció posar desnuda para su portada.
Siguiente: La intervención más excéntrica de María Patiño
La última operación de María Patiño: “ahora tengo manos de niña”
> La imagen de la periodista empezó a generar un gran revuelo, y la revista Interviú la ofreció posar para su portada. María Patiño hizo unas declaraciones que no dejaron indiferente a nadie: “en la cama soy muy elástica». Se convirtió en objeto de deseo de gran parte del público, aunque su obsesión por la cirugía también fue muy criticada. Algunos expertos aseguraban que podría estar sufriendo dismorfofobia, y debería tratarse este trastorno. Lo cierto, es que estas opiniones cada vez fueron tomando más peso. Pues, a pesar de que María quedó muy contenta con su rinoplastia, volvió a entrar a quirógrafo para corregirse unos pequeños detalles en 2019. Aquel año se puso en manos del cirujano únicamente para eso, también aprovechó para hacerse un lifting facial. De esta forma, consiguió una piel más elástica y joven.
María Patiño es una gran aficionada al deporte. Así que, quiso potenciar los resultados del ejercicio físico con un lifting cervical. En esta operación aprovechó para quitarse las arrugas del cuello, y la piel que le sobraba después de bajar de peso. Pero, sin duda, la operación más excéntrica de María Patiño es la que se hizo en las manos. La periodista se infiltró ácido hialurónico para tener la piel más hidratada y tensa, a la vez que consiguió eliminar todas sus manchas. “Ahora tengo manos de niña”, presumió en sus redes sociales. Haciendo un recuento entre operaciones y tratamientos, María Patiño se ha puesto en manos de los cirujanos en más de veinte ocasiones. ¿Sufrirá la periodista algún trastorno que le impida sentirse cómoda con su aspecto?