Manolo Lama es uno de los periodistas deportivos más influyentes del país gracias a su labor radiofónica. El narrador egabrense bautizó a Cristiano Ronaldo como “El Bicho”, a Iker Casillas como “El Santo” y a Raúl como “El que nunca hace nada”, en clara reivindicación del delantero merengue. Sus narraciones son míticas, tanto de los partidos del Real Madrid como de la Selección y se usan hasta en los videojuegos de fútbol.
Sin embargo, detrás del profesional hay una persona con una vida personal y en este caso un sufrimiento que pocos conocen, el de una grave enfermedad que tuvo de niño. En realidad, poco se sabe de la vida de Manolo Lama, más allá de los muchos seguidores que tiene pero también detractores. Vamos a ver de qué se trato y lo que repercutió en su vida.
El infierno de una enfermedad grave
No sólo grave, como Manolo Lama detalló en la charla con Siro López: “En aquella época era una infección incurable, te entraba una infección por el tuétano del hueso y te iba comiendo. Me fue comiendo la tibia, luego el peroné, luego pasó a la otra pierna… Era una enfermedad que no se curaba, el antibiótico nunca llegaba a lo más profundo del hueso, por así decirlo”, narraba.
Pasó por todo tipo de tratamientos para ver si mejoraba, además de intervenciones quirúrgicas y operaciones de limpieza cada dos semanas. “Me marcó porque perdí mi infancia, a mis amigos. Aquellos hospitales no eran como los de ahora, tu madre solo podía venir dos veces por semana, a mi hermano no lo vi en tres años…”, reconoce. Vamos, que no sólo era la gravedad de la enfermedad sino el aislamiento y la soledad.
