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Chipirones: cómo rebozarlos y freírlos para que estén crujientes

Chipirones, calamares, he ahí la cuestión. En realidad, los primeros no dejan de ser los segundos, aunque más chicos. En el País Vasco se solía llamar txipirón al calamar de playa de pequeño tamaño y este nombre se fue extendiendo por toda la península adaptándose al chipirón que conocemos hoy, aunque es cierto que en algunas zonas también se les conoce como chopitos o puntillas. Se le llame como se le llame, lo cierto es que rebozados se convierten en un excelente entrante o aperitivo, además de una opción perfecta para un plan de tapeo con los amigos. Es un plato muy sencillo de hacer, pero con mucho sabor, y además se puede acompañar con las salsas favoritas de cada uno.

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Los primeros pasos

Hay que meter los chipirones en una bolsa de plástico

Una vez listos los ingredientes, hay que poner los chipirones ya limpios sobre un papel secante para eliminar el agua que sueltan. Cuando estén bien escurridos o secos, se pasan a un plato, al que se coloca una pizca de sal al gusto, pero sin pasarse pues la idea es darles un punto suave para que la fritura pueda saborearse. Luego hay que preparar una taza de maíz y otra de harina de trigo. Después, en una bolsa de plástico se introducen los chipirones y las 2 tazas de harina, y se remueve sujetando el extremo de la bolsa hasta que queden bien impregnados. Así se podrá empanarlos sin necesidad de ensuciar nada. La mezcla de estas dos harinas es lo que hace que los rebozados queden súper finos y crujientes.